El Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) es uno de los mejores termómetros para medir la temperatura de la economía regional. Y el termómetro muestra que la economía isleña aún tiene fiebre. Los últimos datos de la Agencia Tributaria Canaria permiten ver que la recaudación por IGIC no solo es un 20% inferior a la de antes de la pandemia –son casi 300 millones menos–, sino que incluso está ligeramente por debajo de la de 2020. Sobre el papel, la incipiente recuperación y el comienzo de la temporada alta turística promueven el consumo de las familias, la inversión de las empresas y un mayor gasto de la población flotante por el incremento de los turistas. Este escenario debería de propiciar una mejora del ritmo recaudatorio, pero el golpe de casi dos años de crisis y turismo cero hace que la mejora sea insuficiente para acercarse a los niveles de 2019 e incluso para mejorar, siquiera levemente, las cifras del año pasado. En octubre, el primer mes de la temporada de invierno –la tradicional temporada alta para la primera industria del Archipiélago–, la recaudación por IGIC fue un 15,7% inferior a la de octubre de 2019, cuando nadie en España había oído hablar todavía del coronavirus. Y lo que es peor: se quedó 5,4 millones por debajo de la de octubre de 2020.
La recaudación por el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) en los diez primeros meses del año asciende a 1.067,9 millones de euros, según los últimos datos oficiales.
La Hacienda autonómica percibió en concepto de IGIC en los diez primeros meses de 2021 un total de 1.067,9 millones de euros. ¿Mucho o poco? Más bien muy poco. Sobre todo porque en el mismo período del año pasado, el año I de la pandemia, se recaudaron 1.085,1 millones. Canarias está así ingresando en el actual ejercicio por el principal impuesto del Régimen Económico y Fiscal (REF) menos de lo que ingresó en el anterior.
El IGIC es el tributo que grava el consumo en la Comunidad Autónoma –es el gemelo isleño del IVA peninsular–, y el consumo cayó en 2020 a mínimos históricos por el confinamiento de la nación, primero, y después por las sucesivas restricciones de la movilidad y de la actividad para contener el avance del virus. Por eso llama la atención que pese a las fuertes trabas para consumir e invertir sufridas el año pasado –cines cerrados, teatros cerrados, un sinfín de tiendas y comercios cerrado, desaparición del turismo, fin del ocio nocturno, incremento del paro, decenas de miles de trabajadores en suspensión de empleo...–, la recaudación esté por debajo de la del año I de la covid-19. Es verdad que enero y febrero de 2020 fueron meses de normalidad recaudatoria –la pandemia no estalla en España hasta marzo, cuando se decreta la cuarentena nacional–, pero también es verdad que al cierre de mayo de este año los ingresos por IGIC ya estaban algo por encima de la suma de los cinco primeros meses de 2020: 545,6 millones frente a 520,5. Parecía lógico pensar que esa sería la tendencia en el resto del ejercicio, teniendo en cuenta la dureza de 2020 y la incipiente recuperación de la actividad productiva y del turismo. Sin embargo, en junio se dio la vuelta a la tortilla y desde entonces la recaudación se mantiene por debajo de los niveles del año pasado.
Entre enero y octubre de 2020, el ‘año I’ de la pandemia, la Hacienda autonómica ingresó en concepto de IGIC un total de 1.085,1 millones, 17,2 más que este año.
Ni siquiera el mes anterior, el primero de la temporada alta turística, mejoró las cifras de octubre de 2020. Y ni que decir tiene, por tanto, que el montante recaudado está a años luz de los números del último octubre que no se vio alterado por el coronavirus. Hacienda ingresó el mes pasado en concepto de IGIC un montante de 194,5 millones de euros; en octubre de 2020 fueron 199,9 millones y en el mismo mes de 2019, 230,8 millones.
Al hilo de lo anterior, no sorprende que la recaudación total siga a años luz de la de 2019. Los 1.067,9 millones de euros ingresados en los diez primeros meses de 2021 son 276,4 millones menos que en el último año antes de la crisis, cuando los ingresos por el principal tributo del REF llegaron a estas alturas de ejercicio a 1.344,3 millones de euros. Eso en 2019, porque de enero a octubre de 2018 la recaudación ascendió a 1.528,6 millones, la friolera de 460,7 más que este año.
Del 1 de enero al 30 de octubre de 2019, el último ejercicio antes del estallido de la pandemia, la recaudación por el principal impuesto del REF llegó a 1.344,3 millones de euros.
Los bajos ingresos por el IGIC están detrás de que la recaudación por todos los tributos del Bloque de Financiación Canario o bloque del REF, que incluye el Impuesto de Matriculación y el polémico Arbitrario sobre la Importación y Entrega de Mercancías (AIEM), apenas crezca. Hacienda ingresa por matriculaciones poco más de 14 millones –2,3 más que de enero a octubre del año pasado–, y por el AIEM, hasta 147 millones –31,3 más–. El bloque del REF ha dejado así en lo que va de año 1.228,9 millones de euros, 16,3 millones más que en 2020.
En 2018, siempre tomando como referencia los diez primeros meses del año, los ingresos por el IGIC ascendieron a la friolera de 1.528,6 millones, 460,7 millones más que en 2021.
