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La vuelta del turismo dispara la venta de casas a extranjeros a cifras prepandemia

El auge de las visitas online favorece la compra por parte de clientes internacionales

Una pareja de turistas en una terraza del sur de Tenerife. Andrés Gutiérrez

La reapertura turística ha devuelto el dinamismo a la compra de inmuebles por parte de extranjeros en Canarias, que se había desplomado como efecto de la pandemia. Las inmobiliarias especializadas en este tipo de operaciones señalan que desde octubre del año pasado el sector vive un boom de transacciones. Y así lo corroboran también las estadísticas oficiales. En el cuarto trimestre de 2021 ya se vendieron más viviendas a este tipo de compradores que en ese mismo periodo de 2019. En concreto, en el cierre del pasado ejercicio se cerraron en el Archipiélago 1.411 compraventas de clientes internacionales frente a las 1.211 del tercer trimestre del año anterior a la pandemia. 

«Desde otoño las ventas se han disparado», explica Hartmut Finke, de la inmobiliaria Villas and More Tenerife. Asegura que la alta demanda hace que se queden sin propiedades. «Estamos vendiendo lo que no hemos vendido en dos años», indica.  

Aunque los datos del último trimestre fueron superiores a los que se registraban antes de la pandemia, lo cierto es que el total de transacciones de 2021 quedó todavía algo por debajo de las cifras precovid, debido a la ralentización sobre todo del primer trimestre. A medida que fue avanzando el ejercicio, la compraventa de vivienda se fue incrementando y, según las estadísticas del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España, en Canarias se concretaron 5.257 ventas a extranjeros a lo largo de todo el año pasado. Una cifra que se acerca los registros prepandemia pero es todavía menor, ya que en 2019 se realizaron 5.537 de estas transacciones. Donde sí se puede apreciar un aumento importante es respecto a los datos recopilados en 2020, un año en el que sobre todo durante el segundo trimestre debido al confinamiento por la emergencia sanitaria, las ventas cayeron en picado. Por eso, las operaciones el pasado ejercicio crecieron un 34,3% respecto al Año I de pandemia.  

¿Los motivos? Para Finke hay que buscarlos en la inflación, que hace más rentable tener invertido el dinero en una propiedad inmobiliaria, y en segundo lugar la demanda retrasada debido a la pandemia. Los que más compran son los británicos, seguidos de franceses y belgas, aunque tal y como indica Antonio Blanco Schindler, propietario de Belleveu Canarias, una inmobiliaria radicada en Gran Canaria, las operaciones realizadas por británicos sí que han disminuido respecto a antes de la pandemia por el efecto del brexit.

Lo que más buscan es «una vivienda cerca de la playa y por un importe de 200.000 euros de media», aunque dependiendo del perfil también adquieren propiedades de lujo.  

Muchos de los inmuebles no duran mucho a la venta. «El mercado ha cambiado mucho, hemos firmado transacciones en una o dos semanas», señala. Blanco Schindler explica que, incluso, en muchas ocasiones los compradores ni siquiera se desplazan a las Islas para adquirir su propiedad. «Vigilan haciendo búsquedas online y si hay algo interesante realizan un tour virtual y lo compran a distancia», recalca. 

La misma experiencia ha tenido Anton Sorokko, gerente de Inmobiliaria Asten Realty, ubicada en Costa Adeje, quien indica que el auge de las visitas online ha dinamizado mucho el sector. «Ni siquiera vienen a Tenerife sino que a través de una videoconferencia ven la casa, firman el contrato de arras por internet y te mandan un poder para que firmes por ellos en el notario», explica. 

Si 2021 fue un año bueno, el arranque de 2022 no ha sido peor. «Enero ha sido espectacular», señala Sorokko, que insiste en que el dinamismo se mantuvo también en febrero. En marzo, tras el estallido del conflito bélico entre Rusia y Ucrania «quizá se ha ralentizado el ritmo» pero asegura que no está teniendo una incidencia demasiado importante.

Lo cierto es que los compradores tanto rusos como ucranianos apenas suponían el 1,8% y el 1,1% del total de las transacciones inmobiliarias vinculadas a extranjeros en todo el país. Por lo que, aunque debido a la guerra han paralizado su actividad, no está teniendo una gran repercusión en el mercado canario. 

«No está habiendo un gran movimiento», evidencia Isidro Martín, delegado de la Asociación de Expertos Inmobiliarios en Canarias (Apei). Aunque reconoce que se han perido candidatos interesantes que utilizaban el mecanismo golden visa para obtener el permiso de residencia a través de la compra de propiedades inmobiliarias de más de medio millón de euros, recalca que se trata de un tipo de cliente «que desde 2012 se ha ido retirando paulatinamente». Aún así, valora que su desaparición sí que puede suponer «un handicap par el mercado de las grandes casas ubicadas en el sur de las Islas».  

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