¿Usted quiere pasar unos días en un establecimiento turístico del Archipiélago, pero el presupuesto no le da para ello? Puede que ahora sí. Los precios de los billetes de avión no juegan a favor de que lleguen grandes cantidades de peninsulares y el retorno de los principales mercados emisores está en pañales cuando prácticamente la temporada estival tiene las puertas a medio abrir. Como el pasado año, serán los isleños quienes animen al alicaído sector y el Gobierno canario ha destinado 15 millones de euros a propiciar que los hoteles, apartamentos, casas rurales y demás modalidades de alojamiento tengan la máxima ocupación posible.

La semana próxima, la consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, presentará todos los detalles sobre «el bono», que así lo denominaron tanto ella como el vicepresidente y consejero regional de Hacienda, Román Rodríguez. El objetivo es tenerlo funcionando a pleno rendimiento desde la primera semana de julio.

La consejera señaló que la puesta en marcha de esta cofinanciación de las vacaciones pretende beneficiar no solo a los negocios alojativos, sino a todas las actividades anejas. Es decir, si parte del presupuesto destinado al asueto veraniego se cubre con dinero público, quedarán en el bolsillo de los ciudadanos más euros que podrán destinar al consumo de otro tipo de experiencias como un restaurante, un bar de copas, una excursión por el mar...

En el mes de abril, el Grupo Popular llevó al Parlamento una proposición no de ley para que los canarios pudieran deducirse sus vacaciones en las Islas en el tramo autonómico de la Declaración de la Renta. Contó con el apoyo del resto de formaciones de la oposición (Coalición Canaria y Ciudadanos), pero se frustró por el rechazo de los diputados de los cuatro partidos que sostienen al Gobierno autonómico: PSOE, Nueva Canarias (NC), Podemos y Agrupación Socialista Gomera (ASG).

«¿Qué pensaría la gente si supiera que el PP está planteando que a costa del erario público tenemos que pagar las vacaciones a todo el mundo?», se preguntó entonces el parlamentario de Podemos Francisco Déniz. A Esther González (NC) le pareció que la popuesta de los populares tenía el «rancio clasismo de siempre» y calculó un coste para las arcas públicas de aproximadamente 180 millones de euros. Y todo, siempre según González, porque el PP quería regalar a las rentas altas “la cena en el restaurante o el pase al spa del hotel”.

A falta de conocer el detalle del funcionamiento, no parece que en esta ocasión el descuento pase por el IRPF. En lo que es diametralmente opuesto es en la suma dispuesta, si se atiende a los números que hizo Esther González. ¿Y de dónde saldrán los 15 millones de euros? Román Rodríguez comunicó ayer a las patronales hoteleras que echará mano de los 80 millones de euros que tiene dispuestos para hacer llegar a los empresarios cantidades equivalentes a las que contienen los recibos del Impuestos de Bienes Inmuebles (IBI) de sus hoteles, tal y como prometió el Ejecutivo.

Si no son suficientes los 65 millones de euros que quedarán en esa partida para atender al fisco municipal, se completará la suma con recursos propios de la comunidad autónoma. Además, el vicepresidente autonómico adelantó que el turismo «será uno de los principales beneficiarios de esos 1.144 millones de euros que se distribuirán entre todos los sectores económicos canarios» y que aprobó Madrid hace unos meses.

Jorge Marichal, presidente de la patronal turística de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), celebró la iniciativa en nombre de los empresarios de todas las islas. «Nosotros lo que queremos es volver a abrir las puertas y sacar a la gente de los ERTE, y medidas como esta van en esa línea”. Además, incidió de manera especial en que esto merme en nada los 80 millones de euros comprometidos.