Semana Santa es el escenario en el que podrá contemplarse el primer paso adelante verdadero del sector turístico tras la pandemia. Sin apartar por completo la mirada del comportamiento del coronavirus, estos días festivos marcan el hito de poner en el mercado una oferta mayor de conexiones aéreas que antes de estallar la crisis sanitaria. Desde este viernes y hasta el lunes 18 de abril (Lunes de Pascua) aterrizarán y despegarán de los ochos aeropuertos canarios 12.516 aviones, 181 más (1,46%) que en la Semana Santa de 2019.
Los datos ofrecidos este jueves por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) detallan que el crecimiento viene dado por las conexiones internacionales, que suman un total de 5.593 para superar en 276 (5,2%) las ofertadas hace tres años. El volumen de vuelos nacionales, sin embargo, retrocede un 1,35% -95 operaciones menos-, movimiento que no tiene un significado de largo recorrido dado que el mercado peninsular está plenamente recuperado desde hace meses.
El sábado de esta semana será el más exigente para el personal de los aeropuertos. Será la jornada en la que mayor número de despegues y aterrizajes se produzcan, con 1.421. Ese mismo día es el de mayor tráfico previsto en los dos aeropuertos con mayor peso específico para la actividad turística. Gran Canaria (444 operaciones) y Tenerife Sur (272). Fuerteventura se suma a ellos, con 200 aviones recorriendo su pista, cifra que iguala a la que registrará justo siete días después.
Y es precisamente ese Sábado Santo, ya dentro de la operación retorno, el segundo día de mayor densidad para el tráfico aéreo en las Islas. Además del aeródromo majorero, también el de La Palma alcanzará entonces su pico de operaciones (74). El de Tenerife Norte, que en dicha isla es origen y destino de la mayor parte de vuelos que la conectan con la España peninsular y el resto del Archipiélago, se adelanta un día y tiene marcado en rojo en el calendario este viernes cuando llegarán o se marcharán 214 aviones.
Quienes más alargarán el asueto son los viajeros que eligen Lanzarote, donde están previstas 232 operaciones para el Domingo de Resurrección, el máximo entre mañana y el Lunes de Pascua.
El estallido de la pandemia colocó al sector en una situación más que complicada, con varias empresas multinacionales al borde la quiebra que necesitaron de la inyección de fondos públicos para mantenerse a flote. Desde entonces, cada vez que se ha abierto una ventana a través de la que recuperar parte de la facturación desaparecida, Canarias ha estado presente en sus agendas, y con lugar protagonista.
El éxito del proceso de vacunación y las medidas de contención conforman ahora un contexto que, al menos a priori, garantiza unas tasas de ocupación de los aviones más que aceptables. Baste recurrir a la previsión de ocupación de la planta hotelera para esta Semana Santa, incluso superior al 80% a partir del Jueves Santo.
La menor demanda de destinos más próximos al conflicto bélico desatado por Rusia contra Ucrania también da ventaja a las Islas, sobre todo cuando el alza del coste del combustible aún no se ha trasladado al precio de los billetes de avión ni los paquetes turísticos.
