Ni siquiera la tímida reactivación turística de este verano, gracias a la presencia de visitantes locales y nacionales, ha podido salvar el empleo en el sector turístico y comercial en Canarias. El Archipiélago se ha convertido en la única comunidad autónoma de todo el país en la que en julio el número de trabajadores cayó de forma conjunta en estas dos actividades, por lo que ambos sectores registraron durante el mes pasado menos empleados que en esas mismas semanas de 2020. Mientras la hostelería, las agencias de viaje y los touroperadores disminuyeron sus niveles de empleo casi un 5% respecto al año pasado, las plantillas en el comercio canario se redujeron un 2,2%, si se tiene en cuenta el dato interanual.

Unos porcentajes que evidencian que la locomotora turística todavía funciona a medio gas en las Islas ante la falta de su cliente principal, el visitante internacional, que a pesar de que están llegando en un número mayor al del año pasado, todavía no en el suficiente para reactivar la contratación en estos sectores y para poder sacar del ERTE a los 49.000 trabajadores que siguen bajo el paraguas de este mecanismo en Canarias.

Si bien hay otras comunidades en las que el empleo turístico se ha reducido en el mes de julio, en ninguna la caída es tan importante como la que se ha producido en las Islas. Además de en el Archipiélago, también Madrid, País Vasco y La Rioja han visto mermado el número de trabajadores vinculados a esta actividad. Sin embargo, ni el descenso es tan relevante ni el sector turístico tiene en estas regiones el peso que tiene para Canarias, que si se comparan con Baleares, una autonomía homóloga en relación a la importancia que el turismo puede tener para su economía, sale todavía peor paradas. En el otro archipiélago español el empleo turístico aumentó el mes pasado un 14% y sumó 17.057 trabajadores, frente al descenso de más de 6.600 empleados de Canarias, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

La falta del turista internacional continúa lastrando las ventas y la actividad hotelera

El Archipiélago es de esta manera una de las pocas notas discordantes en un verano que, en casi todo el resto del país, está marcado por datos positivos. Los afiliados a la Seguridad Social en el sector turístico español se acercaron a los 2,56 millones de trabajadores en julio, un 10,5% más en términos interanuales, con lo que encadena su segunda subida desde el inicio de la pandemia.

Una recuperación que la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, achacó este lunes 30 de agosto al «exitoso avance del proceso de vacunación en nuestro país que nos sitúa a la cabeza de las naciones con más porcentaje de población vacunada con pauta completa», así como «al esfuerzo que el sector turístico ha hecho para ofrecer un servicio seguro a sus clientes en tiempos de pandemia, algo que explica esta notable recuperación en el empleo en julio», que espera se mantenga también en agosto.

Maroto manifestó que el Gobierno central sigue trabajando para normalizar los flujos turístico internacionales, que asegura «han comenzado a activarse gracias a iniciativas como la del Certificado Covid Digital de la UE», que a pesar de que entró en vigor el pasado 1 de julio no se ha demostrado como una herramienta eficaz para reflotar la actividad turística internacional debido a las restricciones adicionales que puede imponer cada país.

De esta manera, a estas alturas el sector turístico canario solo fía a la vacunación y a la mejora de los indicadores epidemiológicos su reactivación de cara a esta temporada de invierno, la más importante para el sector en Canarias, que esperan que por fin sea la del despegue definitivo.

Descenso en el comercio

Y si en la caída del empleo en el sector turístico en julio, Canarias tenía al menos a otras tres comunidades que la acompañaban en las tasas negativas, en el caso de la ocupación en el comercio sí que es la única autonomía que redujo en julio el número de trabajadores vinculados a esta actividad respecto a las cifras registradas en el mismo mes del año pasado.

En concreto, en solo doce meses la ocupación en este sector, –que genera un 20% de los empleos en el Archipiélago–, ha descendido un 2,2%, pero si se tiene en cuenta cuál ha sido la reducción en lo que llevamos de este año el porcentaje es más preocupante, ya que entre enero y julio la caída es del 5,2%. A punto de cerrar unas rebajas en las que los comerciantes han echado en falta más de un 20% de las ventas de la temporada precovid, el sector continúa destruyendo empleo acuciado por la falta de turismo, las restricciones y la incertidumbre económica que no anima las compras.

«Es muy preocupante», concluye Abbas Moujir, presidente de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), quien asegura que esta campaña «ha sido peor que la del año pasado» que se inició apenas dos meses después del confinamiento y cuando todavía el inicio de la vacunación quedaba bastante lejos. Incide en que «seguimos destruyendo empleo cuando antes del coronavirus lideramos la creación de empleo». Desde el inicio de la crisis provocada por la pandemia el sector ha perdido en Canarias algo más de 11.000 puestos de trabajo, sin contar con las alrededor de 7.000 personas vinculadas a esta actividad que continúan afectadas por un ERTE. «Dentro de un mes se tomará la decisión de ampliarlos, pero habrá que ver en qué condiciones y a qué sectores», valora, ya que de no ser así el futuro de estos miles de empleos quedará en el aire, porque sería todo un éxito que en las actuales condiciones las tiendas pudieran reincorporarlos a todos.

Descenso en el comercio

El sector comercial asegura no haberse beneficiado tampoco del aumento de la actividad turística de este verano de la mano de turistas locales y nacionales. «Te ves las terrazas llenas pero lo que es comprar, poco», lamenta Carlos Bethencourt, presidente de la Federación de Zonas Comerciales Abiertas de Gran Canaria (Fecogranca). Mientras el sector de la restauración sí ha tenido impulso, al comercio canario le sigue faltando buena parte de sus clientes, los turistas internacionales, que no solo gastan en compras sino que su presencia repercute en la creación de puestos de trabajo en el sector turístico.

Los empresarios reclaman celeridad en el pago de las ayudas directas para evitar cierres

Hasta que los extranjeros regresen, Bethencourt insiste en que los comercios necesitan celeridad el pago de ayudas directas, ya que asegura que hay expedientes resueltos que dos semanas después todavía no han sido abonados. «Todos esperan como agua de mayo que se reparta el dinero», insiste y reclama que «si se ha exigido que se tramitaran los expedientes con urgencia que ahora no sea el Gobierno de Canarias el que se retrase en el pago», ya que más demoras significará para muchos tener que cerrar.