La Comisión Europea (CE) y las autoridades nacionales de protección al consumidor enviaron ayer una carta a Google en la que le piden ser más transparente en los resultados de los precios de vuelos y hoteles y en los términos y condiciones de Google Store, la tienda que el gigante tecnológica tiene preinstalada en los teléfonos Android.

En concreto, exigieron a Google que en los resultados de búsqueda muestre el precio definitivo de las reservas de aviones y de alojamiento, incluyendo las tasas y los impuestos «que razonablemente pueden calcularse por adelantado». Además, la CE explicó en un comunicado que los consumidores necesitan saber cómo se clasifican los resultados en el motor de búsqueda en línea de Google y si los pagos pueden influir en la clasificación.

También pidieron que modifique los términos y condiciones de Google Store porque «hay un desequilibrio importante de derechos entre el comerciante y el consumidor en detrimento de este último».

El comisario de Justicia, Didier Reynders, apuntó que «los consumidores de la UE no pueden ser engañados cuando utilizan los motores de búsqueda para planificar sus vacaciones». «Tenemos que capacitar a los consumidores para que tomen sus decisiones basándose en información transparente e imparcial», recalcó Reynders.

La CE requirió que cuando las autoridades de consumo denuncian contenidos que infringen las normas de protección de los consumidores, «Google debería eliminar o inhabilitar el acceso a dichos contenidos con mayor rapidez» de la actual.

En base a los requisitos dispuestos en la carta, Google deberá hacer un seguimiento y comunicar los cambios en sus prácticas a la Comisión y a las autoridades de protección al consumidor en los próximos dos meses. Asimismo, la Comisión apoyará a las autoridades nacionales de consumo en la evaluación de la respuesta de Google, teniendo en cuenta los compromisos de modificación de sus web y servicios.

Si los compromisos asumidos por Google no se consideran suficientes, se llevará a cabo un diálogo de seguimiento y, en última instancia, las autoridades nacionales podrán decidir la imposición de sanciones, según señaló la Comisión.

Según un portavoz de Google, la compañía está «trabajando en estrecha colaboración con la Comisión Europea y las agencias de protección del consumidor para ver cómo pueden «hacer mejoras que sean buenas para» los «usuarios y brinden aún más transparencia».

«Los consumidores de la UE no pueden ser manipulados cuando usan páginas de búsqueda para organizar sus vacaciones», afirmó Reynders, quien además abogó por dar más poder a los usuarios para tomar decisiones basándose en información «transparente».

En cuanto a lo que ocurre con Google Store, Bruselas denuncia un «desequilibrio significativo de derechos», por lo que pide que revise las condiciones estándar. También que cuando se identifique un contenido que infringe las normas de protección del consumidor, Google elimine o deshabilite el acceso a ese contenido de forma más rápida de la que lo viene haciendo hasta el momento actual.

Esta petición llega después de la inspección realizada por las Autoridades de Protección de Consumidores de Países Bajos y Bélgica. La Comisión Europea apoya las evaluaciones a nivel nacional para garantizar que el gigante tecnológico modifica sus servicios.

Ahora se espera que Google dé seguimiento a la denuncia y haga cambios en sus prácticas en ese plazo de dos meses. Si las autoridades de protección de consumidores consideran que las acciones son insuficientes, se procederá a un diálogo, pudiendo las autoridades nacionales imponer sanciones.