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El precio de la leche se multiplica por 2,4 entre el establo y el supermercado

El puerro y el repollo son los que más encarecen tras pasar por los intermediarios | Uno de cuatro hogares no llega a final de mes

Los ganaderos canarios recibieron en junio 0,48 euros por cada litro de leche de vaca que produjeron, mientras que el consumidor final pagó en el supermercado, hipermercado o similar 1,16 euros. Es decir el precio se multiplicó por 2,41 (141% de diferencia), según el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (Ipod) elaborado por la COAG.

El dato, conocido ayer, añade más leña al fuego de las denuncias de los productores del Archipiélago, que aseguran estar percibiendo cantidades inferiores a las que suman sus costes, lo que contraviene la Ley de Cadena Alimentaria. La presión inflacionista que sufren desde hace un año insumos como el forraje y el pienso de alimentación animal propician el enfrentamiento de las partes.

Tras una reunión en la que el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, sentó a todos a una misma mesa, incluida también la industria quesera, se anunció el compromiso de elevar los pagos al campo canario, pero nunca se alcanzaron los 60 céntimos que les cuesta poner en el mercado cada litro de leche.

Sin embargo, este no es el mayor factor multiplicador contenido en el Ipod de junio. Es el puerro el que más se encarece tras el paso por el intermediario, que paga 0,46 euros al agricultor y exige 2,48 euros a la clientela, 5,39 veces más. Le sigue el repollo 0,28 euros en origen y 1,40 euros en su destino final, cinco veces más.

Por otra parte, una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), dada a conocer también ayer, constata que una cuarta parte de los hogares ya tiene dificultades para cubrir sus gastos diarios. Un 34% de los encuestados no tiene ningún margen de ahorro, lo que está abriendo «una situación delicada», concluye la organización.

El alza de precios afecta especialmente a las familias con dos o más hijos, a los desempleados, a quienes viven de alquiler y a las personas de entre 45 y 59 años. A la vista de esta situación, la OCU reclama un plan de choque por parte del Gobierno en tres frentes básicos; la suspensión temporal de impuestos energéticos, una rebaja del IVA –en la Península– en los alimentos y proporcionar cheques comida a los más vulnerables.

Las dificultades económicas, obviamente, no afectan a todos los hogares por igual. Tipo de familia, situación profesional, propiedad de la vivienda y edad influyen en el impacto de la crisis. Según la encuesta de la OCU, los hogares que han resultado más perjudicados por estas subidas son las familias más jóvenes con niños a cargo (el 59% de ellas no tienen ningún margen de ahorro); después, quienes se encuentran en situación de desempleo (51% igualmente sin margen de ahorro); los que viven de alquiler (46% incapaces de ahorrar); y, por último, las personas del grupo de edad de entre 45 y 59 años (39% que tampoco pueden ahorrar nada).

Las medidas básicas para combatir la crisis por parte de los consumidores son según la OCU comprar productos de marcas más económicas en el supermercado o usar menos los electrodomésticos (42% de los encuestados); el 29% ha pospuesto la compra de ropa o ha renunciado a hacerlo. Además, hasta el 36% de los participantes reveló usar menos su coche para ahorrar gasolina, tal y como se explica en la revista Compra Maestra de julio.

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