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PENSIONES | Los bajos sueldos pasan factura

La brecha entre la paga de los jubilados canarios y españoles se agiganta

Los pensionistas isleños cobran un 9,5% menos que la media nacional, unos 1.250 euros menos al año | El gasto público crece en casi 1.800 millones en la última década

Un jubilado canario se dispone a cruzar de acera en una vía de Santa Cruz de Tenerife. Andrés Gutiérrez

La paga de los pensionistas canarios, como la de los jubilados del resto del país, se ha incrementado en los últimos años. Pero no lo ha hecho en la misma medida. Más bien al contrario: la pensión media se revaloriza en Canarias a menor ritmo que la pensión media en el conjunto del Estado. Una brecha que lejos de reducirse volvió a crecer el año pasado, hasta el punto de que la diferencia entre lo que cobran el jubilado medio en la Comunidad Autónoma y el jubilado medio en España se ha agrandado hasta máximos históricos. Según los datos suministrados por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), la pensión media en el Archipiélago canario ya es un 9,5% inferior a la paga media nacional. En 2011, diez años atrás, la diferencia solamente era de un 6,6%, con lo que se ha disparado en casi tres puntos en la última década. De esta forma, mientras que un jubilado de Madrid, Cataluña, Navarra o País Vasco cobra más de mil euros al mes, uno de Canarias ni siquiera es todavía mileurista.

En la histórica y cada vez mayor diferencia entre la pensión media que se percibe en las Islas y la pensión media que se percibe en el conjunto del país subyacen los sueldos más bajos –y hasta mucho más bajos– que se cobran, por lo general, en la Comunidad Autónoma. Y en los bajos salarios subyace a su vez una economía dependiente hasta el extremo del sector servicios y más en concreto del negocio turístico.

Sectores con sueldos bajos

Ocurre que los servicios se caracterizan por sueldos más bajos de los que se pagan en, por ejemplo, la industria. También por su estacionalidad, si bien esta última casi ha desaparecido en una región en la que el turismo ya es el motor económico a lo largo de todo el año. En cualquier caso, lo cierto es que el tejido productivo del Archipiélago se ha especializado en una actividad, la de hostelería, con los salarios más bajos. El sueldo medio de un trabajador de este sector es de 14.345,3 euros –en datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes a 2018, es decir, de antes del estallido de la pandemia–, un 40,25% por debajo de la media de todos los españoles. Si además se tiene en cuenta que la tasa de paro en las Islas también es de las más elevadas de España, y ello con independencia de que haya prosperidad económica o un período de recesión, no extraña que luego la pensión media sea mucho menor que en el resto de España. Y ya si se compara con la paga media de los jubilados vascos o madrileños, en el primer caso por el mayor peso de la industria y en el segundo por ser el núcleo económico y financiero del país, la brecha es directamente abismal.

Todo lo anterior se traduce en que los pensionistas canarios perciben mensualmente una media de 944,71 euros, que son 89,31 euros menos de lo que cobran, de media, los jubilados del resto del país, cuya nómina ya llega a los 1.034,02 euros. Los pensionistas de la Comunidad Autónoma están así ingresando lo que el jubilado español percibía en 2018, cuando la paga media en el país era prácticamente idéntica –944,69 euros– a la que tres años después están cobrando los isleños. En cifras anuales, resulta que el jubilado medio español percibe al cabo del año 14.476,28 euros –distribuidos en 14 pagas–, mientras el jubilado medio canario recibe 13.225,94 euros. La brecha es de 1.250,34 euros.

Récord de gasto

Aunque la diferencia entre las retribuciones de los pensionistas de la región y los del resto de España es cada vez más grande, el gasto público para el sostenimiento del sistema ha batido un nuevo récord también en la Comunidad Autónoma. El Estado destinó a lo largo del año pasado para el pago de pensiones en el Archipiélago un montante de prácticamente 4.543,8 millones de euros, el equivalente a la mitad del presupuesto anual del Gobierno de Canarias. Son 250,5 millones más de lo gastado en 2020.

No obstante, para hacerse una idea de hasta qué punto la financiación del sistema público de pensiones es uno de los mayores retos de cara al mantenimiento del estado de bienestar basta con apuntar que el gasto en el año 2011 no llegó a 2.800 millones de euros. En otras palabras: la nómina se incrementó en la última década la friolera de, exactamente, 1.782,4 millones de euros. Y eso solo en Canarias.

En el conjunto del Estado, el gasto en pensiones superó el año pasado los 140.000 millones de euros por primera vez en la historia, incluidos aquí todos los tipos de pensiones contributivas: jubilación, viudedad, orfandad, incapacidad permanente y favor familiar. En concreto, la nómina pública alcanzó los 144.358,4 millones de euros, unos 45.000 millones de euros más en tan solo una década.

El incremento del gasto público en pensiones se debe, por un lado, a la revalorización de las pagas y, por otro, al aumento del número de perceptores. Esto último está relacionado con el progresivo envejecimiento de la población, que aunque en Canarias no es tan acentuado como en el conjunto del país, se nota cada vez más en la pirámide demográfica de la Comunidad Autónoma. En estos momentos hay en el Archipiélago un total de, exactamente, 321.082 pensionistas que cobran un total de 343.967 pensiones

el número de pensiones es siempre superior al de perceptores porque una misma persona puede cobrar por dos conceptos distintos, por ejemplo, por jubilación y viudedad o por viudedad e incapacidad permanente

Récord de pensionistas

En ambos casos no solo se ha producido un incremento en el último año, sino que directamente se trata de máximos históricos tanto en pensiones como en pensionistas. Además, la cifra de beneficiarios se incrementó en 2021 para todos los tipos de pensiones: viudedad, jubilación, incapacidad, orfandad y favor familiar.

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