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Transformación del sistema productivo | Sectores que crecen incentivados por la Covid

Los nichos de negocio a los que la pandemia ha hecho más fuertes

Sectores como la metalurgia o la farmacia se recuperan de la crisis y presentan oportunidades de crecimiento inéditas antes del covid

Servicios informáticos y ciberseguridad son actividades al alza. | ‘activos’ . E. D.

El golpe de la pandemia en la economía ha sido completamente asimétrico. Ha perjudicado a sectores como el turismo, la hostelería y el comercio físico mientras que la actividad y el negocio en otros segmentos como el de las telecomunicaciones, la logística, la alimentación o la sanidad se ha disparado.

El director de Economía de la CEOE, Gregorio Izquierdo, destaca que, efectivamente, «como demuestran, por ejemplo, los niveles de facturación de las empresas la coyuntura es muy desigual». «En sectores como la metalurgia se está facturando un 37% más de lo que se hacía antes de la pandemia o en el de farmacia, en torno a un 25% más; es decir, no es que se hayan recuperado es que están muy por encima». Para Izquierdo, este impulso se debe a que la ruptura de los suministros globales ha provocado que aquellos sectores que han podido atender a la demanda han ganado cuota de mercado, tanto nacional como europea.

La actual situación está acelerando los puestos de trabajo de perfiles técnicos de salud, ciencias y tecnologías de la información. El último trimestre cerró con un 19,1% más de trabajadores en el sector TIC respecto al mismo periodo de 2019, que representan casi el 4% del total de ocupados según la Encuesta de Población Activa (EPA).

La estructura económica estaba enfocada al sector turístico, que se ha visto muy perjudicado durante la pandemia, y hasta ahora se ha invertido poco en tecnología, que es hacia donde crece en estos momentos la economía. El covid ha dado la alerta y ha indicado cuáles son los sectores de futuro: digitalización, biomedicina, industria química y farmacéutica, transición al vehículo eléctrico, descarbonización y sector alimentario. Para mantener la expansión en estas áreas es fundamental la colaboración público-privada e involucrar tanto a pymes como a grandes empresas.

Precisamente, desde el Ministerio de Economía indican que aquellos sectores que dirigen el crecimiento son los que ya habían iniciado una transformación en su modelo productivo y que, además, presentan organizaciones empresariales más flexibles. El número de afiliados a la Seguridad Social en el sector de la Información y la Comunicación ha crecido un 10% en noviembre.

A pesar de todo, Gregorio Izquierdo insiste en recordar que el covid ha dejado a parte del tejido productivo con debilidades estructurales y financieras, y que sería erróneo pensar que se ha superado la crisis. «Hay sectores que todavía no se han recuperado y que además arrastran las pérdidas sufridas durante el confinamiento. No podemos olvidarlos».

Logística.

El sector logístico ha sido uno de los que mejor ha capeado la crisis. Si bien el confinamiento supuso un varapalo, la aceleración del comercio electrónico se ha traducido en una reactivación del transporte. Se calcula que el sector supone en torno al 6% del PIB. Las dificultades de suministro de productos procedentes de Asia en 2021 ha incrementado los costes de los fletes, que llegaron a multiplicarse hasta por siete, por lo que la demanda de infraestructuras de almacenaje en cercanía ha aumentado.

Durante la actual campaña navideña, se prevé que los envíos crezcan un 7% con respecto a 2020. El presidente de la patronal española de logística, Francisco Aranda, asegura que este año «se espera alcanzar la mayor cifra de ventas on line» de la historia. Se calculan en torno a 106 millones de envíos.

Una muestra de la salud del sector son los datos de empleo. El volumen de empleados en torno a la logística ha crecido, según la patronal UNO, el 14% en un año hasta más de 1,15 millones de trabajadores. Según Infojobs, este sector es el mayor demandante de trabajadores en los últimos meses triplicando los datos de 2019.

Mientras que los salarios de los conductores siguen estancados entre 16.000 y 21.000 euros anuales, la consultora Adecco detecta un incremento en los de directivos y cargos intermedios. Así, los directores de logística y compras apuntan salarios de hasta 85.000 euros. Los directores de operaciones se mueven entre los 60.000 y los 65.000 euros, mientras que los jefes de almacén, entre 48.500 y 39.000 euros.

La tecnología se ha convertido en un elemento básico de desarrollo en el sector. Se demandan especialistas en previsión de demanda y analítica de datos. Según William Barneoud, vicepresidente de operaciones de la firma logística GXO, «el sector de la logística se encuentra inmerso en una gran revolución, con importantes cambios como el avance de la tecnología, nuevos canales de venta, el constante crecimiento del comercio electrónico... La automatización y la robotización serán factores determinantes para afrontar los nuevos retos de las cadenas de suministro».

