Marta Ortega culminará el próximo 1 de abril, cuando asuma la presidencia de Inditex, un largo periodo de preparación. La tercera hija de Amancio Ortega pasará al puente de mando del mayor trasatlántico de la moda mundial. El grupo tiene 6.654 tiendas en 96 países y, gracias también a su plataforma en línea, vende en un total 216 mercados. Está integrado por ocho marcas: Zara —la que dio inicio al grupo y en la que desarrolló su carrera la futura CEO— Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterqüe.

No todos los analistas preveían este movimiento; había quién daba por hecho que aunque ella escalase en el organigrama Pablo Isla seguiría al frente. Finalmente, además de su ascenso a la cúspide, se ha decidido incorporar a la nueva estructura organizativa un comité de dirección, compuesto directivos procedentes de distintas áreas corporativas y del negocio, y con una larga trayectoria en el grupo. Un especie de vieja guardia para escoltar a Marta Ortega.

Hace tiempo que todas las señales apuntan a Ortega como la gran heredera del imperio que fundó su padre. El paso que hoy se ha anunciado va en ese sentido, pero, a estas alturas, el grupo textil es solo una parte de la actividad inversora y social del empresario. Y en los otros brazos, también está Marta.

En la parte social, la hija es vocal de la Fundación Amancio Ortega, a través de la que se vehiculan acciones solidarias en el ámbito educativo y del bienestar social. El organigrama está compuesto por personal de la estricta confianza del empresario, y de hecho Flora Pérez Marcote, su segunda mujer y madre de Marta, es la vicepresidenta primera de un patronato en que también está Pablo Isla.

En el aspecto puramente económico, la próxima presidenta de Inditex es accionista de Pontegadea Inversiones, la sociedad a su vez dueña de casi un 60% del grupo textil y del 100% de Pontegadea Inmobiliaria, con la empresario se ha expandido en el mundo del ladrillo. Eso la coloca en una situación privilegiada para continuar también la senda abierta por su progenitor en ese otro negocio. A base de invertir los millonarios beneficios que cada año le reporta Inditex, Amancio Ortega se ha hecho con una cartera inmobiliaria valorada en más de 14.00 millones de euros, que supera a las dos sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria del Ibex, Merlin y Colonial.

Además, en fechas recientes se ha conocido que Pontegadea ha entrado también en el sector de las renovables. La sociedad se ha incorporado como socio en uno de los grandes complejos de aerogeneradores impulsados por Repsol con una inyección de 245 millones de euros. Tendrá el 49% del parque Delta, ubicado en la provincia de Zaragoza, con una potencia de 335 megavatios (MW).

La herencia de Amancio Ortega

Hace solo 15 días, la revista Forbes lanzaba una hipótesis sobre la sucesión de Amancio Ortega. Cuando esta se culmine, se producirá un hecho inédito: dos mujeres, sus dos hijas, serán las dos personas más ricas de España, de acuerdo con la famosa lista que elabora la publicación.