El líder del sindicato CCOO en Canarias ve una salida de la crisis económica y social de la pandemia con muchas incertidumbres, por eso advierte que las centrales sindicales intensificarán su mensaje a los trabajadores para que se movilicen si el Gobierno no cumple con la derogación de la reforma laboral, la reforma del sistema de pensiones y el incremento del SMI. González Tosco advierte resistencias que pueden provocar que la salida de la crisis sea similar a la recesión de 2008. El Primero de Mayo es un punto de inflexión para reanudar el diálogo social que interrumpió la pandemia en marzo de 2020.

Se llega a este Primero de Mayo tras más de un año de pandemia ¿Qué balance hace?

Queremos que este Primero de Mayo marque un punto de inflexión. En marzo del año pasado se quedaron mesas de negociación pendientes y que no se cerraron, entre ellas la referida a las dos reformas laborales que siguen vigentes, sobre todo la de 2012, que se impusieron sin negociación. Las patronales no quieren retomar la agenda social que acordamos antes del estado de alarma porque dicen que la situación no está ahora para esas cosas. El otro elemento es el sistema público de pensiones para hacerlo sostenible y alcanzar un acuerdo que supere la reforma de 2013. Otro aspecto es el salario mínimo interprofesional y nos preocupa que el Gobierno oculte sus intenciones porque nuestro objetivo es que antes de 2023 el SMI debe alcanzar el 60% del salario medio de este país. En Canarias afectaría a 130.000 trabajadores.

¿Y qué objetivos se marcan a partir de ahora?

El lema del Primero de Mayo es Ahora toca cumplir, es decir, del aplauso a los trabajadores esenciales que han sido tan importantes en la pandemia ahora toca establecer medidas y negociar la mejora de las condiciones laborales que, en muchos casos, son precarias y con convenio colectivos muy bajos.

¿No cree ambiciosos estos objetivos teniendo en cuenta el impacto económico y social de la pandemia?

Todo hace indicar que la vacuna es la solución de la crisis sanitaria, pero es que las herramientas que tenemos para que la salida de la crisis sea lo más justa posible y que no concluya en despidos colectivos, o como ocurrió en la crisis financiera de 2008, no equilibran el ámbito de la negociación porque nos podemos encontrar a partir del último trimestre del año con una factura que pagarán los de siempre. Por eso tenemos que ser ambiciosos en nuestras reivindicaciones estableciendo reglas más justas de las que tenemos.

¿Los fondos que vienen del Estado y de Europa mitigarán el impacto de la crisis sobre el empleo en Canarias?

Los ERTE se tienen que prorrogar en Canarias porque hay más de 80.000 trabajadores en ERTE. Las ayudas directas a las empresas deben mantener la actividad pero insistimos en que también deben vincularse al mantenimiento del empleo porque no se pueden salvar empresas a costa de las plantillas. El esfuerzo para salir de esta crisis debe venir de las dos partes, empresarial y laboral, porque si no sería una salida desequilibrada.

¿Se incrementarán las movilizaciones cuando finalice la crisis sanitaria?

Por desgracia las negociaciones van a estar acompañadas de movilizaciones porque habrá resistencias que no son justas. En Canarias han habido tasas de crecimiento superiores al 3%, no digo que todas las empresas tengan el mismo músculo pero sí digo que si la recuperación va a conllevar despidos habrá movilizaciones.

¿Qué lecciones han sacado de este año de pandemia desde el punto de vista sindical?

Los trabajadores tienen muchas incertidumbres, tanto los parados como los que están en activo o en ERTE. Creo que la reactivación de la economía está a unos meses vista pero salir como en la anterior crisis no creo que sea justo, hay otras alternativas. Los sindicatos vamos a hacer lo posible porque el mensaje llegue a los trabajadores y para que la sociedad entienda que este Gobierno se comprometió a una agenda reformista, pero los avances son muy tímidos y le están dando a los empresarios la capacidad de veto. Por eso tendremos que responder.