Iberdrola ha alcanzado un beneficio neto de 1.531 millones de euros en el primer semestre de este año, lo que supone un 18,4% menos que entre enero y junio de 2020. Esto se debe al incremento del Impuesto sobre Sociedades en el Reino Unido para 2023 que pasa del 19% al 25% y que afecta en el ejercicio actual a los impuestos diferidos.

La compañía que preside Ignacio Sánchez-Galán ha realizado una actualización de estos impuesto por importe de -463 millones de euros, según ha anunciado la energética a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). De no haberse elevado este gravamen, la compañía habría obtenido unos beneficios de 1.844 millones de euros, lo que supone unas ganancias del 8% respecto al mismo período del año anterior.

Entre enero y junio de 2021, la compañía alcanzó un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 5.444 millones de euros (+10,2%) (crece un 15%, excluyendo el impacto del covid-19 y el tipo de cambio). El 85% del total procedió de redes y renovables y el 80% se generó en países con rating 'A'.

No obstante, la compañía ha mantenido sus elevadas de inversiones, que en el primer semestre del año crecieron en un 37% respecto al mismo periodo de 2020, hasta alcanzar una cifra récord de 4.909 millones de euros. Más del 90% de esta cifra se destinó a las actividades de renovables (un 45%) y redes inteligentes (un 46%). Por mercados, la mitad se realizó en Estados Unidos (27,1%) y España (25,4%). Las destinadas al área Internacional ganan peso y representan un 17,2%, mientas que Brasil recibió un 14,5% y el Reino Unido, un 12%.

La compañía ha aumentado su flujo de caja operativo un 8%, hasta los 4.246 millones de euros. Asimismo, reforzó sus ratios financieras, tras reducir su deuda neta ajustada en más de 500 millones, e incrementar la liquidez a cierre de junio hasta los 17.600 millones de euros, que cubren 21 meses de necesidades financiación. El dividendo por acción con cargo a 2020 crece un 5,5% hasta los 0,422 euros por título.

Más renovables

El plan inversor de Iberdrola permitió incrementar la capacidad renovable operativa de la compañía en el semestre, hasta superar los 35.600 megavatios (MW). En los últimos 12 meses, Iberdrola ha puesto en marcha 2.960 nuevos MW verdes, de los que 1.950 MW corresponden a eólica terrestre, 930 MW a solar fotovoltaica y 80 MW, a almacenamiento con baterías. La compañía, que prevé finalizar el ejercicio con 4.000 MW adicionales en operación, avanza en la actualidad en la construcción de 8.500 MW. Por geografías, 1.700 MW (un 20%) se ejecutan en España, como la tercera geografía con mayor potencia renovable en construcción, por detrás de Iberdrola Energía Internacional (2.860 MW) y Estados Unidos (con 2.750 MW). Le siguen Brasil, con 1.050 MW verdes en construcción, y el Reino Unido, con 150 MW; 100 MW de estos en baterías.

Iberdrola se ha comprometido a instalar y poner en operación en el período 2020-2025 un total de 27.600 MW, con el objetivo de alcanzar los 60.000 MW de potencia renovable. A junio de 2021, cerca de 22.000 MW se encuentran en construcción o con un alto grado de maduración, lo que constata que el 80% de la nueva capacidad prevista en ese período está asegurada. A junio, la cartera de proyectos del grupo crece y asciende ya a 81.500 MW; de los que 25.200 MW son eólica marina; 15.500 MW eólica terrestre; 36.600 MW fotovoltaica; 3.400 MW hidroeléctrica y 1.100 MW baterías. Las oportunidades en nuevas plataformas de crecimiento en Polonia, Suecia, Irlanda, Japón, Corea, Taiwan y Australia se unen las de países tradicionales en Europa -como España, Portugal, el Reino Unido, Alemania, Francia e Italia-, Estados Unidos y Brasil.