La Corporación Hijos de Rivera, matriz de Estrella Galicia, anunció ayer que su consejero delegado, Ignacio Rivera, pasa a ejercer también el cargo de presidente ejecutivo, redoblando su liderazgo en el grupo cervecero coruñés, que se encuentra en plena expansión. El bisnieto del fundador releva en la presidencia a Santiago Ojea, un cambio al que el consejo de administración dio luz verde el pasado jueves. “Con este nombramiento se fortalece la dimensión familiar de esta compañía gallega centenaria, que se mantiene con capital 100% familiar y español tras 115 años de historia, y se refuerza su apuesta por un plan de gran crecimiento e inversión para los próximos años”, destacó ayer el grupo con sede en Agrela.

Rivera lleva tres décadas en la empresa familiar y es el consejero delegado de la Corporación Hijos de Rivera SL desde hace tres años, aunque hace ya nueve que pasó a ocupar el mismo cargo en Hijos de Rivera SAU. “Ahora asume la responsabilidad de liderar tanto el negocio como el gobierno del grupo familiar”, explicó la compañía en un comunicado en el que atribuye a su gestión el “meteórico crecimiento en el mercado nacional e internacional”.

Estrella Galicia, la principal marca del grupo, alcanzó el año pasado una producción de 341 millones de litros y se aproxima a los grandes grupos cerveceros de España. Esta cifra acerca a la compañía al techo de producción de su fábrica actual (500 millones litros anuales), una limitación que el directivo ha solucionado con dos nuevas fábricas que entrarán en funcionamiento en dos años. La planta de Morás, en Arteixo, (prevista para fabricar hasta 1.000 millones de litros anuales cuando se desarrollen sus cuatro fases) y la de São Paulo, en Brasil, (300 millones de litros) permitirán al grupo coruñés ensanchar su mercado y competir con Mahou (que produce algo más de mil millones de litros al año), Damm (993 millones de litros) y Heineken (878 millones de litros en España). Hijos de Rivera es a día de hoy en cuarto grupo cervecero del país.

La producción y la cifra de negocio de Hijos de Rivera se han multiplicado por tres en la última década. La compañía resistió el cierre de bares de la pandemia con una facturación de 479 millones de euros en 2020. El año anterior había superado los 532 millones. Ignacio Rivera ha lanzado nuevas marcas, diversificado productos, conformado la identidad de Hijos de Rivera e “impulsado su exitoso modelo de negocio”, según resaltó ayer la empresa.

Su nombramiento como presidente ejecutivo es “clave” para consolidar el proyecto y abordar los “ambiciosos y estimulantes planes de crecimiento y expansión que le toca liderar en los próximos años, en palabras de su predecesor en el cargo. Santiago Ojea Rivera —también cuarta generación de la empresa familiar— ha destacado en su despedida que “se abre una nueva etapa” con “grandes proyectos y oportunidades en un mundo más grande, complejo y en constante cambio” y que para ello la compañía, que mantiene todo su capital en manos de la familia Rivera, ha decidido adoptar una “nueva estructura organizativa y de gobierno, familiar y de negocio” para “alcanzar los estimulantes objetivos estratégicos que se plantean para los próximos años”. En esa tarea, Ignacio Rivera se reafirma como líder, con la “plena confianza y el respaldo” tanto del consejo de administración como de la junta de socios.