El salario bruto medio anual en España es de 1.982,3 euros; en Canarias, de 1.749,9. El PIB per cápita del Estado, 26.426 euros, y el canario, 21.244. La tasa de paro del país, del 15,26%; la del Archipiélago, 9,5 puntos superior. Y lo mismo ocurre con otras cuantas variables que explican, junto a las cortas distancias que se recorren dentro de cada isla, que, con 13,8 años, el parque móvil de la comunidad autónoma sea, junto al de Castilla y León, el más vetusto de todo el territorio nacional.

Una avanzada edad que empeora aún más comparada con los 11,5 años del parque móvil de la Unión Europea (UE). Al menos, la estadística publicada este año por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA, por sus siglas en inglés) recoge que Lituania, Estonia y Rumanía tienen los vehículos con una edad media más alta, con 16,8, 16,7 y 16,5 años, respectivamente. En el lado opuesto de la balanza se sitúan países como Luxemburgo (6,5 años), Austria (8,3) e Irlanda (8,4), a gran distancia de los que la patronal nacional del sector, Faconauto, da para Canarias.

Manuel Sánchez es miembro del Comité Ejecutivo de dicha organización y presidente de Aconauto Canarias. Asegura que en el Archipiélago cambian de manos «cuatro vehículos usados por cada uno nuevo», lo que determina que en no pocos casos las operaciones tengan por objeto «coches que tienen ya más de diez años».

Desde Fredica, la otra patronal del sector que existe en las Islas, su vicepresidente ejecutivo, Rafael Pombriego, alude a los «niveles de renta, mucho más bajos que en el resto de España, y al desempleo, mucho más elevado» como dos factores determinantes. Si los ingresos son escasos, las familias relegan la adquisición de un coche a la parte baja del listado de cuestiones urgentes.

Además de la renta disponible, otro de los factores que coadyuvan es la cortedad de las distancias. Vivir en islas destierra la posibilidad de cubrir grandes trayectos por carretera. No obstante, este condicionante admite debate. Para Manuel Sánchez, es una de las circunstancias más relevantes en la tarea de buscar explicación al alto número de vehículos canarios que entran en la senectud rodando en las calles. No así para Rafael Pombriego.

El vicepresidente ejecutivo de Fredica no reduce a cero la influencia del kilometraje, «pero vienen a ser 2.000 kilómetros más al año, y esa no es razón suficiente». En su opinión, pesan mucho más las razones económicas, «porque en la Península el 95% de los desplazamientos son similares a los que pueden realizarse aquí cada día».

También para Sánchez el bolsillo entra en la cúspide de los motivos. «En Canarias existe una cultura muy importante del automóvil», detalla el presidente de Aconauto sobre el interés de los isleños por el mundo del motor, «pero en muchas ocasiones no acompaña la renta disponible». Eso explica, y coinciden en ello ambos representantes empresariales, que las ventas de vehículos de gama baja sean más cuantiosas en las Islas que en el resto de España.

La crisis económica que ha desatado la pandemia amenaza con acentuar esta tónica. La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) señaló esta misma semana que durante el año pasado se vendieron 1.116.939 unidades de alta antigüedad, muy por encima de las 851.210 salidas de fábrica. “Esto significa que en 2020, por cada turismo nuevo, se vendieron 1,3 turismos de más de diez años”, detallaron desde Anfac.

A esas evidencias, Manuel Sánchez suma «el sentimiento de propiedad» más acentuado que exhiben los isleños y que les hace más complicado desprenderse del coche cuando llega el momento. Por eso mismo, modelos de negocio como «el renting», explica el presidente de Aconauto Canarias, o el leasing tienen una menor implantación en las Islas que en el resto de comunidades autónomas.

Implantar puntos de recarga

La Federación Regional de Empresarios Importadores y Concesionarios de Automóviles (Fredica) instó ayer a los municipios a centrar sus esfuerzos en dotarse de «puntos de recarga para vehículos eléctricos», porque si no, «será imposible cumplir con los objetivos de descarbonización». El Gobierno de España repartirá 1.000 millones de euros entre las localidades de más de 50.000 habitantes y «hasta 30 municipios de Canarias podrían acceder», detalló Fredica. Para 2030 harán falta 14.870 puntos de recarga en el Archipiélago, donde solo hay 675 actualmente.