El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha presentado este jueves un estudio titulado "Las tensiones en los mercados de trabajo de las economías avanzadas" que examina por qué, a pesar de la recuperación postpandemia, sigue habiendo muchos puestos de trabajo sin cubrir, y analiza una de las consecuencias de este fenómeno: la subida de los salarios. Los autores del texto concluyen que estos aumentos, que benefician sobre todo a los empleos peor pagados, son útiles para combatir las desigualdades, pero alertan de que si la situación se extiende al conjunto de la economía los repuntes de sueldos pueden contribuir a elevar aún más los desbocados niveles de precios, y recomiendan a los Estados aplicar políticas que incorporen más trabajadores para conjurar este riesgo y "destensar" los mercados de trabajo.

El documento constata que en las economías avanzadas el nivel de vacantes que no se cubren es históricamente elevado en estos momentos, y concluye que esto se debe a que se ha reducido el número de personas que buscan empleo; en algunos países incluso con cifras muy altas de renuncias voluntarias, un fenómeno que ha dado en llamarse "la Gran Dimisión". Los sectores más afectados son los de baja cualificación y salarios (por ejemplo, mozos de almacén, transportistas o dependientes de tienda), y las razones que los autores encuentran son diversas, todas relacionadas con el covid: sanitarias (el temor al contagio que experimentan los trabajadores de más edad, que les empuja a no buscar empleo), migratorias (por la reducción de la llegada de extranjeros durante la etapa de cierre de fronteras), de cambio en las preferencias laborales (la gente busca empleos con mejores condiciones tras la experiencia de trabajar en pandemia) y por el desajuste entre la demanda de empleo postpandemia y el perfil de los que buscan trabajo, un problema menor -dicen los autores- pero que es España es más agudo que en el resto de economías similares.

Aumentos salariales

Las consecuencias en términos salariales de esta falta de cobertura de puestos de trabajo es una elevación de los salarios, por el mayor poder negociador de los trabajadores que optan a esas plazas, explican en el texto. Cifras sólo hay para Reino Unido y Estados Unidos: en los sectores de menor retribución, esta situación ha provocado aumentos anuales de salarios de entre el 4% y el 6%, que se traslada a unas subidas de sueldos en el conjunto de la economía del 1,5%, por el bajo peso relativo que tienen estas ocupaciones en la masa salarial global. Aunque no hay datos para hacer estas estimaciones en la Europa continental, los autores advierten de que las subidas serán posiblemente más bajas, por "las reglamentaciones laborales más estrictas y por la negociación colectiva más centralizada" que hay en esos países.

El informe concluye que "la tensión actual [del mercado de trabajo] mantendrá posiblemente elevados durante algún tiempo los crecimientos salariales, sobre todo en la parte baja de la distribución salarial", algo que "contribuirá a reducir la desigualdad salarial" y que sólo afecta "de forma limitada a los costes laborales generales, y por lo tanto a la inflación en la economía"; pero existe el "riesgo" de que "la inflación reciente alimente crecimientos salariales [en el conjunto de la economía], y que esos salarios más altos a su vez impulsen los precios", sobre todo ahora que los precios están "superando en buena medida o por completo los aumentos de sueldos". En definitiva, el documento alerta del llamado efecto de segunda ronda, por el que los salarios crecen para igualar los precios, y esto empuja de nuevo al alza los precios, lo que desencadena una espiral de subidas.

Políticas activas y teletrabajo

Ante esta situación, el documento del FMI recomienda a los bancos centrales que "sigan siendo claros sobre su compromiso de aliviar efectos de segunda ronda", y a los Gobiernos les lanza un conjunto de recomendaciones para conseguir aumentar el número de personas disponibles para trabajar y así "suavizar las presiones sobre el mercado de trabajo a la vez que se hace más inclusiva a la recuperación". La primera, fomentar las políticas activas de empleo, las que se orientan a recualificar a trabajadores y parados, que pueden "amplificar las fuerzas del mercado, atrayendo a más personas de vuelta a la fuerza de trabajo, cubriendo vacantes disponibles y ayudando a los trabajadores a conseguir el tipo de empleos que buscan". Singularmente, estas políticas pueden proporcionar a personas poco cualificadas las destrezas necesarias para ajustarse a puestos de la economía digital, señala el texto.

También sugieren "facilitar el teletrabajo y el trabajo remoto", con nuevas leyes que lo "hagan atractivo para trabajadores y empresas", y poniendo el foco en esos empleos de bajos salarios y baja cualificación que más vacantes por cubrir tienen. Los expertos recomiendan asimismo continuar luchando contra el covid-19, con "vacunas, tests y tratamientos" y "manteniendo abiertos colegios y guarderías", para volver a atraer al mercado de trabajo a colectivos que lo abandonaron por la pandemia o sus efectos (como los trabajadores mayores, o las madres con hijos, que en el caso de Estados Unidos -no así en Europa- siguen en niveles de empleo por debajo de los de antes de la pandemia).

Los últimos dos consejos de los expertos del Fondo son recuperar los niveles de inmigración perdidos desde la irrupción del covid-19 y mantener los mecanismos de protección del empleo articulados durante la pandemia -los erte, en España-; eso sí, "de forma temporal, para no impedir en su momento la recolocación de trabajadores después de shocks [económicos] que sean más persistentes [en el tiempo que la pandemia]".