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La sicav canaria Galileo Capital es la segunda más rentable de 2021

El vehículo que comandan Díaz de Aguilar y los Del Castillo obtiene un 45,6% y duplica el capital de los inversores en tres años

Agentes de cambio en la Bolsa de Fráncfort. | | EFE

La sicav (sociedad de inversión colectiva de capital variable) canaria Galileo Capital fue durante el año pasado la segunda más rentable de las 2.263 registradas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El vehículo inversor isleño reportó a sus partícipes un 45,65% de beneficio en un entorno de crecimiento generalizado que se vio aún más impulsado por el contexto de bajos tipos de interés. Además, Galileo –antigua Escopeldos– es la sicav que mejor resultado ha obtenido durante los últimos tres años, periodo en el que ha logrado multiplicar por dos el capital confiado.

Solo Masira Inversión (73,29% de rentabilidad) adelantó en 2021 a su homóloga canaria, según los datos publicados esta semana por la revista especializada FundsPeople a partir de los análisis de la estadounidense Morningstar. Claro que Masira, muy volcada en los mercados de las materias primas, venía de grandes pérdidas, las padecidas en los primeros tiempos de la pandemia.

Otra sicav, Iceberg Asset Management, publicaba en su cuenta de Twitter el jueves la clasificación de las más rentables durante los últimos tres años, también citando a FundsPeople. En lo más alto aparece Galileo Capital, con un 100% en el trienio y un 25,99% en cada uno de los años. «Invierte (...) prácticamente toda la cartera en renta variable internacional (...), un 29% denominado en coronas noruegas, otro 20% en dólar canadiense y un 18% en dólares, entre otras» es la descripción que la mencionada publicación especializada realiza de la sicav isleña.

Galileo Capital está capitaneada por Ignacio Díaz de Aguilar y en ella participa con un rol protagonista el family office de la familia Del Castillo (Casticapital). A mitad de año (28,04%), ya aparecía en tercer lugar en el ranking de las más rentables, la segunda era la Cobas Value (29,09%) de Francisco García Paramés, el conocido como Warren Buffet español.

Al cierre del tercer trimestre, el 96% de las sicav españolas presentaban ganancias. Galileo Capital se mostraba sólida y ya en el segundo cajón del podio (33,54%) superando a Cobas en tres décimas. Mientras la canaria mantuvo la línea ascendente en el tramo final del año, García Paramés y los suyos se estancaron y llegaron a caer mínimamente, hasta el 32,35%, para acabar el curso cerrando el top ten.

Sin embargo, el relato periodístico no se ajusta al ritmo por el que se rigen las inversiones. «Lo que sucede en seis meses es poco significativo». La afirmación la sostiene Pedro León, uno de los analistas principales y consejero de Galileo Capital desde marzo del año pasado, y seguidor confeso de las evoluciones de García Paramés. Un rasgo este último que entronca perfectamente con el modo de entender los éxitos y los fracasos que tienen en la sicav canaria. «Humildad» es un mantra que se repite de manera continua, «y cuanto más humilde seas en bolsa, mejor», apuntala Pedro León.

El tamaño de Galileo Capital está muy alejado del de los gigantes del sector, los grandes fondos de inversión multinacionales. Eso no es óbice, más bien al contrario, para que el resultado obtenido les permita sentirse orgullosos. Eso y poder «destacar el talento empresarial que existe en el Archipiélago, que es mucho», según confirma el analista.

Si bien el panorama general en el mundo de las sicav ha sido de resultados positivos, alguna tecla diferente han tocado los Díaz de Aguilar, Domingo Santana –director de inversiones de Casticapital–, León y compañía. «Hemos logrado confeccionar una cartera de inversiones compuesta por compañías cuyos beneficios han superado el 50% en todos los casos», revela el último de ellos.

Un 40% de beneficio

¿Y cómo se logra eso? «Buscando, leyendo, analizando...», enumera el consejero de Galileo Capital. Sin alcanzar el mediodía, el equipo ya había detectado tres negocios que garantizaban cuanto menos un 40% de beneficio anual y a un precio interesante. «Tenemos otra con la misma solidez en la que hasta los clientes quieren invertir, todos los que están cerca quieren entrar, y eso da una pista clara de por dónde va a ir en el futuro», explica Pedro León.

No es que eso baste para lanzarse a la piscina. «No, cuando detectamos algo así, nos empieza a gustar, pero en absoluto es suficiente», señala el analista. A partir de ese momento se saca la lupa y se hace un recorrido por la historia de la compañía. «Si ya vemos que en épocas de crisis son capaces de mantener un ritmo del 30%», detalla sobre los resultados, «el panorama está aún más claro».

Ahora bien, toda inversión conlleva su riesgo, y cuando detectan una gran oportunidad pero no exenta de cierto peligro, se marcan como obligación hallar otra que garantice casi la misma rentabilidad y ofrezca una solidez aún mayor. Solo en ese caso la operación se estima conveniente. Y siempre atendiendo a la diversificación, con la máxima de que aunque puedan completar la cartera con un único valor por más rentable y rocoso que sea, no lo harían.

«Siempre renta variable y empresas cotizadas cuyo negocio entendamos, y que presenten fuertes ventajas competitivas, lo nuestro es valorar flujos de caja; más allá de eso, nos ponemos el manto de la humildad y nos apartamos», detalla el analista de Galileo Capital.

El último paso antes de decidirse es estudiar el staff, porque también influye saber quién está al frente. «Preferimos encontrarnos con el fundador o los principales accionistas al mando, y mejor si se trata de gente hecha a sí misma que proviene de entornos difíciles», explica León. En otras palabras, personas que se entreguen por completo a la empresa.

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