Los sindicatos han vuelto a la carga este miércoles para presionar al Gobierno e instarlo a que descongele la subida pendiente del salario mínimo interprofesional (SMI). CCOO y UGT han convocado concentraciones en las principales ciudades de España, en la que ha sido la tercera protesta coordinada en todo el Estado que convocan en los últimos tres meses. El clamor sindical para subir este suelo salarial, actualmente en 950 euros (en 14 pagas), coincide con la publicación de las últimos datos de inflación, con una escalada de los precios de la electricidad y la alimentación que mantienen el IPC de junio en el 2,7%. Es el mayor nivel de inflación desde febrero del 2007.

1,5 millones de trabajadores siguen a la expectativa de si el salario mínimo, la remuneración por la que se rigen cerca del 10% de los asalariados en España, subirá este año o no. El debate en el seno del Gobierno continúa, aunque la reciente remodelación impulsada por Pedro Sánchez ha paralizado momentáneamente las conversaciones. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha posicionado de nuevo este mismo miércoles a favor de un incremento inmediato del mismo. "No es creíble que sea un Gobierno de la recuperación si no mejoramos las condiciones salariales de los más débiles. Es muy difícil de justificar esto", ha declarado en una entrevista en TVE.

Ahí coincide Díaz con CCOO y UGT, que han vuelto a las calles este martes para reclamar desencallar este tema; bajo el lema "Ahora sí que toca". El eslogan ya difiere de saque con el criterio de la recién ascendida a vicepresidenta primera y responsable de economía, Nadia Calviño, que es partidaria de esperar. "Vamos a ver como evoluciona el empleo durante esta segunda parte del año"; según manifestó la semana pasada.

El debate entre las dos alas del Ejecutivo pondera el beneficio económico para los potenciales afectados por una subida, frente a la potencial destrucción de ocupación que esta puede acarrear. "No es casualidad que estemos frente a la sede del Banco de España", ha dejado claro el secretario general de UGT, Pepe Álvarez. Dicho organismo cifró que la subida del SMI en el 2019 frenó la creación de entre 85.400 y 154.000 empleos, a la vez que benefició a 1,4 millones de asalariados. "Las personas que van a cobrar el incremento del SMI lo van a gastar, no se lo van a llevar a grandes cuentas ni a paraísos fiscales. Ese gasto va a generar más actividad", ha añadido.

Los sindicatos quieren una decisión ya en julio

CCOO y UGT han convocado concentraciones en 20 ciudades de toda España y en Barcelona esta ha tenido lugar delante de la Delegación del Gobierno, en la calle Mallorca. Allí se han concentrado un centenar de delegados sindicales este miércoles. "El Gobierno no puede congelar de manera efectiva la subida del salario mínimo. Ni tan siquiera con el escondite que intentó encontrar con la comisión de expertos, que le recomienda que lo suba de manera inmediata", ha declarado el líder de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco.

El líder sindical ha exigido al Ejecutivo que convoque antes de acabar el mes la mesa consultiva con los agentes sociales para tomar una decisión definitiva sobre este tema. "Está muy bien que hagan todos los cambios de Gobierno que quieran, ahí no nos vamos a meter, pero lo que tiene que cambiar ya son las políticas. [...] Tienen que cumplir con el acuerdo firmado entre el PSOE y Unidas Podemos", ha afirmado su homólogo de UGT de Cataluña, Camil Ros.