Picasso, Miró, Rembrandt… Las obras de estos maestros parecen reservadas a las grandes fortunas con precios que superan los millones de euros. Pero aunque tener uno de sus cuadros sea complicado, es posible invertir en algunas de sus obras junto a otros partícipes y adentrarse así en el mercado del arte. Éste movió unas ventas globales de 50.100 millones de dólares (42.120 millones de euros) en 2020, un 22% menos que en 2019, según un informe de Arts Basel y UBS. Pese a este retroceso, las ventas online alcanzaron un máximo histórico de 12.400 millones de euros, duplicando su valor respecto a 2019.

Los fondos de inversión constituyen uno de los caminos que permiten apostar por el arte a partir de unos ahorros cercanos a los 1.000 euros. En febrero, la gestora ArtsGain lanzó el primer fondo de inversión en arte de España bajo el nombre de ArtsGain Alternative Value Fund FICC. Según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), está pensado para grandes inversores como families office, empresas institucionales o fondos de pensiones. Pero también da acceso a los pequeños inversores a través de los fondos de fondos.

“Los fondos de inversión son buenos tanto para grandes inversores como para pequeños. Porque aunque tengas mucho dinero para invertir no posees 20 obras de arte”, explica Xavier Olivella, ceo de ArtsGain. Este fondo tiene una capacidad de 20 millones de euros.

ArtsGain Alternative Value Fund FICC es un fondo diversificado en diferentes sectores dentro del mundo del arte. Olivella explica que se va a invertir en un Picasso de unos 6 millones de euros; un 30% del fondo estará en arte surrealista, que en 2024 cumple 100 años; otra parte, llamada Second life, invierte en artistas que nacieron sobre los años 30, porque han comprobado que después de fallecidos se revalorizan. Desde ArtsGain analizaron a 36 artistas que murieron entre el 2000 y 2012 y comprobaron que su valor aumentó 160%. Finalmente, en el fondo hay una parte dedicada a mujeres artistas y a un pequeño grupo de arte contemporáneo.

El precio de la participación es de 1.000 euros y el inversor debe mantener su posición al menos un año. A partir de entonces, puede vender las participaciones a un tercero. Pero hay que tener en cuenta, como puntualiza Xavier Olivella, que está pensando para que el fondo dé resultados en 6 años.

Pero, ¿cómo se sabe si una obra va a ser rentable? ArtsGain ha creado un algoritmo propio con la Universidad Politécnica de Cataluña para saber si una obra está a buen precio. Además, utilizarán el big data. Así, darán un valor liquidativo mensualmente, porque ”el mundo del arte no tiene tanto movimiento como el de la bolsa”.

Todavía es pronto para saber la rentabilidad del fondo, pero la selección de artistas ha ofrecido en el mercado del 2013 al 2019 una rentabilidad anual del 8,24%. Los datos los han obtenido de Artprice, la empresa líder de información del mercado del arte que cotiza en Euronext París.

Compra directa

A parte de los fondos, hay otras formas de invertir en arte, como la compra directa de obras. Para Daniel Díaz, director de www.invertirenarte.es, lo “bonito”, seas un pequeño o gran inversor, “es disfrutar con todo lo que le rodea”, porque “no es como elegir una acción de una empresa”. También señala que hay que diferenciar entre coleccionista e inversor, porque el segundo solo se fijará en obras que puedan darle rentabilidad.

El experto recomienda para los pequeños inversores dos caminos. El primero, con artistas jóvenes, “porque son poco conocidos y con poca demanda, los precios son más asequibles”. El segundo es a través de obra sobre papel, a través de dibujos o grabados numerados, para tener una obra de un autor reconocido, de prestigio y aunque no es una obra única, solo hay unas pocas decenas. “Son dos formas bonitas para gente que no quiere dedicar mucho dinero”, explica Díaz.

En el caso de grandes patrimonios, Díaz matiza que dependerá del riesgo del inversor. “Si quieres arriesgar poco, lo mejor es en obras de artistas conocidos como maestros antiguos, que son valores seguros como Alonso Cano, Claudio Coello… o contemporáneos como Picasso, Monet…, porque son casi cheques en blanco”, explica. Para arriesgar más “hay que ir a artistas más jóvenes que despunten”.

“El arte no tiene porqué revalorizarse siempre”, avisa Daniel Díaz. Aunque dependerá del autor. Una afirmación que comparte Xavier Olivella, quien señala que los grandes artistas sí que suelen revalorizarse “porque si han fallecido ya no hay nuevas obras”.