El primer doctorado industrial de la Cátedra Fundación Cepsa de Transición Ecológica e Innovación de la Universidad de La Laguna pone el acento en la obtención de biocombustibles a partir del hidroprocesado de aceites de cocina y otras materias grasas no alimentarias en las unidades de procesos de las refinerías y plantas químicas.

La obtención de biocombustibles a partir del hidroprocesado de aceites de cocina y otras materias grasas no alimentarias, así como sintetizar materiales que ayuden a realizar este proceso en una sola etapa son los objetivos del primer doctorado industrial de la Cátedra Fundación Cepsa de Transición Ecológica e Innovación de la Universidad de La Laguna.

Un estudio que, además de incidir en la apuesta por la investigación dentro de las empresa, pone el acento en el desarrollo de procesos dirigidos a potenciar la economía circular y que puedan ser aplicados a corto plazo. Este aspecto cobra todavía más relevancia en estos momentos, en los que la estrategia energética pone su punto de mira en la protección del medio ambiente y en la implantación de soluciones sostenibles que conlleven una reducción de la emisión de los gases de efecto invernadero.

Esta tesis doctoral industrial, la segunda realizada en la Universidad de La Laguna, está a cargo de la investigadora predoctoral Virginia Torres, licenciada en Ingeniería Química por la Universidad de Málaga y Máster en Ingeniería Química del mencionado centro, y está codirigida por Carlos Prieto, coordinador de refino del Centro de Investigación de Cepsa, y por los profesores de la Universidad de La Laguna Luis Antonio González y Karina Rodríguez.

La directora de la Cátedra Fundación Cepsa de Transición Ecológica e Innovación de la Universidad de La Laguna, Andrea Brito, explica que, en estos momentos los biocombustibles proceden en su mayoría del biodiésel, que se consigue mediante la reacción de aceites con alcoholes. Sin embargo, el estudio en el que se está trabajando utiliza como materia prima los residuos de aceite de frituras o grasas animales no alimentarias para obtener un biocombustible avanzado que, además de presentar una menor huella ambiental, es compatible con los combustibles fósiles.

Esta circunstancia permite que el biocombustible se pueda producir en las propias plantas de procesos de refinerías y plantas químicas, a diferencia del biodiésel, que requiere la instalación de una planta nueva para su producción. Una posibilidad que, a su vez, representa una reducción de costes para su aplicación.

Virginia Torres explica que el trabajo de su tesis se inició hace un año, en septiembre de 2020. Desde entonces, su labor se ha centrado en el estudio bibliográfico de la materia y de los catalizadores empleados hasta el momento y, al mismo tiempo, en la selección de los materiales más relevantes, centrando la investigación en sintetizar un material catalítico nuevo. Esto, añade, conlleva preparar y caracterizar los nuevos materiales, ver su estructura y realizar un estudio pormenorizado.

El siguiente paso, iniciado este mes de septiembre, se centra en realizar pruebas tanto de los materiales catalíticos seleccionados como de la reacción en el Centro de Investigación de Cepsa en Alcalá de Henares. Durante un periodo de seis meses se llevarán a cabo las pruebas en dicha instalación, permitiendo aterrizar el estudio a la realidad con el fin de evaluar resultados y, posteriormente, valorar nuevamente en la Universidad de La Laguna los cambios o modificaciones que sean necesarios.

Con los nuevos resultados obtenidos, se acometerá la última fase, mediante la realización de las pruebas a escala piloto, nuevamente en el Centro de Investigación de Cepsa, y cuyos resultados se sumarán a los anteriores para finalizar la tesis doctoral, que se prevé que esté terminada durante el tercer trimestre de 2023.

Virginia Torres añade que, a lo largo de este primer año de trabajo, la parte más ardua de la tesis se ha centrado en el proceso de familiarización con la temática, así como los estudios bibliográficos previos que son necesarios de cara a tomar decisiones y encaminar la investigación hacia los mejores resultados.

Por contra, apunta que queda pendiente la labor que puede resultar más gratificante, con la aplicación práctica de lo desarrollado hasta el momento tras aplicar los conocimientos adquiridos.

Una investigación aplicada

Para Virginia Torres, el doctorado industrial “supone una gran oportunidad tanto para las empresas, en este caso Cepsa, como para la propia Universidad”, ya que “permite realizar una investigación académica con su aplicación en la industria, que es la parte más novedosa, y poder conocer su resultado no solo a escala de laboratorio, sino en instalaciones piloto”.

A su vez, añade, permite avanzar en aspectos fundamentales de cara a la transición energética, apostando por la economía circular, además de abrir vías a la empresa para afrontar nuevos retos.

Asimismo, incide en que los doctorados industriales ponen en valor la investigación, un aspecto que, explica, no se valora tanto como se debería en España pero que resulta fundamental de cara al desarrollo industrial.

En este sentido, destaca que los convenios entre industria y universidad representan una herramienta básica que debería potenciarse. Argumenta que permiten acercar a las empresas el conocimiento de la universidad en materia investigadora, que esta no puede materializar por falta de tiempo o medios.

Oportunidad laboral

Por su parte, Andrea Brito destaca el papel de la Cátedra Fundación Cepsa de Transición Ecológica e Innovación de la Universidad de La Laguna como impulsora del doctorado industrial, el segundo existente en la ULL. Añade que, tanto en Canarias como a nivel nacional, existen pocas iniciativas de este tipo porque se trata de procedimientos en los que la empresa tiene que contratar al doctorando por espacio de al menos un año.

Explica que esta fórmula facilita que la empresa cuente con un doctorando que trabaje en aspectos que son de su interés y que, por tanto, participa activamente en su formación.

Para el doctorando, señala Andrea Brito, esta forma de trabajo conlleva una ventaja añadida, ya que abre sus posibilidades de futuro laboral, al brindarle la oportunidad de estar dentro de la empresa y demostrar que puede ser útil, aspecto que puede contribuir a facilitar su posterior incorporación laboral a la empresa. En este sentido, afirma que “conseguir doctores dentro de la empresa con esa experiencia es importante”.