Tras la huella que ha dejado el Covid-19 en la economía, es momento ahora de pasar a la acción y empezar a construir, sin demora, las bases de una nueva economía sostenible, realista y justa. Las políticas de recuperación pivotan sobre este objetivo; tanto los fondos europeos Next Generation como el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia son herramientas que, junto a la inversión privada, deberían afianzar el crecimiento.

El sector energético está liderando la lucha contra el cambio climático. Tenemos disponible la tecnología necesaria, contamos con el compromiso de todos los actores con la transformación de nuestra economía y con la sostenibilidad, y gozamos de los estímulos necesarios para llevarlo a cabo.

Pero no habrá ni recuperación ni transición si no aunamos esfuerzos desde administraciones y sector privado. El liderazgo empresarial es clave, pero tenemos que ir de la mano, con marcos regulatorios estables que den visibilidad y suficiente rentabilidad a la inversión.

Es momento de consolidar la matriz energética del país, impulsar los gases renovables y el hidrogeno, y trabajar para una adecuada integración de las nuevas fuentes de energía. Para ello las empresas energéticas tenemos un papel capital en esta transformación del sector, y de la economía en su conjunto, incluyendo la creación de empleo.

Naturgy está firmemente comprometida con la transición energética y con la recuperación del país. En 2018 iniciamos nuestra transformación para afrontar los retos de un sector sometido a un profundo cambio estructural, que se ha acelerado por las consecuencias de la pandemia, y el incremento de los objetivos de sostenibilidad a nivel europeo y mundial. Tan solo cuatro años después, la compañía se ha comprometido con la neutralidad en carbono para 2050 y está preparada para contribuir al crecimiento económico de los países en donde operamos.

Estamos plenamente convencidos de que o somos sostenibles, o no seremos. Por ello hemos integrado en nuestra gestión los criterios ASG, desde el diseño de los productos y servicios, hasta el desarrollo de nuevos proyectos. Hemos iniciado un camino sin retorno hacia la digitalización, desde nuestras redes de gas y electricidad hasta el servicio integral a nuestros clientes, que nos demandan más agilidad, flexibilidad y personalización en nuestra relación con ellos.

Hemos puesto a las personas en el centro de todas nuestras decisiones, para ofrecer un servicio excelente a nuestros clientes y oportunidades de desarrollo profesional a nuestros empleados. Y todo ello, sin dejar de lado la atención a nuestros accionistas, que nos apoyan de forma incondicional en esta transformación en la que estamos inmersos.

Estoy convencido que 2022 será un año definitivo para, como decía al principio, empezar a actuar, con decisión y realismo, para transformar nuestro entorno y alcanzar los objetivos de sostenibilidad que nos hemos fijado con la vista puesta en el bienestar de las personas.