El paro de los transportistas y el conflicto bélico de Ucrania han desencadenado lo que se podría denominar como una tormenta perfecta que está impactando de lleno en los supermercados. Por un lado, están los problemas logísticos generados por la huelga, que han reducido el aprovisionamiento en las tiendas de determinados productos, pero, fundamentalmente, de los lácteos, que no logran salir de los principales centros de producción como consecuencia de la acción de los piquetes. Por el otro, está la psicosis generada por la guerra y por el propio paro, que ha despertado el instinto acaparador de los clientes, disparando hasta un 23% las compras en alimentación, con aceites, harinas y legumbres, entre otros artículos, a la cabeza. La alarma también se ha instalado en el sector de las gasolineras, que denuncia problemas de suministro a raíz de la movilización de los camioneros. Y todo ello mientras el Gobierno anuncia una bonificación de 500 millones de euros a los transportistas, para compensar el impacto del encarecimiento del gasoil, lo que no ha servido para desconvocar el paro.

Son muchos los consumidores que en estos últimos días se han encontrado con estanterías vacías en determinadas secciones de supermercados, en un fenómeno que hay que atribuir a dos factores que se están retroalimentando, como son el paro en el transporte y el sobreaprovisionamiento por parte de los clientes ante esta situación de incertidumbre en la que la guerra de Ucracnia ocupa un lugar central. Y como muestra, un botón. Según los datos analizados por la consultora NielsenIQ, en la décima semana del año, comprendida entre el lunes 7 y el domingo 13 de marzo, las ventas se incrementaron un 23% con relación a la misma semana del año anterior.

Respecto a las categorías de productos que más se han disparado, se percibe una diferencia significativa entre los productos envasados, con una subida del 27%, frente a los frescos, que aumentan un 13%. Así, la alimentación seca creció un 47%, con los aceites evolucionando al 289% sobre el año pasado, las conservas un 45% y la leche un 35%, mientras que en los productos frescos, las ventas de huevos crecieron un 27%. No solo la alimentación ha registrado fuertes incrementos, también la venta de productos de droguería ha aumentado un 24% y la de los de higiene y belleza, un 20%.

El director de la Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana (Asucova), Pedro Reig, confirma que, efectivamente, y al igual que sucedió en el inicio de la pandemia con el papel higiénico, se está registrando un sobreaprovisionamiento por parte de los consumidores de productos considerados como de primera necesidad, sobre todo aceites, harinas y legumbres. "En estos artículos -señala-, más allá del aceite de girasol, para el que existen numerosas alternativas, no estamos teniendo problemas de abastecimiento. Lo que ocurre es que la gente está comprando mucho más de lo normal, lo que genera que en algunos momentos desaparezcan de las estanterías, hasta que se procede a su reposición".

Donde sí que hay dificultades para abastecerse es en la leche y sus derivados, debido, en este caso sí, al paro en el transporte. "En la Comunidad Valenciana, y en la provincia de Alicante en particular, no está habiendo una repercusión destacada del paro. En cambio, sí que está habiendo problemas importantes en otros territorios como Galicia o Asturias, donde los productores de leche no tienen forma de distribuirla por la acción de los transportistas", lamenta Reig. Este es el motivo por el que, desde el sector de los supermercados, se le reclaman al Gobierno medidas urgentes para solucionar el conflicto.

Otro sector que le está viendo las orejas al lobo es el de las gasolineras. Ya la semana pasada, desde la patronal de las estaciones de servicio de Alicante, se advertía de que el bloqueo al que se está sometiendo en la zona de Cartagena a las petroleras estaba reduciendo el aprovisionamiento de gas butano y combustibles. Ahora es la Asociación Nacional de Estaciones Automáticas la que también denuncia problemas de suministro, principalmente en Andalucía y la zona de la Comunidad Valenciana y Murcia.

En medio de todo este embrollo, y con la reclamación de soluciones al Gobierno, por ejemplo, por parte de la Asociación de la Empresa Familiar de la Provincia de Alicante (Aefa), la ministra de Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha anunciado una bonificación para el gasóleo profesional de 500 millones de euros, con el fin de compensar el impacto que la subida del petróleo está ocasionando en el sector. Ha sido en el transcurso de una reunión mantenida este lunes con el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC). Ambas partes han acordado reunirse de nuevo el viernes, con el fin de concretar el detalle de esta y otras medidas.

Con todo, estas negociaciones se producen al margen de la plataforma que ha convocado el paro indefinido, la cual ha anunciado que va a continuar adelante con esta movilización pese a las ayudas prometidas por el Ejecutivo. De hecho, afirma que no desconvocará la huelga mientras no se negocie directamente con ellos.