La directiva de Twitter ha aceptado la oferta de compra de la plataforma al magnate tecnológico Elon Musk por unos 44.000 millones de dólares en efectivo (41.000 millones de euros). Así lo han avanzado a Reuters personas familiarizadas con el asunto, que han señalado que el acuerdo final de 54,20 dólares por acción podría producirse durante la tarde de este lunes. De momento se ha suspendido la cotización de la red social, que dejará de cotizar en bolsa por decisión de su nuevo dueño.

El hombre más rico del planeta llevaba semanas presionando al consejo de administración de la red social para hacerse con su control, algo que podría traducirse en importantes cambios para su funcionamiento. La directiva se ha reunido esta tarde y ha recomendado a los accionistas aceptar la "mejor y definitiva" oferta que Musk ha puesto sobre la mesa. La noticia de una más que posible compra ha hecho que las acciones de Twitter se revaloricen un 4,5%. El multimillonario está negociando la compra de la red social a título personal, sin implicación alguna de Tesla, la compañía de coches eléctricos que dirige.

Aunque el acuerdo aún no es oficial, Musk ha reaccionado como si ya se hubiese cerrado. "Espero que hasta mis peores críticos sigan en Twitter, porque eso es lo que la libertad de expresión significa", ha tuiteado.

Sin embargo, eso no significa que la OPA hostil de Musk triunfe. Twitter aún no ha sido capaz de asegurar la opción que le permitiría solicitar otras ofertas una vez que el acuerdo se haya firmado, pero sí podría aceptar otra oferta pagando a Musk una cuota de ruptura, según esas mismas fuentes confidenciales.

Cambiar la plataforma

Musk ha dicho que Twitter necesita ser privatizada para crecer y convertirse en una auténtica plataforma de libertad de expresión. Esa privatización la llevaría a salir de la Bolsa de Nueva York, donde cotiza actualmente. El magnate ha criticado de forma reiterada las políticas de moderación de contenido de la plataforma. “Visto que Twitter funciona como plaza pública de facto, que no se adhiera a los principios de la libertad de expresión socava la democracia”, tuiteó a principios de abril. Eso hace pensar que, de llegar a tomar el control, eso pueda traducirse en el regreso de Donald Trump a la red social, de donde fue expulsado por alentar el asalto al Capitolio perpetrado por seguidores ultraderechistas.

En primera instancia, la directiva de Twitter vio la propuesta de Musk con escepticismo y adoptó una 'píldora venenosa', como se conoce técnicamente una maniobra defensiva que impide al empresario que lanza esa OPA hostil acumular más acciones de la compañía. De darse, el acuerdo entre ambas partes llegaría apenas cuatro días después de que Musk desvelara un paquete de financiación, con el apoyo de prestamistas como el banco de inversiones Morgan Stanley, para respaldar la adquisición. Esto hizo que el consejo de administración se tomara más en serio su propuesta. Muchos accionistas habrían pedido a la compañía que no dejara escapar la oportunidad de alcanzar un acuerdo, según ha informado Reuters.

La oferta de Musk puso al actual directo ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, entre la espada y la pared. El ingeniero indio-americano intentó primero que, tras convertirse en el mayor accionista individual de la plataforma con un 9,2%, el magnate entrase a formar parte de la junta directiva, lo que lo limitaba a no poder superar el 15% de participación. Musk optó por no hacerlo y lanzar una OPA hostil que ahora podría poner fin mandato de Agrawal, quien en noviembre sustituyó al fundador de la compañía, Jack Dorsey. Aunque desde entonces la empresa no está siendo más rentable, si está en vías de alcanzar los ambiciosos objetivos que el accionariado ha fijado para 2023.