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Exigencias legales

La libre competencia ferroviaria tropieza en Francia

La operadora francesa SNCF deja de prestar servicio entre Cerbère y Portbou por no contratar maquinistas con conocimientos de español

Imagen del nuevo modelo de AVE de Talgo, conocido como AVRIL.

Desde el pasado 1 de julio, el tren nocturno que conectaba París con Portbou se para en Cerbère. La nueva regulación de Adif que exige que algún maquinista o auxiliar sepa español es la causa. Trenes de la operadora francesa SNCF no pueden cruzar la frontera. Las dificultades para el tránsito ferroviario entre ambos países se acrecientan. 

La parada fronteriza de Cerbère es un ejemplo más de las dificultades que tiene la libre competencia ferroviaria en EuropaRenfe quiere dar servicio de larga distancia en Francia, pero tiene dificultades. SNCF lo hace en España a través de OUIGO, pero no quiere competencia en su mercado natural. 

Renfe presta seis servicios por sentido de la línea R11 de Rodalies de Catalunya entre Cerbère y Portbou y pretende mantener esos trenes gracias a la contratación de personal con conocimientos de francés. Al menos un auxiliar de conducción con conocimientos de francés acompaña el viaje entre Portbou y Cerbère. La solución de ofrecer un autobús para cubrir el traslado transfronterizo no complace a los ciudadanos franceses. 

"Esta decisión viene motivada por la imposibilidad de encontrar un acuerdo que derogue las normas europeas de seguridad ferroviaria entre el administrador de infraestructuras español (Adif) y los operadores SA Voyages SNCF y su entidad Intercités", ha denunciado el sindicato francés CGT. El motivo de esta paralización del servicio es claro para los sindicatos franceses: "Se trata sobre todo de una guerra económica entre la SNCF y Renfe ligada a la liberalización. Una vez más, son los usuarios los que sufren estas elecciones políticas".

En fuentes de Renfe reconocen las dificultades que llevan años afrontando en su objetivo de entrar en el mercado ferroviario francés. La muestra más evidente se produjo el pasado febrero con el anuncio de SNCF de dar por zanjados los proyectos de explotación conjunta de líneas de alta velocidad transfronterizas. El operador francés comunicó al español que dejará de colaborar en las líneas que unen Madrid y Barcelona con Lyon, Paris y Marsella a finales de este año, pero quiere mantener por su cuenta la conexión París-Barcelona por ser la única que considera rentable.

Renfe ha reafirmado ahora su objetivo de reforzar el servicio entre Madrid y Marsella y Lyon, con oferta de empleo incluida dirigida a 13 maquinistas encargados de trabajar en las vías francesas.

Mientras Ouigo sigue su expansión en España, Renfe denuncia repetidos obstáculos para impulsar su expansión francesa. El retraso en la entrega de trenes de alta velocidad de Talgo, por el que Renfe estudia ahora las compensaciones a exigir, es otro problema más para cumplir los objetivos de mejora y refuerzo de los servicios de alta velocidad. 

SNCF escudó su salida de la firma conjunta Elipsos por las pérdidas acumuladas en los servicios transfronterizos. Para Renfe, los malos resultados económicos de las líneas francesas son consecuencia de la pandemia y son recuperables. El tráfico de viajeros cayó en estas líneas el 70% en 2020 y otro 60% en 2021 con respecto a 2019. No existe actualmente un calendario de puesta en marcha de nuevos servicios de Renfe en Francia. Los permisos de homologación de los Talgo S106 se han pedido ante las autoridades francesas, pero la temporada veraniega ya se da por perdida y el incremento de líneas sigue sin fechas en la agenda. Actualmente SNCF tiene trenes Alstom entre París y Barcelona. Renfe mantiene sus AVE Madrid-Marsella y Barcelona-Lyon. 

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