El 57% de los residentes en España estarían dispuestos a solicitar un crédito dejando en prenda una joya en caso de necesitar liquidez, lo que se conoce como crédito prendario o empeño, aunque solo un 18% se decide a hacerlo.

Esta es una de las principales conclusiones de un estudio sobre la tenencia y el uso de joyas y de oro elaborado por la firma de estudios de mercado Toluca para El Monte, de la Fundación Montemadrid, realizado el pasado agosto con una muestra de 1.300 personas, que añade que el 90% de los hogares poseen joyas.

Según ha explicado el director de la red de Montes de Fundación Montemadrid, Santiago Gil, solo un 37% de los hogares que tienen en casa oro o alguna pieza de joyería conoce su valor exacto y solo el 21% considera estos bienes como una forma de inversión, ya que en España es más habitual darles un valor sentimental o de estatus.

Valencia, Canarias y Andalucía son las comunidades autónomas en las que más se recurre a este tipo de financiación prendaria, con un 25%; un 22% y un 21% del total, mientras que Galicia es donde menos se utiliza, con un 10 %, explica el estudio.

Pese a lo que pueda parecer, la crisis producida por la pandemia no ha tenido los mismos efectos que la anterior, la de 2011, en cuanto al uso de estas entidades, ya que entonces, la gente tenía más necesidad de liquidez, mientras que en 2020 la mayoría pudo optar por conservar sus piezas en forma de ahorro, ayudados por los ERTE y otras medidas tomadas por el Gobierno.

Y en comparación con 2019, antes de la pandemia, la actividad de los Montes antes llamados "de Piedad", está en torno al 3,5% por debajo.

El 97% de las personas que empeñan una joya, es decir, casi todas, acuden después a recuperarla, según el estudio, aunque también es frecuente que después quieran venderlas y prefieren hacerlo en establecimientos como El Monte, frente a otros como los "compro oro".

Por su parte, el director general de El Monte, el exministro de Cultura José Guirao, se ha referido a la función social y de inclusión financiera que realiza la entidad, que ha evolucionado mucho en sus más de tres siglos de historia.

Se trata de un sistema de financiación alternativo, que tiene la ventaja de la inmediatez, ya que el cliente lleva su joya, se la tasan y en poco tiempo recibe su dinero, un crédito a medida que se suele conceder por un año, sin comisiones de apertura ni de cancelación y con bajos intereses.

También han presentado MonteOro, una nueva línea de negocio creada "a petición de los clientes", que incluye valoración, custodia, venta, subasta, reparaciones y también inversión en oro.