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Coste de la vida

¿Cómo nos afecta la inflación más alta en casi 30 años?

El incremento del nivel general de precios impacta en el poder adquisitivo de los salarios o el ahorro y empuja al alza los alquileres

Un puesto de venta en un mercado de Barcelona.

La escalada de la inflación, que en diciembre se ha situado en una tasa interanual del 6,7% , tiene muchas repercusiones en la vida diaria, que van desde el poder adquisitivo de los salarios al de los ahorros o las rentas que los inquilinos pagan por los alquileres. Un nivel como el actual no se alcanzaba desde hace casi 30 años. En concreto, desde marzo de 1992. La presión alcista de los precios, de persistir, es un elemento que puede provocar en el futuro subidas de los tipos de interés.

El mayor responsable de esta subida es el precio de la luz, pero también contribuyen los alimentos. Todo ello indica que lo que comenzó localizado en la energía se está trasladando al conjunto de la economía. Un antiguo presidente del banco central de Alemania, el Bundesbank, comparaba la la inflación con la acción de extraer pasta del tubo del dentífrico: es fácil de sacar, pero luego es casi imposible de volver a introducirla dentro.

1. Los salarios

Los salarios pierden poder adquisitivo en la misma medida en que les supera la inflación. Hasta noviembre pasado, los salarios acordados en convenio registraron un aumento del 1,49%, lo que supone una brecha de 5,21 puntos de diferencia. La constante escalada del nivel general de precios ha provocado que los sindicatos reclamen ya alzas salariales. Desde las patronales o el Banco de España se advierte de que esa tendencia supondría entrar en el círculo vicioso de la denominada espiral precios-salarios mediante la que el aumento de los unos alimenta el de los otros de forma constante. En todo caso, el aumento de precios, que se está trasladando de la energía al conjunto de la economía, como indica la evolución de la inflación subyacente -aquella que excluye los precios energéticos de los alimentos no elaborados, que son los más volátiles- demuestra que un fenómeno que las autoridades monetarias consideraban inicialmente transitorio podría ser un poco más estructural. Las esperanzas están puestas en la primavera, cuando se espera que bajen los precios del gas, una de las variables que más empuja al alza el precio de la electricidad.

2. El ahorro

Como sucede con los salarios, también el ahorro pierde valor con el alza de la inflación. En un entorno de tipos de interés en el 0%, la retribución de las cuentas y depósitos es prácticamente nula. Los 100 euros de cuando comenzó el año valen hoy el 6,7% menos y, difícilmente encontrarán una retribución que lo compense o supere, a no ser que se esté dispuesto a asumir grandes riesgos en la bolsa. En la actualidad, el dinero que está en cuentas y depósitos bancarios experimenta un rendimiento (por así decirlo), del 0,01% cuando tiene un plazo de hasta un año; del 0,47% entre un año y hasta dos y del 0,02% en los plazos de más de dos años, según los datos del Banco de España referidos a octubre. En renta fija pública, las letras del Tesoro a 12 meses arrojan una rentabilidad negativa del 0,59% y los bonos a 5 años, del -0,19%. Hasta ahora, el Ibex, el principal indicador de la bolsa española ofrece el 7%, pero igual que sube, baja.

3.Las pensiones

La subida del IPC también afecta a las pensiones. Los pensionistas se verán beneficiados por una paguilla para compensar el desvío con respecto a la inflación estimada que sirvió para actualizarlas en 2021, el 0,9%. De todas formas no recuperarán todo lo que han subido los precios, el 6,7% anual, sino que la referencia será la inflación media de diciembre de 2020 a noviembre de 2021, situada en torno al 2,5%, tal como prevé la reforma parcial acordada por los gentes sociales. En 2022, las prestaciones deben revalorizarse a partir de este nivel. Teniendo en cuenta la evolución que está teniendo el índice de precios de consumo (IPC) es previsible que en 2022, los beneficiarios también tengan que recibir una paguilla compensatoria si los precios se disparan como está sucediendo en el ejercicio actual.

4. Los alquileres

Los alquileres también se ven afectados por la subida de la inflación, lo cual es buena noticia para los propietarios, pero mala par los inquilinos. Quienes tengan un contrato que se revisa en diciembre verán incrementarse la renta en un 6,7%, que suele ser la referencia que se fija en los contratos, es decir la tasa interanual de inflación, a no ser que esta se corrija en el balance definitivo que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará a mediados del mes que viene. De esta forma, un alquiler de 700 euros pasaría a ser de 746,7 euros, es de decir, de 46,7 euros más al mes y 560,4 euros más al año. En Barcelona, con una renta media de 1.078 euros mensuales para un piso de 70 metros cuadrados, el aumento supondría pasar a pagar 1.150,2 euros. En Madrid, en un alquiler de 1.022 euros mensuales para una vivienda de la misma superficie, el alquiler pasaría a ser de 1.090,5 euros, con los datos del portal Idealista.

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