Moderados brotes verdes anticipan para este verano las principales empresas de trabajo temporal (ETT). Una campaña estival que, según coinciden los departamentos técnicos de Randstad, Adecco o la patronal Asempleo, será mejor que la anterior pero aún no tan intensa en cuanto a creación de empleo como la de antes de la pandemia. Y, al margen de ese empleo estacional que llega con el calor y gran parte se marcha con el otoño, hay sectores como la informática o la industria manufacturera que siguen creciendo y ya han superado los niveles precovid. Otros, como la construcción, incluso se quejan de la falta de mano de obra para seguir ampliando plantillas, ya pensando en los fondos europeos.

El empresariado encara con optimismo el verano, sobre todo aquel cuyo capital depende del turismo y la tradicional efervescencia de gasto estos meses. Casas de estudio como la de Randstad afirma que entre junio y agosto se crearán 438.500 empleos, la patronal Asempleo baja a unos 200.000 y Adecco habla de 1,2 millones de contratos (una persona puede firmar más de un contrato).

El mínimo común denominador es que el repunte será de cerca de ese 20%, en comparación al verano pasado, el que llegó en plena desescalada pero en el que el visitante extranjero brilló por su ausencia. «Mientras el turista internacional no vuelva a niveles previos a la crisis no volveremos a los niveles de contratación previos a la crisis», apunta la economista sénior de Funcas María Jesús Fernández. Y es que, tomando como referencia los datos de Randstad, este verano se crearán 438.550 empleos; más que los 363.243 que se crearon en 2020, pero lejos todavía de los 621.736 de 2019. Es decir, todavía el 29,5% por debajo de los niveles previos al virus.

La restauración, los hoteles, las agencias de viajes y el transporte aéreo son gremios en los que las empresas, contrataciones al margen si las hubiere, lo que están haciendo es sacar a sus plantillas del ERTE. Según los últimos datos de la Seguridad Social, actualmente hay 510.775 trabajadores en suspensión y su vuelta al trabajo se ha acelerado desde el inicio de junio. «La desafectación de los ERTE va a un ritmo esperado. Lo que no podemos saber es hasta cuánto bajará esa cifra. Hay empresas que no van a abrir o que van a abrir con menos personal», apunta la economista de Funcas.

Expectativas desiguales

Las expectativas para después del verano son desiguales. «Las previsiones apuntan a una ralentización en el ritmo de creación de empleo en los próximos meses», dicen desde Asempleo. Mientras, encuestas como las de Manpower constatan una proyección de que la ocupación siga creciendo durante los meses otoñales. Más allá de esa contratación estacional, hay sectores de la economía española que ya han recuperado e incluso superado los niveles de ocupación previos a la irrupción del coronavirus.

Especialmente aquellos más digitalizados o con posibilidad de trasladar a la nube y a los domicilios la actividad empresarial. En ramos como la informática y la programación o en las consultorías los crecimientos son muy intensos, con ampliaciones de plantilla por encima del 11% respecto a los niveles de 2019. En el sector industrial las cifras de trabajadores también superan los baremos precovid, aunque los incrementos han sido más moderados, del orden del 3% en la industria de la alimentación o de la química.

Otro sector que no solo ha recuperado niveles precovid, sino que se prepara para una expansión durante los próximos años es la construcción. «Esta tendencia positiva tiene prevista una continuidad cuando se aprueben los planes procedentes de los fondos Next Generation, en los que la construcción tiene un papel predominante», afirmaron patronal y sindicatos en un comunicado conjunto.

«Nos falta personal cualificado, de todos los oficios. Albañiles, electricistas, fontaneros… Necesitamos que los jóvenes se interesen por formarse en esos oficios», comenta el responsable en construcción de UGT, Sergio Estela. «Pese a la pandemia no hemos parado y ahora con los fondos europeos… solo en rehabilitación energética de edificios ya irán destinados 7.000 millones. Las perspectivas son muy buenas y de crecimiento de empleo para años», añade. El problema lo tendrán las empresas del ramo si no consiguen captar a esos jóvenes y esa falta de perfiles les obliga a buscar talento fuera. «Ahora mismo no es un freno, pero si no se resuelve en los próximos meses puede serlo», advierte Estela.

Tanto el Gobierno central como el canario se preparan para recibir los fondos comunitarios destinados a la recuperación de la actividad económica y social tras la pandemia. Las previsiones apuntan a que será después del verano cuando comenzará a concretarse esa llegada.