Ignacio Hernando de Larramendi, fiel a sus principios, estableció en 1965 que la compañía debía guiarse por un “espíritu social público” y devolver a la sociedad cada año parte de sus ingresos. Este afán de servicio y solidaridad cristalizó diez años más tarde en la creación de la Fundación Mapfre, que en los últimos 45 años ha desarrollado un ambicioso programa de proyectos y actividades en España y en todo el mundo.

Su compromiso con la sociedad se centra en cinco grandes áreas: la acción social, la cultura, la promoción de la salud, la seguridad vial y los seguros. En la actualidad, diversos programas de la Fundación favorecen la integración de los colectivos en riesgo de exclusión social, fomentan la educación como pilar esencial de desarrollo e impulsan la incorporación al trabajo de las capas sociales más desfavorecidas. Su proyecto Juntos Somos Capaces, por ejemplo, ha logrado insertar laboralmente en la última década a casi 4.500 personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental.

Solidaridad anticovid

Consciente de la profunda herida causada por el coronavirus y fiel a su vocación altruista, Fundación Mapfre se ha volcado en el esfuerzo colectivo por doblegar la enfermedad y paliar sus efectos sanitarios, sociales y económicos más graves. Desde que se declaró la pandemia, la Fundación ha invertido 45 millones de euros (35, en 2020, y 10 en 2021) en hacer frente al covid-19.

El año pasado se realizaron numerosas acciones que beneficiaron a cerca de cuatro millones de personas en 27 países. Se destinaron, en total, 20 millones a donaciones de material sanitario, 5 millones a la investigación científica de la enfermedad en colaboración con el CSIC y 10 millones a la asistencia de colectivos vulnerables. Los diez millones asignados a este año 2021 se están empleando en proyectos fundamentalmente de alcance social en América Latina. Más allá de la actual emergencia sanitaria, los programas sociales de la Fundación suman 30 millones de beneficiarios en los últimos cinco años. El impulso a la investigación científica y la formación de profesionales en el ámbito de la salud es otro de los ejes sobre los que pivota la acción de Fundación Mapfre, que desarrolla diversas actividades dirigidas a fomentar los hábitos de vida saludables. La seguridad vial, la educación financiera, la innovación social y la documentación sobre la actividad aseguradora son también campos por los que apuesta la institución.

Exposiciones históricas

Otro de los grandes ejes de la Fundación Mapfre, a lo largo de su casi medio siglo de historia, es el impulso de la cultura. La calidad de sus numerosas exposiciones artísticas se ha convertido en este tiempo en una clara seña de identidad reconocida por el gran público.

En 2008 la Fundación abrió las puertas de una sede en el centro de Madrid, en pleno “paseo del arte”, que se ha convertido en exponente de la oferta cultural de la capital y que ha albergado algunas de las muestras más relevantes de los últimos años. Destaca, por ejemplo, la exposición Impresionismo. Un nuevo renacimiento, que en abril de 2010 batió récord de afluencia con cerca de 300.000 visitantes. Y en Barcelona, se inauguró el año pasado el Centro de Fotografía KBr. La acción cultural de la Fundación traspasa fronteras. En 2012 la muestra Impresionistas y postimpresionistas concitó el interés de más de un millón de brasileños en Sao Paulo y Río de Janeiro.