El turismo todavía está muy lejos de las cifras previas a la pandemia. En junio llegaron a España 2,2 millones de turistas internacionales, un aluvión si se compara con las cifras del año anterior (204.272) aunque la comparación es estéril, pues no fue hasta el día 23 de ese mes cuando se abrieron las fronteras interiores de la Unión Europea. Por el contrario, si se compara con los años anteriores a la crisis del coronavirus, 2019 y 2018, cuando llegaron 8,8 y 8,5 millones de turistas respectivamente, se han recuperado este año 1 de cada 4.

Si bien, junio de 2021 fue algo así como la antesala del cambio. El Gobierno anunció el fin de las restricciones a turistas extranjeros el 21 de mayo, en el marco de Fitur, y fue un mes todavía con algunas restricciones y sin mucho margen que diera tiempo a los turistas para reservar sus vacaciones. Unos cuatro días después de la feria turística (24 de mayo) se permitió la entrada de visitantes procedentes de países no comunitarios pero considerados seguros: Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Israel, Corea del Sur, Tailandia, Japón, China y Ruanda; mientras que el 7 de junio se abrió la puerta a los turistas de cualquier país del mundo que estuvieran vacunados.

El más importante es Reino Unido, el primer país emisor para España con 19 millones de turistas en el año 2019; pero el Gobierno de Boris Johnson mantuvo la cuarentena a los viajeros procedentes de España hasta el puso a Baleares en la lista 'verde' el 25 de junio. Una medida que según el sector alejaba la presencia de turistas de este país. En junio llegaron 142.507 turistas desde las islas británicas. Lo habitual antes del virus eran entorno a 2 millones.

Alemania fue el principal país de residencia de los turistas que visitaron España, con 500.010 visitantes, lo que representa el 22,6% del total, pero está lejos de los 1,2 millones que llegaron en 2091; seguido de Francia y Países Bajos. Francia aporta 438.560 visitantes y Países Bajos 147.312, aproximadamente la mitad de los turistas de ambos países que llegaron en 2019. Precisamente, unas semanas más tarde, el lobi turístico Exceltur alertaba que las reservas de alemanes y franceses empezaban a frenarse (20%) por el aumento de la incidencia en España.

En el acumulado de los primeros seis meses, la cifra de turistas se desploma a un total de 5,4 millones de turistas, la mitad de los más de 10 millones que lo hicieron en 2020, pero el año pasado contó con un mes de enero y febrero sin coronavirus. En 2019 había llegado a España en ese periodo 38,1 millones de turistas.

La teoría del Gobierno, en palabras de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, es que este verano se puede recuperar la mitad de los turistas internacionales que llegaron en 2019 y el año podría cerrar con una recuperación del 70%. Pero a tenor de las cifras de junio parece complicado. En los meses de julio y agosto solían llegar a España 10 millones de turistas cada mes, mientras que el acumulado hasta septiembre ascendió en 2019 a 66,9 millones de turistas y 73.515,95 millones de gasto. Es decir, en julio y agosto tendrían que llegar la misma cantidad de visitantes que hace un año para alcanzar ese 50% respecto al año anterior.

Y lo mismo ocurre con el gasto porque la falta de turistas se traduce en un gasto también bajo. El gasto total realizado por los turistas internacionales que visitan España en junio alcanzó los 2.416 millones de euros, mientras que en 2019 fue de 9.686,12 millones de euros. Peor es la cifra de los seis primeros meses del año, que se sitúa en los 5.765 millones de euros, una octava parte de la de hace dos años (40.252,47 millones de euros).