El Banc Sabadell plantea cerrar 320 oficinas en su proceso de reestructuración que se saldará con 1.860 despidos. Así se lo ha trasladado este martes a los sindicatos en la segunda reunión para negociar el expediente de regulación de empleo (ERE) que inició a principios de agosto. La dirección también pretende reconvertir otras 180 oficinas al nuevo modelo que han bautizado como 'caja avanzada', que consisten en una sucursal sin funciones directivas ni comerciales y que se centra en prestar apoyo a otros establecimientos. Así lo han confirmado tanto fuentes de la empresa como de la central.

Las conversaciones para ultimar el ajuste de empleo en la entidad bancaria avanzan y las centrales estudian ahora de cara a la tercera reunión las condiciones planteadas por la dirección. En la cita de este martes, la dirección ha confirmado las 1.860 salidas, 1.600 provenientes de la red de oficinas y otros 260 de los centros corporativos. El recorte de personal supondrá, salvo que se pacte una rebaja en futuros encuentros, la pérdida del 12,7% de 14.648 empleados que mantiene actualmente en España. La cifra de trabajadores asciende a 21.095 personas si se suma el personal ubicado en el extranjero.

Los sindicatos han vuelto a cargar contra el plan puesto sobre la mesa por parte de la dirección y han manifestado su indignación con los nuevos despidos. Si el Banc Sabadell no rebaja sus pretensiones, acabará sumando 3.660 despidos en un mismo año. Las centrales critican que este segundo expediente llegue tras obtener en el primer semestre del año un beneficio neto atribuido de 220 millones de euros, lo que supone un incremento del 51,5% respecto al mismo periodo del año anterior. También por su intención manifestada en julio de volver a repartir dividendos. Todo ello ante una creciente carga de trabajo, que ha obligado a la entidad a contratar 200 gestores para su red de oficinas.

La entidad financiera ha reiterado a los representantes sindicales que pretende priorizar las salidas voluntarias en el ajuste de personal, pero las centrales advierten de que no les ha garantizado que aparque las salidas forzosas en caso de que no alcance los cupos de salida que pretende por funciones y territorios.