Renovables sí pero no de cualquier forma. Es el resumen del manifiesto hecho público ayer por 24 de organizaciones ecologistas, entre ellas las de más renombre, que advierten que una parte importante de los emplazamientos elegidos para el despliegue de las energías renovables en el Archipiélago afectan de manera «inaceptable» a la naturaleza. La advertencia, sobre la premisa de que Canarias constituye un punto caliente de biodiversidad amenazada, choca en estos momentos con el despegue del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España. La transición ecológica y por ende la descarbonización de la mano de las energías limpias son uno de los ejes sustanciales de los objetivos del Gobierno central a medio plazo.

Organizaciones como Greenpeace, WWF, SEO/BirdLife, Ben Magec-Ecologistas en Acción Canarias, la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria, Turcón, La Vinca o el Museo Nacional de Ciencias Naturales MNCN-CSIC reclaman que estas plantas, eólicas o fotovoltaicas, en tierra u off shore, sean compatibles con la biodiversidad. «El abandono de fuentes de generación de energía de origen fósil», señalan, «también debe contribuir a conservar y enriquecer la biodiversidad».

En el manifiesto solicitan que se priorice el despliegue de estas instalaciones en zonas de menor sensibilidad para el patrimonio natural y se concluya de forma urgente la planificación energética, así como la evaluación ambiental con arreglo a la normativa estatal y comunitaria.

24 organizaciones denuncian que se instalan plantas sin la adecuada evaluación ambiental

En ese sentido apuntan que Canarias está experimentado un desarrollo rápido de las energías eólicas, y comienzan a implantarse instalaciones para la producción de energía fotovoltaica sin que las administraciones autonómicas competentes hayan realizado ni la adecuada planificación energética previa ni la preceptiva evaluación ambiental estratégica, aseguran.

Los ecologistas denuncian que, ante la falta planes de impacto ambiental, en la actualidad, una importante parte de los emplazamientos donde se están instalando o proyectando plantas renovables «están produciendo afectaciones inaceptables sobre la biodiversidad». Si persiste, subrayan «no se puede garantizar la sostenibilidad del despliegue renovable en las Islas».

En el caso de los parques eólicos y su afectación a la fauna, denuncian que los datos que ofrecen las propias empresas son generalmente «muy bajos y poco creíbles», en especial si se comparan con los recabados por agentes de la autoridad en su labor de inspección en las mismas zonas, por lo que reclaman que se ponga en marcha un mecanismo de seguimiento ambiental independiente, que se garantice la total transparencia sobre los proyectos en tramitación y se exija el uso de la mejor tecnología disponible.

«El despliegue renovable debe realizarse sobre la premisa de que, sin una selección adecuada de su ubicación y dimensiones, las instalaciones pueden afectar de forma severa a la biodiversidad y los impactos que se generan sobre esta fauna consisten en colisiones, principal causa de mortalidad directa, molestias y desplazamiento, efecto barrera y destrucción del hábitat», subrayan en el manifiesto.

Casi el 40 % de las especies de fauna de Canarias son endémicas. Las aves, pues, no constituyen una excepción. Hay seis especies y una veintena de subespecies exclusivas de las Islas, algunas tan amenazadas como el guirre, la avutarda hubara canaria, el cuervo o la pardela pichoneta canaria para las que las colisiones con infraestructuras como los tendidos eléctricos o las líneas telefónicas son una de las principales causas de mortandad.

Además, subrayan, se produce ocupación y degradación del terreno, impacto paisajístico y ruido, destacan las organizaciones ecologistas, que indican que el Archipiélago es el punto de biodiversidad más importante de la Unión Europea y uno de los más relevantes del mundo.

Estas organizaciones no son las primeras en manifestarse en contra de la proliferación de los grandes molinos en el paisaje en las Islas. Fuerteventura ha sido escenario en las últimas semanas de manifestaciones en contra de estas plantas por el impacto que generan en el paisaje y, subrayan los convocantes, porque no se ha garantizado el interés general de las mismas.

Ello cuando la generación de energía eólica en Canarias superó en mayo los máximos históricos, con un incremento del 142% respecto al mismo mes de 2020 y una producción mensual de 168.893 megavatios por hora, el 26% de la energía producida. Es decir, se superaron todos los máximos desde que se cuenta con registros (2007).