Canarias comenzará a sancionar en septiembre para hacer cumplir la Ley de Cadena Alimentaria, que prohíbe comercializar los productos agrarios por debajo de sus costes de producción. De esta manera, el Archipiélago empezará a aplicar nueve años después de su aprobación esta normativa de ámbito estatal, que obliga a cada operador de la cadena a pagar como mínimo los costes al eslabón anterior, lo que en la práctica imposibilita que los agricultores y ganaderos se vean obligados a vender a pérdidas. La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, aseguró ayer que ya está terminado el reglamento que permitirá instruir los expedientes sancionadores y que en septiembre comenzarán las inspecciones para garantizar que se cumpla la normativa. La consejera manifestó durante su participación en el Foro Agro del Grupo Santander, que contó con la colaboración de EL DÍA, que la inflación, que lleva meses al alza ahogando a los productores, hace más necesaria que nunca la aplicación de la ley para asegurar a los productores «que su trabajo tiene el precio que merece».  

Vanoostende señaló que en la actualidad entre las relaciones comerciales de los diferentes operadores hay cuestiones muy básicas que ni siquiera se cumplen, como que deba existir un contrato que incluya el precio de venta y las obligaciones de ambas partes. También indicó que en un primer momento se realizarán visitas informativas a los operadores y que será después cuando se realizarán las inspecciones que en caso de detectar infracciones pueden acabar en sanción. Multas que en el caso de la destrucción de valor de la cadena, que está tipificada como «falta grave», pueden suponer entre 3.001 y 100.000 euros. 

Serán los propios productores los que tendrán que exponer y probar cuáles son sus costes reales de producción, ya que según señaló la consejera, varían mucho dependiendo de la explotación. Aunque también indicó que la Consejería dispondrá de unos costes aproximados que estarán disponibles para que el sector establezca precios de referencia. 

Vanoostende afirmó que los productores canarios, y en especial el sector ganadero, están atravesando un momento de crisis sin precedentes. Unos costes de la energía desorbitados y los insumos agrarios que no dejan de crecer están generando problemas de rentabilidad en las explotaciones del Archipiélago. 

Algo que corroboraron los representantes de las tres principales organizaciones agrarias que participaron ayer en un debate enmarcado también en el Foro Agro Santander, se celebró en el Hotel Escuela de Santa Cruz de Tenerife.  

A este encuentro acudieron Ángela Delgado, presidenta de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga); Domingo Martín, presidente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) y Rafael Hernández, presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Canarias (COAG-Canarias). El debate contó también con la intervención de Lorena Ruiz Ponce, responsable de Negocio Agroalimentario de Santander España y estuvo moderado por el redactor de Economía del periódico EL DÍA, Moisés Álvarez Montero. 

Los presidentes de las tres organizaciones agrarias invitadas al foro coincidieron en que la única alternativa para la supervivencia del sector primario en Canarias es conseguir que sea rentable, aunque discreparon acerca de las recetas que son necesarias para conseguirlo. Mientras Rafael Hernández realizó una defensa a ultranza de la aplicación de la Ley de Cadena Alimentaria, tanto Domingo Martín como Ángela Delgado mostraron sus reticencias a que vaya a ser tan efectiva como se les ha prometido. 

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Foro Agro Santander, de EL DÍA y el Banco Santander Andrés Gutiérrez

Aplicar la ley

«Hasta ahora no estaba legislado que se les pagara a los agricultores al menos lo que nos cuesta producirlo, la Ley de Cadena viene a equilibrar todo esto», sostuvo Hernández, quien añadió que los productores no quieren ser «profesionales subvencionados» y que el objetivo debe ser que puedan recibir un precio justo por las frutas, las hortalizas, la carne o la leche que producen. 

En el lado contrario se situó el presidente de Asprocan, quien calificó la Ley de Cadena Alimentaria como «utópica» y aseguró que «no tendrá más repercusión para los agricultores que generarles mayores cargos burocráticos para poder cumplirla». Apuntó que los mercados funcionan siguiendo la ley de la oferta y la demanda y que el problema del sector en Canarias es la falta de unión, que resta capacidad negociadora a los productores del Archipiélago.  

De hecho, el plátano canario fue siempre crítico con cómo podría afectar la aplicación de esta normativa a su actividad y logró a finales del pasado año un blindaje especial ante esta ley para poder competir con la banana de terceros países. 

Para Ángela Delgado la Ley de Cadena es «necesaria» porque debe existir una regulación que fije los costes mínimos para evitar «abusos». Pero reflexionó que después los productores deben enfrentarse al mercado y a la competencia desleal que suponen las producciones que llegan desde países fuera de la Unión Europea, con menores requisitos y unos costes de producción más bajos. «Sería necesaria una futura ley que estableciese que un plátano, una papa o una zanahoria no puede venderse en España por debajo de los costes de los productores españoles», valoró. 

En lo que todos sí coincidieron fue en que el sector primario está atravesando uno de los peores momentos de su historia más reciente. No solo el alza de la energía está elevando los costes de las explotaciones sino también la escalada de los insumos agrícolas está restando liquidez a los productores. 

