Los arcos, puentes y ventanales que decoran los billetes de euro acaban de entrar en tiempo de descuento. El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido transformar el aspecto del efectivo europeo montando una mesa de trabajo con cerca de veinte profesionales propuestos por varios de los bancos centrales nacionales de la zona euro. Se trata de expertos en áreas tan diversas como la historia, las ciencias naturales y sociales, la tecnología o las artes visuales.

Forman parte de este grupo de discusión, por ejemplo, catedráticos expertos en arqueología, investigadores científicos y sociales y artistas de todo tipo: desde un crítico de teatro, hasta un escultor y varios creadores de arte conceptual. La mayoría ocupan cargos en universidades, fundaciones o centros culturales icónicos.

Quien representará a España en esta mesa es Nuria Oliver, directora y fundadora de la Fundación Ellis Alicante y máxima responsable de la ciencia de datos en la DataPop Alliance. La primera es una institución dedicada a abordar distintos desafíos que lleva consigo la Inteligencia Artificial; la segunda, un laboratorio global sin ánimo de lucro que pretende resolver retos de la humanidad también a través del dato y la tecnología.

Su cometido, con el resto de participantes, será primero reunir las opiniones de ciudadanos de toda la zona euro acerca de posibles temáticas para decorar los nuevos billetes y presentar luego propuestas que el BCE someterá a audiencia pública. Tal como detalla la entidad este lunes en un comunicado, tras estos dos pasos convocará un concurso de diseño, tras el cual volverá a consultar a los ciudadanos. La decisión final correrá a cargo de su Consejo de Gobierno y se espera de cara a 2024.

Apuesta por el efectivo

"Después de veinte años, es hora de actualizar el aspecto de nuestros billetes para que los europeos de todas las edades y procedencias puedan identificarse con ellos", argumenta la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en este mismo comunicado. "Los billetes están aquí para quedarse: son un símbolo tangible y visible de nuestra unión en Europa, especialmente en tiempos de crisis, y su demanda sigue siendo intensa", ha defendido.

En concreto, el último estudio sobre hábitos de pago de los consumidores de la zona euro, elaborado con datos precovid, señala que el efectivo seguía siendo el medio de pago más popular para las transacciones a pequeña escala en 2019. Y pese a que la pandemia ha incrementado los pagos sin efectivo, de acuerdo con el BCE la demanda del metálico ha crecido debido a su papel esencial de depósito de valor.

Aún así, "el proceso de rediseño de los billetes irá en paralelo a nuestra investigación sobre un euro digital", remarca el miembro del Comité Ejecutivo de la entidad, Fabio Panetta. "Ambos proyectos tienen la finalidad de cumplir nuestro mandato de proporcionar dinero seguro a los europeos", concluye.