El 10 de mayo, el Ejército de Israel y las milicias palestinas Hamás y Yihad Islámica retomaron el conflicto armado en la Franja de Gaza con una intensidad desconocida desde 2014. El día 20 se anunciaba el alto el fuego. Murieron doce israelíes –entre ellos dos menores– y 232 palestinos, incluidos 65 niños. Gaza, que junto con Cisjordania es una de las dos grandes regiones de Palestina, tendrá que volver a levantarse de los escombros por enésima vez. En un eterno conflicto con Israel cuyos orígenes se remontan a los inicios del siglo XX, no sorprende que la economía de la Franja –considerada por la comunidad internacional como territorio ocupado por el Estado israelí desde 1967– se sostenga a duras penas. Aunque en tan trágicas circunstancias podría parecer impensable que Canarias tuviera algún paralelismo con Gaza, ambas regiones soportan, punto arriba punto abajo, la misma tasa de paro juvenil: más del 60%.

«Evidentemente», explica el economista forense y analista de negocios Juan José Hernández Castro, la situación de un parado en la Franja de Gaza nada tiene que ver con la de un desempleado canario. El Archipiélago es territorio europeo y forma parte de la cuarta economía del Viejo Continente, con todo lo que ello supone en términos de estabilidad geo y sociopolítica. Y, sobre todo, cuenta con «una enorme red o colchón social» que amortigua el golpe que sufre quien puede y quiere trabajar pero no consigue dónde hacerlo. Dicho esto, el hecho de que las Islas soporten la misma tasa de paro juvenil que Gaza sí evidencia hasta qué punto la economía regional ha «fracasado», agrega Hernández Castro, en algo tan importante para el futuro como dar a los jóvenes una ocupación de calidad en un tiempo razonable. Algo que es casi tanto como decir que la economía misma, en su conjunto, ha fracasado.

La tasa de desempleo entre los menores de 25 años llega en la Comunidad Autónoma al 61,4%, según los datos de la última Encuesta de población activa del Instituto Nacional de Estadística. De entrada se trata del porcentaje más alto entre las 17 autonomías, lo que cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta que España es, a su vez, el país con la mayor tasa de paro joven de toda la Eurozona. Así lo corroboró Eurostat, la Oficina Europea de Estadística, a finales de 2020, año que España cerró con un 37,7% de la población activa menor de 25 años en la cola del paro. En el otro extremo está Alemania, donde solo un 6% de sus trabajadores más jóvenes está desempleado. Por si fuera poco, los datos de Eurostat corresponden a diciembre de 2020, y desde entonces la tasa de desempleo juvenil se ha incrementado en España en 1,8 puntos, hasta el 39,5%.

En definitiva, ya no es que Canarias esté a la cola del país, sino que está a la cola del país que a su vez está a la cola del continente.

A tenor de lo anterior, resulta más comprensible que el Archipiélago sea una de las cinco regiones europeas con la tasa de paro joven más elevada. Las Islas comparten sonrojo con la región de Grecia Central, la isla francesa de Mayotte y las ciudades autónomas, también españolas, de Ceuta y Melilla. Así pues, el deterioro del mercado laboral canario, y más en concreto del mercado laboral juvenil, no encuentra comparación en Europa, sino más bien en países, regiones o territorios que, a diferencia del Archipiélago, no tienen la suerte de disfrutar de una estabilidad política y social como la de las Islas. «Un fracaso colectivo», subraya el economista.

A Sudáfrica para ver España

A mediados del mes pasado, TVE emitió el reportaje Luchar contra el desempleo juvenil en Sudáfrica. El ente público anunciaba el programa informando de que el país más meridional del vecino continente es el que tiene la mayor tasa de paro joven del mundo. ¿Cuánto? Según TVE, algo más del 40%, es decir, prácticamente la misma que España y más de veinte puntos inferior a la de Canarias. Las redes sociales no tardaron en hacer ver a los responsables de la tele pública que no hacía falta ir tan lejos para hablar de esta lacra social. Sin embargo, lo cierto es que el dato que daba TVE no es del todo exacto: la tasa de paro juvenil en Sudáfrica, siguiendo la terminología de la EPA, supera ligeramente el 60%. Por lo tanto, la realidad es que Canarias tiene la misma tasa de desempleo joven que el país con la mayor tasa de desempleo joven del mundo.

Vista la comparación con Sudáfrica, el ejemplo que pone Hernández Castro es tan consecuente como preocupante: «Hay más paro juvenil en Canarias que en Palestina». Es más, hay mucho más paro juvenil en Canarias que en Palestina. El país de Oriente Próximo tiene ocioso al 39,7% de su población activa menor de 25 años, una tasa 21,7 puntos inferior a la del Archipiélago. Y si se pone la lupa sobre los datos de la Franja de Gaza, la región palestina más castigada por el conflicto con Israel, resulta que el porcentaje es básicamente el mismo de las Islas. «El paro juvenil supera el 40% a nivel nacional y el 60% en Gaza; y uno de cada cuatro adolescentes mayores de 15 años no recibe ningún tipo de educación», explica Unicef.

Las últimas semanas de guerra empeoran aún más la dramática situación de la Franja, y el desempleo joven se irá hasta el 70% o más. Pues bien, a finales de 2012, en lo peor de la crisis financiera, en Canarias llegó a la friolera del 69,7%. «No es posible explicarse cómo un problema que ha alcanzado tales cotas no estremezca a nadie de a quienes debería estremecer; no vemos que se esté pensando en esto en la medida en que debe pensarse en esto, porque resulta que la gente está criando a sus hijos para que se vayan de Canarias», argumenta el economista.

¿Cuándo empezó este problema estructural? A finales de 2007 con el crac financiero y las hipotecas basura o subprime. Entonces la tasa de paro juvenil era en la región del 20%, con lo que se ha triplicado sin que los años de recuperación tras la crisis de 2008-2014 consiguieran reducirla por debajo del 35,3% registrado en el último trimestre de 2019.