Las empresas de Canarias y Baleares son las que presentan una visión más optimista sobre la evolución de su economía pese a la incertidumbre actual, según la nueva edición del informe Perspectivas España 2022, realizado por KPMG en colaboración con la CEOE.

Esta buena previsión, señala el documento, es un síntoma inequívoco de que se está viviendo una recuperación de la actividad turística, clave en la estructura económica del país y, sobre todo, de ambos archipiélagos. De hecho, el 77% de las empresas españolas espera aumentar su facturación en 2022 y el 46% prevé incrementar además sus plantillas, pese a la incertidumbre generada por el conflicto de Ucrania por la invasión de Rusia y el empeoramiento de sus perspectivas para la economía del país.

«Los empresarios españoles son muy conscientes de que estamos en un momento complicado, en el que se necesitan medidas adicionales para consolidar la recuperación que se había iniciado y hacer frente a la amenaza que supone una inflación descontrolada», incidió el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi.

Y es que, ante la escalada que ha experimentado la inflación en los últimos meses, que ha incrementado los costes de producción y reducido la capacidad de compra de los consumidores, tres de cada cuatro directivos consideran que es una de las principales amenazas para la economía española, según el sondeo realizado entre abril y mayo. Por ello, mitigar el impacto de la inflación en la economía es la demanda más común entre las empresas españolas al Gobierno central, tal y como lo mencionan tres de cada cuatro encuestados (69%).

Esto exige, según Garamendi, un marco para el desarrollo de la actividad empresarial que ofrezca certidumbre y un entorno regulatorio estable, además de reformas para corregir las debilidades estructurales de la economía y rebajas de impuestos e incentivos fiscales.

Por su parte, el presidente de KPMG en España, Juanjo Cano, aseguró que los directivos mantienen su visión estratégica y sus perspectivas de inversión, crecimiento y contratación, a pesar de haberse tornado más pesimistas ante la evolución de la economía y el empeoramiento de factores como la inflación.

El cambio es más significativo en las perspectivas a 12 meses, ya que el porcentaje de empresarios que preveía que la economía española iría a mejor o mucho mejor antes de la guerra se reduce a la mitad, pasando del 43% al 21%. Por su parte, aquellos que anticipan que evolucionará a peor o mucho peor crece 26 puntos (del 19% al 45%), siendo esta opinión la mayoritaria entre los empresarios que han participado en el sondeo.

Pese a que las previsiones de contratación son más moderadas que a finales de 2021 y principios de 2022, siguen siendo mayoritariamente optimistas.