El Banco de España hará "una revisión significativa a la baja" de sus previsiones de crecimiento de la economía española para este año, que actualmente se sitúa en el 6,3% para este año. Así lo anticipó el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante su comparecencia en el Congreso para valorar el proyecto de Presupuestos del Estado para 2022 presentado por el Gobierno. El gobernador anticipó que "aún no está clara cuál va a ser la revisión de la previsión del crecimiento de 2022" -que actualmente se sitúa en el 5,9%-, a la espera de conocer nuevos datos sobre la evolución económica en la parte final del año, como los relativos al mercado de trabajo.

Hernández de Cos evitó precisar aún las nuevas previsiones -que se presentarán en diciembre dentro de la estrategia de comunicación del Banco Central Europeo-, pero sí explicó que la corrección obedece a la drástica revisión a la baja del dato de crecimiento del segundo trimestre que publicó el INE a finales de septiembre y que supuso recortarlo del 2,8% inicialmente estimado en julio al 1,1%.

En sus previsiones de diciembre, el Banco de España adaptará sus estimaciones al nuevo escenario descrito por el INE. También tendrá en cuenta los efectos recientes sobre la economía de la inflación y de los "cuellos de botella" en la cadena de suministro global de productos. "Las previsiones se han quedado obsoletas", dijo De Cos, que apuntó dos datos: según los modelos del Banco de España, un encarecimiento sostenido del precio de la luz del 10% para los consumidores finales en un horizonte de dos o tres años puede restar tres décimas al crecimiento. Y un segundo dato que pesará sobre las nuevas previsiones: los cuellos de botella en el comercio mundial puede ya han provocado una caída del 7% en las exportaciones europea.

Lo que es seguro es que las nuevas previsiones del Banco de España se alejarán aún más de las que ha utilizado el Gobierno para construir el proyecto de Presupuestos del Estado para 2022, que prevén un avance del 6,5% este año y del 7% el próximo, aproximadamente un punto por encima del consenso de los analistas, según hizo notar De Cos. El menor ritmo de ejecución de la inversión vinculada a los fondos europeos es, según el gobernador del Banco de España, una de las razones que justifican que sus previsiones sean inferiores a las oficiales.

Ingresos, déficit, inflación y salarios

Con todo, en esta ocasión, el análisis del Banco de España de las cuentas del año siguiente, no repite las clásicas advertencias sobre una presupuestación demasiado optimistas de los ingresos y de la reducción del déficit. En el primer caso, estima que una presupuestación optimista -desde su punto de vista- de los ingresos por cotizaciones se podría compensar con la estimación a la baja de la recaudación tributaria incorporada al proyecto de ley. Además, el Banco de España considera que la ejecución previsiblemente incompleta de las inversiones ayudará a la reducción del déficit público que prevé el Gobierno para 2022, hasta el 5% del PIB.

Durante su intervención ante la Comisión de Presupuestos, De Cos elevó su preocupación sobre el fenómeno de la inflación, aunque no dejó de subrayar su carácter transitorio. El gobernador pidió a los agentes económicos contención a la hora de "filtrar" y trasladar la inflación de los factores productivos al precio final al consumidor y a las demandas salariales. "Empresas y trabajadores deben interiorizar la naturaleza fundamentalmente transitoria de algunos de los principales factores que están detrás del actual repunte de los precios y buscar un reparto equitativo de la merma de rentas de la economía nacional frente al resto del mundo que implican los aumentos de costes recientes", dijo el gobernador.

Pensiones

Además, subrayó la importancia de "evitar el uso generalizado de las cláusulas de indexación automáticas en las partidas de gasto que pudieran alimentar adicionalmente el actual proceso inflacionista".

Según los cálculos del Banco de España, la escalada de precios podría elevar el gasto en pensiones estimado en el presupuesto de 2022 en unos 3.500 millones de euros (unos 1.500 millones en 2022, a lo que habría que sumar otros 2.000 millones por la compensación de las pensiones de 2021).

Reforma laboral

En relación al debate sobre la reforma laboral y sobre la conveniencia de modificar o no la negociación colectiva (para que los convenios de empresa no puedan recortar las condiciones salariales de los convenios sectoriales y para frenar las cláusulas de descuelgue), el gobernador se mostró a favor de no restar "flexibilidad" laboral a las empresas pues, según dijo, estas se enfrentan a "uno de los momentos de mayor necesidad de reasignación", por los efectos derivados de la pandemia y por la transición ecológica.

En la polémica política entre las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz por la orientación de la reforma laboral que se negocia con los agentes sociales, la opinión del gobernador vendría a alinearse claramente con las tesis de la primera de ellas, también ministra de Economía.