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La ZEC busca atraer multinacionales de semiconductores en el Archipiélago

Los contactos que el área de baja fiscalidad mantiene con potenciales inversores constatan el creciente desinterés por comprar el talento para llevárselo fuera

Tecnología desarrollada por Wooptix y que acelera la producción de semiconductores. | | CARSTEN W. LAURITSEN

Semiconductores y microchips son dos de las carencias más aludidas desde que, tras pasar lo peor de la pandemia, se viene alertando de la escasez de materias primas y de los problemas logísticos internacionales. Traducido, la demanda supera con mucho a la oferta de bienes tan fundamentales en el presente como vehículos o productos electrónicos en general. En Canarias, al calor de sus dos universidades públicas, nacen empresas (spin off) con talento suficiente como para atraer la atención de otros países, y la Zona Especial Canaria (ZEC) quiere apuntalar ese interés acercando a los núcleos principales de esta industria los beneficios fiscales que les supone afincarse en las Islas.

El objetivo último es la generación en el Archipiélago de un ecosistema –por qué no un hub– capaz de relacionarse de igual a igual con otros de la misma naturaleza. «Ya algunas de las empresas que se han creado en las Islas hablan con los gigantes del sector de tú a tú», confirmó este miércoles el presidente de la zona de baja fiscalidad de Canarias, la ZEC, Pablo Hernández. 

En ese contexto se enmarca la visita que este jueves gira a la empresa Wimmic. Instalada en el Parque Tecnológico de Gran Canaria (ULPGC) esta compañía se dedica al diseño de circuitos integrados de radiofrecuencia (RFIC) y microondas (MMIC). Se entiende más la importancia de su trabajo por el destino final de sus investigaciones: las telecomunicaciones, la defensa y el espacio. 

Nacida en 2017, ya el año pasado despertó la atención en Inglaterra. «El capital privado tiene que invertir para retener el talento canario», señaló recientemente el director técnico de Wimmic, Ashad Madni, en una entrevista. Y esa es una de las ideas principales. Algunas multinacionales ya han puesto los ojos en las Islas con la intención «de llevarse el talento», detalló Hernández, que se genera al calor del Instituto Universitario de Microelectrónica Aplicada (IUMA) de la ULPGC y el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC).

Escasean los ingenieros

Si algo escasea en el momento actual, es la aptitud. Hay pocos ingenieros que no se dejen seducir por las consultoras, lo que les garantiza sueldos elevados de manera rápida. Son los menos los que se decantan por una rama electrónica donde el éxito depende de factores menos sólidos; eso sí, estos profesionales son los más demandados en todo el mundo.

De ahí que las grandes compañías acudan a buscarlos allá donde estén. Sin embargo, en el caso de Canarias comienza a quebrarse la tendencia y se multiplican las que guardan su intención de comprar los negocios para relocalizarlos lejos de aquí. Es en este punto concreto en el que la ZEC tiene mucho que decir, explicando que los beneficios de una inversión tributan en las Islas al 4%.

«Hemos realizado muchos contactos», expuso Pablo Hernández, que aclara en todo caso que lo que existe es aún «una chispita que hay que alimentar». Wimmic ya ha despertado el interés de Reino Unido y eso le ha valido nutrirse de talentos que, como en el caso de Madni, llevan más de 30 años trabajando en el sector.

«Es todavía una chispita que tenemos que alimentar», señala Pablo Hernández

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«En la actualidad somos siete en Canarias, tres en Inglaterra, uno en Valencia y otro en los Países Bajos», detalló el director de operaciones de la compañía isleña, Braulio Quintana, en lo que respecta a la plantilla de ingenieros. Él mismo y otro integrante más terminan de completar el staff desde la gestión. Las tecnologías permiten a todos estar en contacto continuo. Tanto es así que esta semana ha sido la primera en que el equipo ha podido –en buena parte por culpa de la pandemia– reunirse en Gran Canaria.

Los números alcanzados hasta el momento por la compañía dan idea del interés que ha despertado su actividad. En sus menos de cinco años de vida, ha pasado de contar con cinco empleados a los catorce actuales y de facturar medio millón de euros a los alrededor de dos millones actuales; además, logrando saltar a los ámbitos nacional e internacional.

Wimmic no está sola en este viaje. Wooptix, primera spin off nacida (2016) en la ULL, ha ideado una tecnología novedosa y altamente competitiva para la medición de las obleas de silicio que forman parte de los semiconductores y para muchas otras aplicaciones en el mundo de la óptica o la filmación, por ejemplo. Tanto es así que esta startup ya se cuenta en la cartera de participadas de un gigante como Intel y ha logrado levantar 10,5 millones de euros de la aceleradora del Consejo Europeo de Innovación (EIC).