Algo que está notando el Banco Santander entre sus clientes del sector agroalimentario, como ratificó ayer Lorena Ruiz, quien confirmó que la entidad ha incrementado la financiación a este sector en el primer semestre de este año. «Nosotros acompañamos al sector desde el productor a las cooperativas, la industria de suministro y las transformadoras», explicó. A ellos les ofrece «productos a corto y largo plazo» especializados y que tienen siempre cuenta su flujo de ingresos. «Es importante conocer su calendario para no estresar sus pagos», recalcó.

En el debate del Foro Agro Santander también se tocaron otros temas que están afectando al sector en Canarias. Uno de ellos fue la erupción en la isla de La Palma que arrasó decenas de hectáreas de cultivo. El más afectado por la crisis volcánica ha sido el plátano, aunque tal y como aseguró el presidente de Asprocan ha demostrado tener una gran capacidad de superación. «Es fundamental que La Palma recupere los 12 millones de kilos que el volcán arrasó», concretó y especificó que en dos años esperan haber recobrado el 90% de lo perdido. «La mayor parte del problema es la falta de riego», asumió, por lo que si esto se resuelve confía en que el sector pueda devolver rápidamente sus cifras a las que tenía antes del volcán. Tras esto, el desafío será rescatar la cuota de mercado perdida por la falta de producción y que habrá copado la banana. 

Ángela Delgado también señaló a la competencia de los productos de terceros países como una de las principales dificultades para la agricultura isleña. «Hay un cambio de modelo y tenemos que competir con un agricultor del otro extremo del planeta con costes diferentes a los nuestros», evidenció la presidenta de Asaga. Sin embargo, ratificó que «no es viable» que cada vez se necesiten explotaciones mayores para poder sobrevivir.

Relevo generacional

El presidente de COAG-Canarias también quiso poner sobre la mesa uno de los problemas más acuciantes que tiene el sector primario en las Islas: la falta de relevo generacional. «Cuando miro a mi alrededor veo muchas cabezas blancas», lamentó antes de añadir que son muchos los que salen del sector y los que entran no están en la misma proporción. «Es un problema estructural que no se resuelve con ayudas», sentenció. 

Bajo su punto de vista, «no es suficiente» con que solo cojan el testigo quienes son «hijos de agricultor o están vinculados por algún motivo» y aseguró que el mayor incentivo para que las personas se incorporen a la actividad agraria «es que puedan ganarse la vida de manera digna». 

 Algo en lo que se mostró de acuerdo la responsable de Negocio Agroalimentario de Santander España quien consideró que las explotaciones deben ser sostenibles medioambiental y socialmente, pero también económicamente. «Si no atraemos a los jóvenes al campo y fijamos población en el medio rural, la España vaciada cada vez contará con menos personas y no tendremos gente que trabaje en un sector que es esencial para nuestra economía» y recordó que representa un 11% del Producto Interior Bruto (PIB) a nivel nacional y es el mayor generador en la balanza exportadora del país.

El Santander apoya a 10.000 clientes del sector primario en Canarias

El Banco Santander cuenta con 10.000 clientes vinculados al sector primario en el Archipiélago a los que presta el apoyo necesario para capear la crisis actual y llevar a cabo los proyectos que necesitan. Así lo detalló ayer en el Foro Agro Santander –que contó con la colaboración de EL DÍA– el director comercial de la entidad en Canarias, Jafet Hassan Abrante, quien señaló que el banco ha inyectado este año 55 millones de euros a las empresas de este sector en el Archipiélago. Una financiación que a nivel nacional se ha incrementado un 5%, hasta los 2.175 millones de euros, en los seis primeros meses de 2022. «Si hay un sector por el que el banco apuesta en Canarias es este», señaló. 

Durante su intervención en el foro, que sirvió de cierre a un evento que abordó los retos del futuro del sector agrícola en las Islas, Hassan Abrante aseguró que la entidad está volcada en apoyar al sector primario respaldando tanto la creación como el crecimiento de los negocios vinculados a esta actividad. «Dentro del sector agroalimentario el banco tiene mucha experiencia y agilidad a la hora de financiar proyectos», sostuvo. 

El director comercial de Santander en Canarias detalló que uno de los productos más importantes vinculados al sector es el Fondo Agro, dotado con 500 millones de euros, y que busca financiar a las empresas que quieran realizar inversiones y acometer proyectos de crecimiento, transformación, digitalización o creación de empleo en sus explotaciones. El fondo ofrece financiación a largo plazo a través de instrumentos de deuda y estructuras flexibles adaptadas a las necesidades de cada empresa. 

Asimismo, también insistió en que la entidad continúa apostando por las líneas de apoyo que ha venido desarrollando hasta ahora como la campaña del Posei, que permite adelantar el ingreso de estas ayudas con un procedimiento «que el banco intenta que sea lo más digital posible y que en tan solo tres clic lo puedas tener ingresado en la cuenta». A esto se une el resto de productos tradicionales que ha desarrollado el Banco Santander para este tipo de clientes como el crédito de campaña o los seguros multirriesgo. La entidad financiera está también volcada en la transformación digital del sector agrario en todo el país y para ello posibilita a través de Crédito Agro I+D+I el desarrollo de actuaciones que busquen tecnificar y digitalizar las explotaciones. No solo pone a disposición de los productores cuadernos de campo digitales en los que pueden registrar todos los detalles de sus explotaciones sino que también ha creado una app digital especialmente diseñada para ellos con toda la información que necesitan.