La anulación de la subida del impuesto de matriculación hasta final de año se ha convertido en un pequeño regalo envenenado para el sector del automóvil. Desde todos los estamentos valoran la medida, incluida en la nueva Ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal que entró en vigor la pasada semana y que supone a congelación del alza aprobada a finales de 2020 y en vigor desde el 1 de enero. Sin embargo, la medida no va a beneficiar a todos los usuarios.

El impuesto de matriculación subió un 113% más de media tras aplicarse definitivamente el protocolo europeo WLTP de medición de CO2. Con la norma, la media de valores oficiales de emisiones subió un 20%, y con ello los tramos del impuesto de matriculación. Así, buena parte de los vehículos que antes no pagaban impuesto por no superar sus mediciones con la anterior norma (NEDC) los 120 gramos, pasaron a pagarlo al saltar de tramo impositivo por emisiones.

Por eso, una buena parte de los compradores de un vehículo nuevo entre enero de 2021 y el 10 de julio, cuando entró en vigor la nueva ley, habrán pagado cerca de los 1.000 euros de media más que si lo hubiesen hecho a partir de este momento. Eso significa que el precio de los coches debería estar en el mismo nivel que estaba el año pasado, cuando no se había publicado la subida por la norma europea, con un 40% de los modelos nuevos que vieron incrementado su precio un 5%. La congelación se mantendrá hasta el 1 de enero de 2022.

Los nuevos tramos

Con la vuelta al valor de las cifras de 2020, el tope de 120 gramos sube hasta los 144 gramos las emisiones de CO2 gravadas a tipo 0, de entre 120 y 160 a entre 144 y 192 gramos las gravadas al 4,75%, de entre 160 y 200 gramos a entre 192 y 240 gramos con un 9,75% y en vez de a partir de 200 a partir de 240 gramos las que pagan el 14,75%.

Desde el sector valoran de forma positiva la medida, aunque reconocen que no la esperaban. El mercado no está en su mejor momento y, pese a que no quieren manifestarlo en público, muchos fabricantes admiten que desde que salió el rumor de la posible aprobación de la congelación del impuesto, muchos compradores han pospuesto la decisión de comprar un vehículo nuevo a la espera de la nueva medida.

Eso ha lastrado las ventas del último mes. Además, reclaman una reforma fiscal del automóvil que permita eliminar el impuesto de matriculación y reorientarlo hacia el pago por uso y emisiones. En lo que va de año se han vendido en España 456.833 vehículos –14.723 en Canarias, 8.439 en las provincia de Las Palmas y 6.284 en la de Santa Cruz de Tenerife– , lo que significa que buena parte de ellos habrán tenido que pagar de más por la matriculación que los que se vendan a partir de la entrada en vigor de la ley.

La medida de congelar el impuesto debería animar un poco más las ventas, que siguen por debajo de los niveles de 2019 (el último año normal de referencia) con una caída cercana al 35%.

Además, la aplicación del Plan Moves III para incentivar la adquisición de un vehículo electrificado debería ser un estímulo para los nuevos compradores. Canarias es una de las seis comunidades que se ha adelantado –junto con Andalucía, Baleares, Castilla-La Macha, Castilla León y País Vasco– y activó ayer el plazo para solicitar ayudas de los 15 millones que le corresponde, del total 400 millones con los que está dotado para la compra de vehículos eléctricos pero también para potenciar la instalación de puntos de recarga.

En atención a ese último objetivo, precisamente ayer el consejero de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, José Antonio Valbuena, se reunió con representantes de ayuntamientos y cabildos para instarles a presentar proyectos. La instalación de puntos de recarga para los vehículos eléctricos pueden subvencionarse hasta el 70%, por lo que entiende que «supone una oportunidad única para implementar la red al servicio de la ciudadanía».

La intención del Ejecutivo es que en un año, con el concurso de las administraciones insulares y locales, Canarias pueda desplegar 12.000 nuevos ‘enchufes’.