Semiconductores y microchips son dos de las carencias más aludidas desde que, tras pasar lo peor de la pandemia, se viene alertando de la escasez de materias primas y de los problemas logísticos internacionales. Traducido, la demanda supera con mucho a la oferta de bienes tan fundamentales en el presente como vehículos o productos electrónicos en general. En Canarias, al calor de sus dos universidades públicas, nacen empresas (spin off) con talento suficiente como para atraer la atención de otros países, y la Zona Especial Canaria (ZEC) quiere apuntalar ese interés acercando a los núcleos principales de esta industria los beneficios fiscales que les supone afincarse en las Islas.

El objetivo último es la generación en el Archipiélago de un ecosistema –por qué no un hub– capaz de relacionarse de igual a igual con otros de la misma naturaleza. «Ya algunas de las empresas que se han creado en las Islas hablan con los gigantes del sector de tú a tú», confirmó este miércoles el presidente de la zona de baja fiscalidad de Canarias, la ZEC, Pablo Hernández. 

En ese contexto se enmarca la visita que este jueves gira a la empresa Wimmic. Instalada en el Parque Tecnológico de Gran Canaria (ULPGC) esta compañía se dedica al diseño de circuitos integrados de radiofrecuencia (RFIC) y microondas (MMIC). Se entiende más la importancia de su trabajo por el destino final de sus investigaciones: las telecomunicaciones, la defensa y el espacio. 

Nacida en 2017, ya el año pasado despertó la atención en Inglaterra. «El capital privado tiene que invertir para retener el talento canario», señaló recientemente el director técnico de Wimmic, Ashad Madni, en una entrevista. Y esa es una de las ideas principales. Algunas multinacionales ya han puesto los ojos en las Islas con la intención «de llevarse el talento», detalló Hernández, que se genera al calor del Instituto Universitario de Microelectrónica Aplicada (IUMA) de la ULPGC y el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC).

Escasean los ingenieros

Si algo escasea en el momento actual, es la aptitud. Hay pocos ingenieros que no se dejen seducir por las consultoras, lo que les garantiza sueldos elevados de manera rápida. Son los menos los que se decantan por una rama electrónica donde el éxito depende de factores menos sólidos; eso sí, estos profesionales son los más demandados en todo el mundo.

De ahí que las grandes compañías acudan a buscarlos allá donde estén. Sin embargo, en el caso de Canarias comienza a quebrarse la tendencia y se multiplican las que guardan su intención de comprar los negocios para relocalizarlos lejos de aquí. Es en este punto concreto en el que la ZEC tiene mucho que decir, explicando que los beneficios de una inversión tributan en las Islas al 4%.

«Hemos realizado muchos contactos», expuso Pablo Hernández, que aclara en todo caso que lo que existe es aún «una chispita que hay que alimentar». Wimmic ya ha despertado el interés de Reino Unido y eso le ha valido nutrirse de talentos que, como en el caso de Madni, llevan más de 30 años trabajando en el sector.

«Es todavía una chispita que tenemos que alimentar», señala Pablo Hernández

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«En la actualidad somos siete en Canarias, tres en Inglaterra, uno en Valencia y otro en los Países Bajos», detalló el director de operaciones de la compañía isleña, Braulio Quintana, en lo que respecta a la plantilla de ingenieros. Él mismo y otro integrante más terminan de completar el staff desde la gestión. Las tecnologías permiten a todos estar en contacto continuo. Tanto es así que esta semana ha sido la primera en que el equipo ha podido –en buena parte por culpa de la pandemia– reunirse en Gran Canaria.

Los números alcanzados hasta el momento por la compañía dan idea del interés que ha despertado su actividad. En sus menos de cinco años de vida, ha pasado de contar con cinco empleados a los catorce actuales y de facturar medio millón de euros a los alrededor de dos millones actuales; además, logrando saltar a los ámbitos nacional e internacional.

Wimmic no está sola en este viaje. Wooptix, primera spin off nacida (2016) en la ULL, ha ideado una tecnología novedosa y altamente competitiva para la medición de las obleas de silicio que forman parte de los semiconductores y para muchas otras aplicaciones en el mundo de la óptica o la filmación, por ejemplo. Tanto es así que esta startup ya se cuenta en la cartera de participadas de un gigante como Intel y ha logrado levantar 10,5 millones de euros de la aceleradora del Consejo Europeo de Innovación (EIC).

11.000 millones para el Perte

Microchips y semiconductores

En los primeros días del mes pasado, el presidente de España, Pedro Sánchez, anunció la aprobación inmediata de un nuevo Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte). Estará dedicado a microchips y semiconductores y contará con 11.000 millones de inversión pública.

‘Fabless’

Las compañías canarias de este ámbito son fabless, es decir, no fabrican. Su labor se desarrolla en el ámbito de la innovación. «Una parte importante del Perte está dirigida a la fabricación», señala el presidente de la ZEC. Y una suma también relevante estará dedicada a la industria de la automoción. La lejanía y la posibilidad de que se rompa la cadena de suministros sacan a las Islas de esa ecuación. «Para todo lo demás, somos competitivos», explica Hernández.

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