Entre el 25 de junio de 2009 y el 1 de octubre de 2014, cinco fabricantes de automóviles alemanes –Daimler, BMW y el grupo Volkswagen– infringieron las normas antimonopolio de la UE al restringir la competencia en el ámbito de la limpieza de emisiones de nuevos turismos diésel. Como resultado y tras una investigación en profundidad, la Comisión Europea ha impuesto una multa de 875 millones de euros a BMW y el grupo Volkswagen (que incluye también a Audi y Porsche). Los cinco reconocieron su participación en el cártel aunque Daimler se libra de la sanción (de 727 millones) por ser el primero en denunciarlo.

«Los cinco fabricantes de automóviles Daimler, BMW, Volkswagen, Audi y Porsche poseían la tecnología para reducir las emisiones nocivas más allá de lo que exige la ley, según las normas de emisiones de la UE. Pero evitaron competir en el uso de todo el potencial de esta tecnología», explicó ayer la vicepresidenta y comisario de competencia, Margrethe Vestager.

Durante el período en el que estuvo en vigor el cártel, los cinco fabricantes celebraron reuniones técnicas periódicas para discutir el desarrollo de la tecnología de reducción catalítica selectiva (SCR), que elimina las emisiones nocivas de óxido de nitrógeno (NOx) de los turismos diésel mediante la inyección del llamado AdBlue.

En estas reuniones, y durante más de cinco años, los fabricantes de automóviles se aliaron para evitar la competencia y mejorar el sistema de limpieza aunque la tecnología, advierte el Ejecutivo comunitario, ya estaba disponible.

Concretamente, los cinco fabricantes acordaron los tamaños y las gamas de los depósitos de AdBlue, sobre el consumo medio estimado, e intercambiaron información comercial sensible sobre estos elementos.

De este modo, sostiene Bruselas, eliminaron la incertidumbre sobre su conducta futura en el mercado con respecto a la limpieza de las emisiones de NOx y restringieron la competencia.