La histórica subida de precios que azota la economía europea obliga a la Consejería de Hacienda a modificar los presupuestos para cubrir el mayor gasto en Sanidad o Educación. Pero también engorda la recaudación tributaria hasta cifras insospechadas. Sobre todo los ingresos por el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC), el gran impuesto al consumo en la Comunidad Autónoma. La inflación galopante se traslada al coste de los productos y servicios, de modo que aumenta lo que se queda la Administración en concepto de IGIC. No es lo mismo el 7% del precio de un bien que cuesta cien euros que el 7% de ese mismo bien cuando la ola inflacionaria ha disparado su coste un 5, un 12 o un 18%. Así que la recaudación pública se desboca. Ocurre en el caso del IGIC y ocurre también en el caso de su gemelo en el resto de España: el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Pero hay, sin embargo, un importante matiz: los ingresos por el IGIC crecen a un ritmo tres veces superior a los del IVA.
El fisco isleño cobra por primera vez más de 500 millones por el IGIC en el primer trimestre de año
Según los datos de la propia Agencia Tributaria Canaria, la recaudación por el IGIC llegó en el primer trimestre del año a 507,8 millones de euros. ¿Mucho o poco? Muchísimo. De hecho se trata de una cuantía récord. El incremento interanual, es decir, en comparación con los ingresos en los mismos meses de 2021, es de un 62%. Una subida a todas luces extraordinaria que incluso hace palidecer el notable aumento de la recaudación por el IVA. El Impuesto sobre el Valor Añadido dejó en las arcas públicas del país en el arranque del ejercicio algo más de 23.586 millones de euros, hasta un 21,3% más que en el mismo período del año pasado. Así pues, los ingresos de la Hacienda isleña en concepto de IGIC crecen en un porcentaje que triplica el del alza del IVA en el conjunto del Estado. Es cierto que el IVA sufrió menos que el IGIC el primer golpe de la covid –el importe disminuyó un 5% de enero a marzo de 2021 frente a la caída del 21,7% del IGIC–, pero también es verdad que el repunte de este último en el arranque de 2022 está muy por encima de aquella reducción.
Los técnicos de la Agencia Tributaria Canaria atribuyen este histórico incremento de los ingresos por el IGIC a varios factores: la recuperación económica una vez superado lo peor de la pandemia de coronavirus; el aumento de los costes del transporte marítimo por la escasez mundial de contenedores, lo que aumenta a su vez la recaudación por el IGIC que se aplica a las importaciones; y la ola inflacionaria. O dicho de otro modo: «el alza generalizada de los precios causada por los altos índices de inflación que se están registrando desde mediados de 2021».
Consumo e inversión
Aunque esa subida del 62% en el primer trimestre de 2022 ya evidencia hasta qué punto la inflación está hinchando los ingresos que la Hacienda canaria obtiene del consumo de ciudadanos y turistas y de la inversión de las empresas, la comparación con 2019 es si cabe más reveladora. En los tres primeros meses de ese año, el último antes de la irrupción de la covid, la recaudación por el IGIC ascendió a 450,9 millones de euros. Son cerca de 57 millones menos que en el mismo período del actual ejercicio. Y las cifras de 2018 fueron similares. Así que es verdad, como expone el informe de la Agencia Tributaria Canaria, que la reactivación económica y la recuperación de los turistas explican, al menos en parte, el desorbitado crecimiento de los ingresos por el IGIC, pero no es menos cierto que ni hay todavía tantos visitantes como había antes de la covid ni los bolsillos de las familias y las cajas de las empresas están del todo restablecidos del golpe de la pandemia.
La Agencia Tributaria Canaria reconoce el efecto del alza de los precios en las arcas públicas
Además, el encarecimiento de los fletes marítimos influye en la recaudación por el IGIC aplicado en las importaciones, pero no en el llamado IGIC interior, que es el que se paga en las compraventas de bienes y servicios dentro del Archipiélago, es decir, el que se paga al comprar un refresco o al tomarse una caña en una terraza. Y ocurre que tres cuartas partes de lo que Hacienda percibe por el IGIC corresponden en realidad al IGIC interior. Todo ello pone de manifiesto el enorme peso que la inflación tiene en el no menos enorme incremento de la recaudación pública derivada del consumo de las familias y la inversión de las empresas.
