«Los niños son competentes y geniales». De esta afirmación parte la educación infantil en el Colegio Alemán Santa Cruz de Tenerife. A sus instalaciones en Tabaiba Alta suelen acceder los niños desde los dos años a la guardería Kikri o a los tres años al Centro Infantil Kindergarten Regenbogen. Allí, los alumnos no solo realizan una auténtica inmersión en el idioma alemán, sino que disfrutan de una educación innovadora, en la que los niños, que por naturaleza exploran activamente y curiosean su entorno, pueden dirigir su propio aprendizaje y ser co-constructores del conocimiento.

Los niños tienen interés social y amplían sus conocimientos al interactuar con otras personas. Además, la pedagogía del Colegio Alemán tiene claro que la oportunidad de cometer errores, asumir riesgos y adquirir experiencias es la base del desarrollo. Los niños aprenden a través de situaciones en las que trabajan juntos y tratan de resolver problemas o conflictos de forma adecuada. Es por ello, que los educadores los acompañan en este proceso desde el respeto y la paciencia. A través de rutinas y estructuras regladas de trabajo educativo, se establece un marco que ofrece a los niños seguridad y orientación y les da la oportunidad de actuar bajo su propia responsabilidad.

Niños interactuando a través del juego

La infraestructura facilita la labor pedagógica, puesto que el Colegio Alemán cuenta con amplias instalaciones deportivas, aulas equipadas con juguetes educativos y rincones de construcción, pero también patios con toboganes, sistemas de escalada, todo tipo de vehículos y areneros para que los niños exploren y aprendan con autonomía.

Sin apenas darse cuenta, los niños en del Kindergarten juegan y conversan en alemán con naturalidad con sus educadores, puesto que aprenden el idioma de manera lúdica. Esta competencia lingüística se refuerza en el último año del Kindergarten, K3+, un curso preescolar diseñado específicamente para la preparación a Primaria. En K3+, todas las actividades se acompañan desde un punto de vista lingüístico, se amplían los temas, se inicia la alfabetización y los niños son animados a hablar alemán también entre ellos.

El perfeccionamiento del idioma, pero también la autonomía del alumno para que sea parte activa de su propio aprendizaje a través del descubrimiento, la exploración y una amplia variedad de métodos, continúan en Primaria, Secundaria y, finalmente, Bachillerato, donde los jóvenes culminan el proceso con la posibilidad de hablar cuatro idiomas y de poder cursar estudios universitarios en España, Alemania o el resto del mundo.