Los mercados municipales y los súpers resisten en el cuarto día de paros de los transportistas. Las existencias acumuladas durante las jornadas precedentes y una desigual incidencia de las protestas están permitiendo que las cadenas de suministros, mayoritariamente, le aguanten el pulso a los manifestantes. No obstante, los cortes de carretera –especialmente focalizados en la zona sur y central del país- ya tensionan a la industria alimentaria, determinados productos comienzan a escasear y dicha carestía amenaza con extenderse a otros sectores si los paros se prolongan en el tiempo. El Gobierno movió ficha para evitar que los cortes logísticos vayan a más y anunció la movilización de 23.000 policías para evitar el impacto de los piquetes.

Las organizaciones empresariales tanto del sector de transportes como alimentarias aumentaron un grado su demanda al Gobierno para que ataje las manifestaciones. La presión quirúgica que estos están ejerciendo en las zonas portuarias y en los centros de distribución ya está agotando la resistencia de determinadas cadenas de producción. Si bien la fotografía que describen las entidades catalanes es sustancialmente diferente de la que viven en otras zonas del país, donde las afectaciones son más contundentes.

Las afectaciones en la cadena de suministros de los grandes mercados municipales de Barcelona, como la BoqueríaSant Gervasi-Galvany Sant Antoni, han sido mínimas hasta ahora. Las ausencias de producto se concentran en el pescado fresco, aunque solo en productos puntuales y en general las paradas tienen género, según coinciden las fuentes consultadas. "Más que los transportistas nos afecta que los pescadores no hayan salido a faenar estos días", explican desde la Boquería. "En mariscos, sobre todo los que vienen del norte, sí que estamos notando algo. Principalmente almejas y cigalas", afirman desde Sant Antoni. "Las paradas están llenas, la afectación es mínima", cuentan desde Galvany.

Desde Mercabarna reconocieron que falta producto fresco, especialmente aquel difícilmente almacenable y que proviene del sur del país, como Andalucía, pero no así de aquel de mayor cercanía, como el proveniente de Valencia. Los paros están afectando especialmente a la venta del fresón de Huelva, que está en plena etapa de recolección. Desde Barcelona Comerç apuntan a que los principales retrasos los detectan en distribuidores grandes –objetivo prioritario de los piquetes- y que productos rápidamente perecederos, como las flores, se están viendo especialmente afectados.

Los protestantes perseveran y las patronales demandan contundencia

La Federación de industrias de alimentación y bebidas denunciaron que los paros están dificultando “el normal funcionamiento de la cadena alimentaria y generando problemas de abastecimiento, tanto de materias primas como de otros suministros auxiliares necesarios para la producción", según manifestaron en un comunicado. El más afectado está siendo el sector lácteo, que con el cese del 95% de su producción, anunciado el miércoles, amenaza con un posible desabastecimiento. La asociación de cerveceras también denunció que los piquetes obstaculizaron parte de las entregas a los supermercados y la llegada de mercancías para producir en las fábricas. En este gremio la afectación fue desigual, porque fuentes de Damm explicaron a este diario que no tuvieron problemas para suministrar su género.

La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), que cuenta entre sus asociados a MercadonaDia Lidl, entre otros, ha pedido que "cesen ya las acciones violentas" contra los trabajadores que han decidido no sumarse a la huelga de transportes. El Gobierno escuchó sus demandas y fuentes de Interior explicaron a Efe que hay desplegados por toda España 16.476 guardias civiles y 7.122 policías nacionales a los que se suman efectivos de Ertzaintza, Mossos d'Esquadra y la Policía Foral de Navarra para evitar que los piquetes veten el tránsito de mercancías.