Los gigantes del comercio electrónico como Amazon y Aliexpress apuestan por la apertura de almacenes automatizados y todas las empresas en general buscan asegurar mediante soluciones logísticas que serán capaces de adaptarse a las puntas de demanda.

Telecomunicaciones.

Las telecomunicaciones viven un gran momento de expansión, aunque a diferentes velocidades. Los servicios informáticos, el desarrollo de nuevas aplicaciones, la consultoría, la inteligencia artificial y la ciberseguridad son actividades de gran crecimiento presente y futuro. Por otro lado, está el segmento de la telefonía, que lleva años con un volumen de negocio estancado. Estamos más en casa y utilizamos más las telecomunicaciones. Es cierto, pero con tarifa plana, que genera poco negocio.

En el sector TIC, la cifra de negocio aumentó un 4,7% hasta los 120.566, millones de euros, según los últimos datos disponibles del Ministerio de Economía. Seis años atrás, el sector facturaba 90.447 millones. La inversión en tecnología y comunicación alcanza los 18.429 millones de euros, un 7,2% más que el año anterior. Y los especialistas de todos los segmentos tecnológicos se sitúan en 727.000, lo que equivale al 3,8% del total del empleo de España.

Las expectativas de futuro son, para todos los analistas, inmejorables, pero faltan trabajadores para tanta demanda. El problema es común a toda Europa y ya hay quienes sugieren que los estudios universitarios, tal y como están planteados, no cubren las necesidades. Ante la edad de oro que se augura, y para no dormirse en los laureles, se debería rediseñar el sistema de formación para crear muchos programadores y una élite especializada en nichos de mercado emergentes.

Farmacia.

La industria farmacéutica se ha confirmado como una de las principales dinamizadoras de la economía. Exportó por 12.777 millones de euros en 2020, cifra que supone un incremento del 5,6% respecto al año anterior, y el valor de su producción fue de 14.900 millones de euros, según los datos facilitados por Farmaindustria.

La cifra de negocio de las compañías farmacéuticas supone el 2,2% del total de la industria española, y se sitúa, junto con la aeroespacial, a la cabeza en intensidad de I+D. La inversión en este apartado suma el 18,5% del total destinado por la industria en España, sólo por detrás del 23,1% que aglutina la inversión en investigación de los vehículos de motor. En 2020 se aprobaron 1.019 nuevos estudios, de los que el 34% corresponden a medicamentos para tratar diferentes tipos de cáncer, seguidos de los ensayos de tratamientos contra el covid. El sector da empleo a 42.600 personas de forma directa y a 170.000 indirectamente.

Alimentación.

El sector alimentario es una de las actividades que no ha parado, ni siquiera cuando casi todo quedó confinado. Llegó preparado. Con base en una enorme diversidad de productos frescos y elaborados, esta industria venía de una etapa de continuo crecimiento sustentado en su capacidad de innovación y su apertura exterior. Para muestra un botón, como recuerda la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB): «España se ha situado como el segundo país del mundo con menos roturas de stock, después de Canadá». El sector rozó el año pasado los 34.000 millones de euros en exportación, con un incremento del 4,4%, y la balanza comercial ascendió a 12.608 millones tras crecer un 28%.

Pero no todo ha sido un camino de rosas. FIAB destaca que esta actividad, que se mantiene como la primera industria del país, también está sufriendo por el covid. Su producción de 129.854 millones de euros se contrajo un 5,2%, dado que su capacidad exportadora y el incremento que se ha producido en la demanda del hogar «no han podido amortiguar las pérdidas» por el cierre y las restricciones a la hostelería y el turismo, que suponen alrededor del 30% de la facturación del sector. Una situación que ha puesto fin «a una tendencia de crecimiento que sumaba ya seis años».

Trabajadores y empresas lo han padecido, aunque en ambos casos, el sector «ha resistido» mejor que el resto de la industria manufacturera. El empleo –casi medio millón de trabajadores– sigue un 7,9% por debajo de los niveles precovid y 1.066 negocios han cerrado, con lo que el número de empresas queda en 30.573 tras bajar un 4,2%. A expensas de lo que suceda en esta nueva ola de coronavirus, la alimentación respira aliviada por la vuelta a plena actividad del canal horeca, y aunque no es ajena a las turbulencias de este fin de año, principalmente el alza de materias primas, confía en sus fortalezas para mantener su exitoso rumbo.

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