eldia.es

eldia.es

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sector turístico | Consecuencias de las restricciones

La obligación de vacunar a los niños británicos anula 150.000 reservas

El Gobierno exige a los menores ingleses de entre 12 y 16 años la pauta completa

de vacunación para viajar | Los hoteleros, consternados por las anulaciones

Un grupo de turistas británicos. José Carlos Guerra

El sector turístico canario recibe otro golpe. A la incertidumbre que genera la variante ómicron y las restricciones a la movilidad en Reino Unido, ahora hay que sumar otro «obstáculo»: todos los menores británicos con más de 12 años deben contar con la pauta completa de vacunación para entrar en España. La norma, anunciada por el Gobierno español hace dos semanas, ha provocado el enfado de los empresarios del sector turístico que ya se enfrentan a la pérdida de entre 150.000 y 200.000 reservas con vistas a las vacaciones de Navidad.

La vacunación obligatoria para los menores británicos es solo la guinda de un pastel que ha sentado fatal a los hoteleros que tras unos meses muy duros veían en la temporada de invierno el resurgir del sector. Las cancelaciones de los británicos comenzaron tras la imposición de las restricciones del Reino Unido. Desde el pasado 6 de diciembre, las personas que lleguen al país en vuelos internacionales (caso de Canarias) están obligadas a hacerse una PCR en el segundo día de estancia y deben permanecer aislados hasta tener un test negativo. Además, esta exigencia es para todo pasajero con independencia de que tenga la vacuna o no.

Jorge Marichal, presidente de Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) y de la patronal tinerfeña Ashotel, señala la incoherencia y el efecto devastador de la medida impuesta por el Gobierno central, ya que la vacunación de niños empezó hace escasamente unas semanas, por lo que «no da tiempo a que se puedan poner dos vacunas en ese periodo y hay muchos destinos vacacionales como las Islas que tenían gran demanda para turismo de familia en estas fechas invernales».

«La medida es incoherente y tiene un efecto devastador en el sector turístico canario», asegura Jorge Marichal, presidente de Cehat.

El presidente de la patronal considera incongruente que un niño procedente de otro país Schengen con una incidencia superior de casos de covid pueda entrar a las Islas con una prueba de antígenos y un niño inglés no tenga esa opción. Desde el 1 de enero de 2021, el Reino Unido es un país externo a la Unión Europea, por ello se aplica esta política con los menores porque se entiende que se trata de un «país tercero». «Esto no es una cosa de países primeros, segundos o terceros. Estamos hablando de una enfermedad y creo que hay que tener restricciones para todos independientemente de donde vengan», explica Marichal, quien estima que la prueba diagnóstica negativa debería ser suficiente para permitir el viaje a los menores. «Flaco favor están haciendo a la industria turística canaria, nos están reventando con estas medidas», lamenta el presidente de la patronal.

Los hoteleros defienden que el sector ha tenido una actitud ejemplar y de cooperación constante durante toda la pandemia. «Nosotros siempre hemos cumplido. Cuando tuvimos que cerrar los hoteles, los cerramos y cuando hubo que aplicar protocolos, los aplicamos», recuerda Marichal, quien asegura que no ha habido focos de coronavirus achacables a los hoteles de Canarias ni del resto de España. «Nos estamos haciendo el harakiri en un momento de mucha necesidad para el sector», añade el presidente de la patronal.

«Ya hemos perdido el 20% de las reservas para Navidad y la cifra continúa aumentando», señala Tom Smulders, vicepresidente de FEHT.

Tom Smulders, vicepresidente de la Federación de Hostelería y Turismo (FEHT) de la provincia de Las Palmas, ve con mucha incertidumbre las consecuencias de las nuevas medidas en el sector turístico canario. Al vicepresidente de la FEHT de Las Palmas le preocupa especialmente las decisiones cambiantes de Boris Johnson, primer ministro británico. «Las políticas de Johnson han provocado que viajar sea un asunto exclusivo para la gente rica», critica Smulders, quien asegura que «la vacunación obligatoria de los menores británicos ha supuesto la cancelación del 20% de las reservas a corto plazo, un dato que continúa aumentando cada día», lamenta.

La última esperanza de la patronal hotelera es la tercera dosis en holandeses, franceses y alemanes que pueden compensar en algo la perdida de turistas británicos. La patronal calcula que se podría así cerrar las navidades con un 70% de ocupación. «No pierdo la esperanza, podemos conseguir mejores datos en enero si nos centramos en atraer al resto de países emisores con la idea de que somos el destino más seguro», insiste Smulders.

Compartir el artículo

stats