La historia de la Córdoba más reciente está íntimamente ligada con la joyería. La ciudad es uno de los polos centrales de un sector que ha tenido que reinventarse para adaptarse a los nuevos tiempos y el Parque Joyero ha sido pieza fundamental de esa evolución. Precisamente, la posición de Córdoba dentro de la joyería fue una de las claves para que Facet, empresa histórica del sector, asentara parte de su producción en la ciudad.

Lo hizo, tal y como cuenta el CEO de Facet, José Miguel Serret, en medio de la pandemia del coronavirus. Fue a finales de septiembre del año pasado cuando esta empresa catalana abrió sede en Córdoba, en el Parque Joyero, buscando proteger una producción hasta el momento muy concentrada en la India, país gravemente afectado por el coronavirus. En este caso, la aventura exterior de Facet es de ida y vuelta. De ida, a producir fuera; y de vuelta, recuperando una parte de su producción en el exterior.

Córdoba, relata Serret, siempre había estado en el punto de mira de Facet, «pero lo íbamos dejando para mañana». El covid aceleró una llegada que siempre había estado en la mente de la empresa y Córdoba se convirtió así en sede de una de las fábricas de la compañía.

La empresa ocupa 1.500 metros en el Parque Joyero, divididos en dos espacios, uno dedicado a la fabricación y otro centrado en la parte administrativa. «Gran parte de la producción la hemos trasladado aquí», explica Serret, que avanza que ya han abierto un nuevo periodo de contratación de personal de una quincena de personas, que se sumarán a los más de 70 trabajadores con los que cuenta la empresa en Córdoba.

Puede pensarse que, dentro de una crisis económica como la derivada del coronavirus, la joyería queda relegada a un segundo plano en la lista de la compra. Facet, sin embargo, espera cerrar este 2021 superando los datos de negocio del 2019. Serret detalla que, dentro del sector, o al menos desde la experiencia de Facet, existen dos divisiones: por un lado, el retail, y por otro, las grandes cuentas. El precio medio de esas grandes cadenas sí ha caído, pero no ha ocurrido lo mismo en el otro polo. «El que tiene poder adquisitivo no tenía opciones de gasto durante la pandemia, pero la compra de joyas siempre ha estado ahí», evidencia el CEO de Facet, que añade que el mercado de joyería que negocia con piezas que se pueden usar cada día «sí está sufriendo la crisis».

En Facet, además, juegan con la baza de la trazabilidad. De todas las piezas se puede saber de dónde se extrae el material y por las manos que ha pasado o conocer que se han cumplido todos los derechos de los trabajadores durante su producción. Esto es clave para una empresa del tamaño de Facet y su inversión a largo plazo.