Con más de 40.000 hectáreas cultivadas y 14.000 empleos generados a finales de 2020 –según datos del Instituto Canario de Estadística-, el sector primario de Canarias sigue siendo uno de los motores económicos de las Islas y rasgo identitario de la comunidad.

La temperatura estable, la peculiaridad de la tierra, las variedades autóctonas y la labor experta de los productores locales han convertido a la huerta canaria en la cuna de frutas y verduras de máxima calidad y en el principal proveedor de Lidl en las Islas.

En este sentido, Lidl reivindica una vez más su compromiso con la industria agroalimentaria local comercializando en este caso tomate canario durante todo el año en sus más de 30 tiendas en las Islas, un hecho que permite a la cadena distinguirse de sus competidores en el Archipiélago. En 2020 la compañía compró cerca de dos millones de kilos de tomate canario. Con ello, Lidl consigue dar también salida a un producto característico de la región y generar riqueza en el territorio en un contexto de dificultad derivado principalmente de las restricciones al turismo y la restauración y que ha afectado a la producción de tomate, con un menor número de hectáreas dedicadas a este cultivo y la consecuente pérdida de empleos.

Desde su llegada a las Islas hace más de una década, la apuesta de Lidl por la huerta canaria no ha parado de crecer y el tomate en concreto se ha convertido en uno de los productos estrella en los lineales de frescos de la cadena en Canarias.