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El colapso marítimo deja a Canarias sin productos ‘made in China’

Las compras al gigante asiático se hunden hasta la cuantía más baja en 22 años | El tráfico de contenedores para importación y exportación se reduce un 12,5%

Movimiento de contenedores en las instalaciones del puerto de Santa Cruz de Tenerife. Carsten W. Lauritsen

Canarias se está quedando sin productos made in China. La crisis del tráfico marítimo internacional ha hundido las importaciones de mercancías desde el gigante asiático hasta cifras sin precedentes en lo que va de siglo. Hay que remontarse a finales del siglo XX para encontrar un volumen tan bajo de compras a Pekín como el propiciado por el colapso del comercio global. Un colapso que también se refleja en el movimiento de contenedores para importación y/o exportación en los puertos isleños de titularidad estatal. El tráfico de estos contenedores para entrada o salida de productos desde o hacia el exterior cae un 12,5% en lo que va de año tras haber sufrido un notable retroceso también en 2020.

En los ocho primeros meses de 2021, de enero a agosto, Canarias importó de China un total de 21.705 toneladas de mercancías, la menor cantidad desde el año 2000.

El año pasado, el año I de la pandemia, fue casi un ejercicio en blanco para el comercio internacional. Ahora, cuando el mundo ve la luz al final del túnel una vez superado lo peor de la crisis sanitaria, la maquinaria se ha reactivado a máxima potencia. Y de golpe. Se produce así un drástico y súbito incremento de la demanda de mercancías, entre otras cosas porque las empresas fueron tirando de stock durante la pandemia, y ese stock o esas existencias ya se han agotado. En medio del escenario aparece China, que no es la única responsable del colapso marítimo global pero que sí es en parte responsable. El gigante asiático demanda energía y materias primas en cantidades astronómicas, por lo que hace acopio de determinados productos o insumos y desabastece así a otros países. Pero, además, es desde 2009 el primer exportador mundial, por lo que está en una posición de fuerza que no tienen ni Europa ni los Estados Unidos. Si a todo ello se le suma el extraordinario encarecimiento de los fletes marítimos por la subida de los combustibles y la escasez de contenedores –un importador canario puede llegar a pagar 9.000 euros por el mismo flete por el que pagaba mil a comienzos de año–, no resulta extraño que empiecen a escasear los productos made in China.

De enero a agosto, que es hasta donde abarca la estadística de la Secretaría de Estado de Comercio, Canarias importó 21.705 toneladas de mercancías procedentes de China. ¿Mucho o poco? En realidad poquísimo. Las empresas de la Comunidad Autónoma no traían tan poco volumen de insumos y productos del gigante asiático desde el año 2000, cuando en los ocho primeros meses llegaron al Archipiélago 19.853 toneladas. La factura de esas 21.705 toneladas de mercancías traídas desde Pekín asciende a 92,3 millones de euros, la más baja desde 1999, es decir, la más baja de los últimos 22 años.

La monstruosa demanda de Pekín provoca el desabastecimiento de otros países

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Hay que tener en cuenta que desde China no solo vienen a las Islas ropa, muebles o juguetes, sino también equipos de telecomunicaciones, componentes para la industria de la automoción –alrededor del 65% de los chips de los coches llega desde China y Taiwán– o materias primas y semimanufacturas de plástico.

En definitiva, es un mercado clave para las empresas isleñas. La caída global de las importaciones en lo que va de 2021 es del 21%, pero es que ya el año pasado se produjo una disminución también del 21%. Caen un 84% los envíos de productos textiles para el hogar; un 60% los de prendas de confección femenina; un 29% las importaciones de equipos de telecomunicaciones; un 26% las de muebles del hogar; un 21% las de equipos, componentes y accesorios de automoción; y un 18% las de semimanufacturas de plástico.

El deterioro del comercio exterior con China explica en buena medida por qué los puertos canarios están moviendo muchos menos contenedores para importación y/o exportación que en años anteriores. Incluso menos que en 2020 pese al confinamiento de medio mundo por el coronavirus.

En las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, el tráfico de contenedores import/export de enero a septiembre llegó a 23.146 TEU –una TEU equivale a la capacidad de carga de un contenedor de 20 pies–. Son 524 contenedores menos que en el mismo período de 2020 –un 2,2% menos– y la menor cantidad desde 2014. Y la caída es aún mayor en las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, donde en los nueve primeros meses del año el tráfico de contenedores import/export se quedó en 45.873 TEU. En este caso son 9.337 TEU o contenedores menos que en el año I de la pandemia, un 17% menos. Además, se trata del menor volumen desde al menos 2006, año en que comienza la estadística de Puertos del Estado.

La factura de las importaciones desde China en lo que va de año asciende a 92,3 millones de euros, en este caso se trata de la cuantía más baja desde 1999.

Tanto el puerto de Santa Cruz como el de Las Palmas –sobre todo este último– se destacan por el tráfico nacional de contenedores y el movimiento de contenedores en tránsito –los que trae un buque y carga otro–, pero el tráfico import/export muestra así hasta qué punto se ha resentido el comercio exterior en las Islas.

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