Canarias hace balance de más de un año de crisis turística con la vista puesta en la reactivación que se vislumbra ya en el horizonte más cercano, pero sin perder memoria de la lucha mantenida durante todo este tiempo por intentar lograr la atención debida por parte del Estado. En el marco de Fitur, la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, arremete duramente contra el Gobierno central por la «indiferencia» con que cree ha tratado la «desesperada» situación del sector en las Islas y su «efecto dominó» sobre el resto de la economía isleña y las condiciones de vida de los ciudadanos. «No se ha dimensionado correctamente por parte del Estado el peso del turismo y lo que supone el sector para el conjunto del país, y menos aún lo que supone para Canarias», afirma la consejera. «Lo más triste es comprobar que incluso países emisores de turistas hacia nuestro destino tienen más claro que el propio Gobierno central lo importante que es el turismo para Canarias», asegura la consejera.

Castilla, en un repaso al conjunto de políticas que se han abordado desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez para tratar de responder a la crisis del sector, concluye que, ni de lejos, se acercan a las que necesita el Archipiélago, empezando por ese «prometido plan especial para Canarias que nunca se ha aprobado». Es más, tilda de «insignificante» la ayuda de 100 millones en tres años que aprobó para las Islas en octubre pasado correspondiente al Plan de Recuperación, y se declara «sorprendida» por el hecho de que «de toda la millonada que va a venir de Europa, solo una mínima parte va destinada al turismo, además sin tener en cuenta la situación de Canarias».

Se refiere la consejera a los 70.000 millones de ayudas directas que España va a recibir de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para la recuperación postcovid, de los que únicamente el 5%, en torno a 3.400 millones, se destinan al sector turístico pese a representar éste el 12% del PIB nacional y en el caso de Canarias el 35%, es decir, muy lejos de las ayudas que proporcionalmente debería recibir por peso económico, pero también por afectación de la crisis.

«No estamos dimensionando el valor que tiene el sector y después de un año de pandemia, se ha demostrado claramente que el turismo tiene un efecto dominó sobre el resto de la economía y las condiciones de vida de los ciudadanos. Porque sin turismo no hay empleo ni riqueza y eso en Canarias lo hemos visto de una forma más cruda», asegura la consejera en su balance de la respuesta del Estado al año en blanco de las empresas hoteleras en las Islas. «La gente lo está pasando muy mal. No merecemos esta indiferencia», resalta.

Una de las cuestiones sobre las que llama la atención al Ejecutivo central para actuar a partir de ahora es la necesidad de compensar la desventaja que supone para Canarias no poder recibir ayudas de Estado en los términos en que sí lo hacen destinos competidores. Es un elemento clave, asegura, para tratar de recuperar la conectividad perdida con la pandemia. En concreto, Castilla señala que «en verano vamos a tener países competidores que dan ayudas de Estado a las aerolíneas, nosotros tenemos un límite, y al menos hasta que se recupere nuestra economía, el Gobierno central debería trabajar para que Europa quite estas trabas de ayudas y poder recuperar la conectividad internacional». «Tenemos una gran desventaja respecto a los países competidores de fuera de la UE en este ámbito», resalta la consejera.

Castilla afirmó ayer, por otro lado, que la Consejería está preparando un plan de ayudas para promocionar el turismo interno como uno de los elementos con los que reactivar el sector junto al mercado peninsular, en tanto los mercados internacionales no se normalicen totalmente. «Pensamos que es importante que se inyecte dinero, liquidez en la economía canaria y queremos reactivar ese turismo», señala la consejera sobre este plan para el que su departamento cuenta por ahora con una partida de un millón de euros pero para el que se pretenden lograr nuevos fondos porque, asegura, «no vamos a lanzar algo para que no tenga éxito». «Lo podemos lanzar con un millón, pero sabiendo que tendrá financiación adicional para su desarrollo, si es posible de fondos regionales porque son más rápidos y de más fácil gestión», explica.

El sistema en el que se está pensando es el de dar la ayuda a través de unos bonos de descuento en los establecimientos hoteleros. «La idea es que el turista canario tenga un descuento en el precio final del alojamiento y con esto podemos ganar que aumenten la duración de las estancias. Si damos el bono en lugar de para una estancia de fin de semana, para que sea de una semana entera, ese hotel seguramente va a poder sacar a algún trabajador del ERTE durante una semana y no solo durante dos días», destaca.

Por otra parte, Castilla se mostró muy cauta sobre la posibilidad de que el Reino Unido saque a Canarias de la lista en la que está imponiendo restricciones a sus nacionales para viajar y no cree que se produzca a corto plazo, tal como aseguraba el miércoles el presidente regional, Ángel Víctor Torres. «Hay que ser prudentes. Ya han ido postergando la decisión en otras ocasiones. El embajador es muy prudente al respecto, y por desgracia las negociaciones van mas allá del turismo», aseguró la consejera. Según ella, el Reino Unido «va a mantener el sistema de semáforo y está pidiendo no superar los 50 casos de covid por cada 100.000 habitantes en 14 días y Canarias tiene 80». Añade que, además, las autoridades británicas «van a tener en cuenta la presencia de distintas cepas en cada país, y también el nivel de vacunación. Creemos que podemos llegar al 70 % en verano si nos llegan todas las dosis, pero si no demostramos capacidad, seguramente no nos valoren como esperamos», remató la responsable del área turística.