La expansión de Binter Canarias hacia otros destinos peninsulares y europeos aporta conectividad a las Islas pero «nosotros somos lo que somos», avisa el presidente de la aerolínea canaria, Rodolfo Núñez. Su objetivo, advierte, no es competir con otras compañías más grande y menos las de régimen de bajo coste.

Núñez destaca que desde el punto de vista insular «Binter es todo», y defiende que se trata del mejor operador de aviones turbohélice ATR del mundo pero «tenemos que saber lo que somos para no confundir».

Afirma que durante la pandemia, la compañía tuvo la fortaleza y la voluntad de no dejar de volar, al principio con muchas dificultades porque lo hacían con su dinero pero después, el Gobierno Central ayudó para paliar las pérdidas.

Aunque se volaba poco y se utilizó la herramienta de los ERTE, explica que se decidió no disminuir el tamaño de la compañía pensando en que pronto volvería la normalidad pero, al no ser así, se ha tenido que afrontar los costes estructurales de una empresa pensada «para diez veces más de pasajeros que los que teníamos»

«El año pasado por estas fechas nos la veíamos felices porque el mercado se estaba recuperando rápidamente pero desgraciadamente vemos que estamos a la mitad del camino» señala Núñez, que recuerda que en julio y agosto de 2020 había una actividad del 80% con respecto a 2019 que fue un buen año.

De ahí, prosigue, se bajó a una cuota de actividad del 70% y en el primer cuatrimestre de este año, debido a los cierres perimetrales, a un 40 o 45% de actividad.

Aunque afirma que acata y en algunas ocasiones ha podido compartir la decisión de los cierres perimetrales por la crisis sanitaria, en otras ocasiones, como la previa a Semana Santa, plantearon dudas acerca de si la medida compensaba los daños que producía.

A partir de mayo con el fin de las restricciones, la actividad se ha ido recuperando y en la actualidad se sitúa en un 70% que, según Núñez, «no está tan mal».

Además poco a poco se va recuperando los planes de expansión previos a la pandemia y como ejemplo cita la llegada del quinto avión de Embraer para los trayectos con la Península y Europa. Con esta nueva flota la aerolíena comenzará a volar próximamente a tres destinos franceses (Touoluse, Marsella y Lille) y a Turín y Venecia, en Italia.

En cuanto a África, se están recuperando los trayectos a Mauritania, Senegal y Marruecos (Agadir) pero, a pesar de los años que lleva la compañía operando en estas rutas no se ha logrado consolidar «un gran potencial de crecimiento» por lo que se han buscado otras opciones, entre ellas las diez rutas que unen Canarias con diferentes ciudades españolas.

En ese sentido insiste Núñez en que Binter es una compañía creada «para y por el tráfico aéreo interinsular», en el que ofrece, agrega, unos estándares de calidad que se ha querido trasladar a los destinos en la Península y Europa, opciones que se han elegido por resultar de interés tanto para el cliente canario como para el turista que quiera visitar Canarias. Binter, subraya, no quiere trabajar «ni sabemos hacerlo» con los precios de las compañías de bajo costo por los estándares de calidad que pretende ofrecer en sus vuelos. «Se quiere que la experiencia de viajar sea agradable desde el principio y que no se esté sometido a la presión de si la maleta o el sitio. Que las vacaciones empiecen desde que se llega al aeropuerto», agrega.

Núñez defiende al sector turístico como generador de la economía canaria y califica de «ignorantes» a aquellos que critican esta actividad sin ofrecer alternativas reales para el Archipiélago. «[En la pandemia] Lo hemos pasado mal», admite, «pero no somos los más desgraciados del mundo y Canarias tiene una potente industria turística que es lo mejor que le puede pasar», afirma el directivo de Binter, que no ve alternativas para las Islas en el sector industrial y en cuanto al primario, el problema es encontrar trabajadores por la dureza del trabajo y el poco rendimiento económico que se obtiene.

«Nos queda la tecnología pero en este sector el personal debe ser muy cualificado», sentencia.

¿Se cuestiona la industria turística por sus salarios? Desde el punto de vista del directivo de Binter, estos dependerán siempre de la cualificación del trabajador. Se trata de una actividad «bonita, rentable y en la que se puede mejorar» y como ejemplo cita que en un hotel el puesto de una gobernanta es muy importante o el de un metre «lo es más que el del jefe de una planta de torneados del País Vasco»; «Lo que hace falta es muchísimo trabajo en formación», subraya Núñez.

Sobre el plan de recuperación de España, avalado por la Unión Europea, el presidente de Binter cree que se trata de una buena oportunidad pero «veremos en qué y cómo se aprovecha» y advierte «que no es fácil» porque a su propia compañía, que participará con algunos proyectos, le ha costado encontrar aquellos que se adaptan a los requisitos de los fondos Nex Generation. En ese sentido critica que se levanten expectativas que no se corresponde con la realidad y en su opinión, es «como si fuera llegar la lotería de navidad pero a usted no le va a tocar nada porque no tiene papeletas para eso».

En su opinión, en 2023 se hablará de la covid 19 como «de algo pasado» y ya se comienzan a debatir los retos medioambientales para afrontar la crisis climática y la descarbonización. Para ello la compañía participa en algún proyecto sobre el uso de los biocombustibles aunque avisa que hay aspectos tecnológicos que no depende de ellos además de resaltar la limitación del uso de estos combustibles eco y como ejemplo cita que todo el que produce Europa en un año «le da a Lufthansa para seis días de operación».

Núñez advierte que en la aviación no es fácil la sustitución de los combustibles fósiles por otro tipo de energías y además no hay consenso en la industria sobre lo que va a pasar.