La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, ve factible que se recupere el nivel de actividad diario (la capacidad productiva diaria) y empleo prepandemia a finales de este año. «El primer trimestre de 2022 será el primero con un nivel de actividad económica superior a la registrada en el primer trimestre de 2019», aseguró ayer tras el Consejo de Ministros donde se aprobaron las bases del Presupuesto del Estado para 2022. La recuperación de la actividad será no solo debido al proceso de vacunación, que ha sido uno de los elementos fundamentales y el que ha facilitado el resto, sino a a la recuperación turismo, el dinamismo del consumo, el impulso de la inversión y la aceleración del despliegue de los fondos europeos.
Calviño, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, recordó que en julio ya afirmó que la recuperación estaba en marcha y se mostró convencida de que se cerrarán acuerdos para aprobar los presupuestos de 2022 en plazo, como sucedió para los del actual ejercicio.
El primer medidor para la reactivación es el ahorro embalsado que el Ministerio de Economía sitúa en unos 50.000 millones a causa del confinamiento y las restricciones, y que se destinará al consumo. De otra parte está la mejora del turismo, uno de los sectores más afectados por la pandemia. Economía asegura que el número de visitantes se ha situado por encima del 50% del nivel de 2019, que fue un año récord, en el tercer trimestre y en el 60% en el cuarto.
Como consecuencia, a diferencia de otras crisis, el rebote del producto interior bruto (PIB) se ha producido a nivel de dos dígitos y el ejercicio siguiente de la caída, explicó.
Tras insistir en la importancia adquirida por el proceso de vacunación, la vicepresidenta primera destacó las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo para paliar los efectos de la crisis pandémica, como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o ayudas a empresas y familias, entre otras. Todo ello ha apuntalado el crecimiento. «No hay precedentes históricos de una recuperación tan rápida», manifestó con contundencia. De ahí que el Gobierno mantenga la previsión de crecimiento del 6,5% para este año y del 7% el que viene aprobada a finales de julio, tras el desplome histórico del 10,8% en 2020.
Estas estimaciones, que se aprobaron ayer a la vez que el techo de gasto de cara a los Presupuestos del Estado para 2022, están por encima de las del Banco de España, pero por debajo de las de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que sitúan a España en cabeza de la recuperación.
El think tank de los países ricos augura ahora un avance del PIB del 6,8% para este año, casi un punto porcentual por encima de sus estimaciones de mayo, y del 6,6% en 2022.
Economía también mantiene la previsión de inflación. A pesar de la tasa anual del 3,3% en agosto, que se explica por la subida de los precios de la energía, se espera una cierta moderación, hasta acabar el ejercicio en el 1,2% y en el 1,5% el año que viene. La estimación es que las medidas tomadas para frenar la escalada del precio de la luz reducirá en cuatro décimas la inflación de este año, afirmó Calviño.
«Está en marcha una intensa recuperación», que permitirá alcanzar este mismo año los niveles prepandemia en cuanto a la actividad diaria, sentenció Calviño. Para el Banco de España, sin embargo, el nivel de PIB anual anterior a la pandemia no se alcanzará hasta el año que viene.
Calviño admite que la inflación rebota, pero por «efectos coyunturales». Además aseguró que se van despejando las incertidumbres, lo que consolida la tendencia a la recuperación.
El único cambio en las previsiones macroeconómicas del Gobierno con respecto a julio tiene que ver con la composición del crecimiento para este año, en el que tendrá un mayor peso el consumo privado y menor la inversión en construcción.
Así, mientras que el consumo público se mantiene en el 2,5 %, el privado crecerá este año un 8 %, siete décimas más que en la anterior previsión, situación que Calviño ha vinculado al incremento del gasto proveniente del ahorro embalsado.
Calviño detalló que el gasto con tarjeta es superior ya al de 2019, con alzas de hasta el 40 %, que reflejan asimismo un cambio en los hábitos de consumo de los españoles y que se producen sobre todo en alojamiento y restauración.
La inversión en construcción moderará su crecimiento casi tres puntos, hasta el 3 %, este año, mientras que «todo apunta a una mejor inversión en bienes de equipo», ha dicho la vicepresidenta segunda. Explicó que la contribución de la demanda nacional continúa aportando 6,5 puntos al crecimiento económico este año, mientras que el sector exterior añadirá 0,1 puntos.
