Sabadell ha contratado a Deloitte para hacer una revisión estratégica sobre el futuro su filial de pagos, la encargada de las transacciones realizadas a través de las tarjetas de débido y crédito de la entidad, según han confirmado diferentes fuentes financieras a El Periódico de España. Entre las opciones que se barajan está la venta a un tercero, la entrada de un socio o seguir impulsando su crecimiento a través de los recursos del banco, según las mismas fuentes, que indican que todavía no hay una decisión formal tomada al respecto. En cualquier caso, la valoración de esta filial de pagos se situaría en torno a los 300 y 350 millones de euros, según las mismas fuentes, que adelantan que la entidad trabaja con otros asesores para el análisis del futuro de esta división. Este diario ha contactado con Sabadell y Deloitte, que declinaron hacer comentarios sobre esta información.

La entidad atraviesa uno de sus mejores momentos tras anunciar un beneficio neto de 530 millones de euros a cierre del ejercicio de 2021, frente a los dos millones obtenidos en 2020, el año en el que estalló la pandemia del coronavirus y que le alejó profundamente del beneficio de 730 millones del ejercicio de 2019. Buena parte del derrumbe de su resultado vino ligado a las pérdidas millonarias que registró su negocio en Reino Unido, donde está presente a través de su filial TSB. Esta división aportó 118 millones de euros al beneficio del Sabadell en 2021, frente a los 220 millones que le restó en 2020.

Durante la pandemia se planteó la posibilidad de venta de su negocio en Reino Unido, pero su consejero delegado, César González-Bueno, descartó esta opción en la presentación de resultados en enero de este año. De hecho, en octubre de 2021, el banco rechazó una oferta del británico Co-operative Bank para hacerse con esta división por 1.200 millones de euros. El consejero delegado de la entidad también descartó durante la presentación de resultados la desinversión de su banca privada o una fusión, al tiempo que exponía que quería subir el dividendo del banco. De esta forma, González-Bueno enfriaba por completo la integración con BBVA que también se planteó a finales de 2020.

Buena evolución

Pese a la buena evolución de los resultados del banco, el beneficio está lejos de los 730 millones registrados antes de la pandemia. La entidad logró una rentabilidad (medida en ROTE) del 5% y prevé un ROTE por encima del 6% en 2022, con lo que "alcanza un año antes los objetivos de rentabilidad del plan estratégico". El ratio de capital de primer nivel, CET1 fully loaded, mejoró en 16 puntos básicos en el ejercicio de 2021, hasta el 12,18%, con lo que se sitúa 391 puntos básicos por encima del mínimo requerido por el Banco Central Europeo (BCE). El colchón supera el objetivo marcado en este punto para ese ejercicio, que era de 350 puntos básicos.

En los últimos meses, la entidad ha estado inmersa en una fuerte política de desinversiones que le han llevado a desprenderse de su promotora inmobiliaria, de su gestora de fondos y de su negocio en Andorra, entre otros

Cabe recordar que la entidad presidida por Josep Oliu ha pasado los últimos años inmersa en una fuerte política de desinversiones de los negocios menos estratégicos, a la que podría sumarse la venta de esta filial de pagos, desvelada por Bloomberg, si la transacción llega a buen puerto. En este sentido, en los últimos años Sabadell se ha desprendido de diferentes carteras de créditos morosos, de su negocio en Andorra (que compró Morabanc por unos 68 millones de euros), su plataforma inmobiliaria Solvia (que vendió a Intrum por unos 300 millones) junto a su promotora (SDIn, que acabó en manos de Oaktree por 882 millones), la de su gestora de fondos (Sabadell Asset Management, ahora en manos de Amundi, que desembolsó 430 millones) o la de su negocio de renting (controlado por ADL, que pagó 59 millones).

Así las cosas, el banco catalán está en uno de sus mejores momentos en bolsa, tras una revalorización considerable desde finales de enero de este año cotizando a niveles del mismo mes de 2020. En tres semanas, sus títulos han duplicado su valor desde los 0,61 euros por acción que registró la jornada del 24 de enero de 2022 a los 0,89 euros por título con los que cerró la jornada bursátil de ayer. Se acerca así, poco a poco, a los niveles prepandemia, cuando los títulos del Sabadell cotizaban a 1,06 euros por acción en 2019, pero a más distancia de los máximos de 1,23 euros de la jornada del 7 de noviembre de 2018. En cualquier caso, los títulos del banco llevan revalorizándose de forma importante desde que presentó los resultados financieros correspondientes a cierre del ejercicio de 2021, batiendo las previsiones de los analistas (logró un beneficio el 35% superior a la previsión del consenso de analistas de Bloomberg).  

BlackRock escala posiciones y es su mayor accionista

La semana pasada, el gigante de la inversión estadounidense BlackRock desveló ante la CNMV que había escalado posiciones en el Sabadell en plena fiebre bursátil por el sector financiero ante una posible subida de tipos. La mayor gestora de fondos a nivel global ha declarado un aumento de su participación en el capital del banco hasta el 5,141%, valorada en más de 254 millones de euros tomando como referencia el precio con el que Sabadell ha cerrado la jornada bursátil del jueves (0,89 euros por título). Antes de producirse este movimiento, BlackRock contaba con el 3,643%, siendo el tercer accionista del banco por detrás del magnate mexicano David Martínez Guzmán (3,495%) y del empresario estadounidense Lewis Sanders (3,473%). La semana pasada, el gigante de la inversión estadounidense BlackRock desveló ante la CNMV que había escalado posiciones en el Sabadell en plena fiebre bursátil por el sector financiero ante una posible subida de tipos. La mayor gestora de fondos a nivel global ha declarado un aumento de su participación en el capital del banco hasta el 5,141%, valorada en más de 254 millones de euros tomando como referencia el precio con el que Sabadell ha cerrado la jornada bursátil del jueves (0,89 euros por título). Antes de producirse este movimiento, BlackRock contaba con el 3,643%, siendo el tercer accionista del banco por detrás del magnate mexicano David Martínez Guzmán (3,495%) y del empresario estadounidense Lewis Sanders (3,473%).