El aerotaxi diseñado por el centro de investigación Tecnalia va camino de convertirse en el primer transporte aéreo español de pasajeros capaz de desplazarse en las ciudades de forma autónoma. El prototipo desarrollado en este centro vasco es uno de los seis que existen a nivel mundial y su patente incluye la configuración de drones en las hélices para dotar de mayor estabilidad a la navegación. Hace dos semanas Tecnalia llegó a un acuerdo, aún confidencial, con una empresa española para el desarrollo industrial de este invento, adelanta Asier Rufino, director general de Tecnalia Ventures. “Para nosotros, las patentes no son un fin en sí mismo, sino que forman parte de un proceso de valorización de la tecnología por la que pensamos que alguien puede estar dispuesto a pagar”, resume el director de este centro cuya máxima es “transformar la tecnología en PIB”.

Con una concepción similar a la del Eurocat, en Catalunya, o los institutos tecnológicos de la Comunidad Valenciana, Tecnalia provee de tecnología a empresas. “Tecnalia patenta más que todo el Ibex 35”, resume Asier Rufino.

En el top del ranking de inventores españoles que cada año elabora la Oficina Europea de Patentes (EPO), a partir del número de licencias solicitadas, Tecnalia (17 solicitudes) vuelve a aparecer en un listado que está encabezado un año más por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con 72 solicitudes, en el que además figuran cinco empresas punteras en investigación. Se trata de Amadeus (60 solicitudes), el laboratorio catalán Esteve Pharmaceuticals (17), Telefónica (17), la farmacéutica gallega PharmaMar (14) y Repsol (14).

Una patente es un título que otorga o valida un Estado al autor de una invención, a través del cual se le concede el derecho de explotación en exclusiva en ese territorio durante un periodo de tiempo, que es de 20 años con carácter general y puede llegar a 25 años en el caso de las farmacéuticas. Una vez transcurrido ese periodo, la invención pasa a ser de libre explotación. La obtención de una licencia otorga una clara ventaja competitiva a la empresa que la promueve; además una patente puede servir de fuente de ingresos adicionales por la vía de acuerdos de cesión a otras empresas a cambio del cobro de derechos o royalties.

“El sistema de patentes lo usamos de manera estratégica para proteger tecnologías que creemos que pueden ser objeto de un desarrollo conveniente y ponerlas en el mercado para generar productos y servicios”, afirma Javier Etxabe, responsable del área de Propiedad Industrial del CSIC. «Nosotros no producimos un fármaco. Con las patentes facilitamos que las empresas cojan ese testigo de desarrollo con nosotros», explica a modo de ejemplo. La patente generada por Margarita Salas y Luis Blanco para producir copias genéticas es la más rentable en la historia del CSIC, con un retorno de “varios millones de euros” en royalties. Solo entre 2003 y 2009 supuso más del 50 % de estos retornos en el organismo.

Las empresas titulares de, al menos, una patente generan un 36% más de ingresos por empleado y unos salarios el 53% más elevados, según un estudio de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la EPO publicado a principios de febrero que, de nuevo, pone cifras a la máxima de Tecnalia que propugna “transformar la innovación en PIB”. Es algo que tienen en común las cinco empresas con mayor actividad inventora en España.

Amadeus

Amadeus es la compañía española que más patentes solicitó en el año 2020, con un total de 60. Creada en 1987 por las aerolíneas Air France, Lufthansa, Iberia y Scandinavian Airlines System desarrolla tecnología relacionada con plataformas de reservas y de pago. Por ejemplo, tecnología de caché (memoria intermedia del navegador) para garantizar tiempos de respuesta más rápidos, algoritmos de búsqueda inteligente, estructuras de datos inteligentes para almacenar las reservas realizadas a través de las plataformas, etc. Son innovaciones que Amadeus protege a través de patentes, pero también utiliza otras formulas como diseños registrados, secretos comerciales y know how interno. Otros progresos los comparte con código abierto (Open Source). En total, Amadeus cuenta con una cartera de 400 familias de patentes. Entre sus patentes estrellas destaca una obtenida por la Oficina de Patentes de EEUU el año pasado que permite reservar una habitación de hotel en función de uno o más atributos, por ejemplo, vista al mar, piso superior, escritorio de oficina grande… evitando que se bloquee una habitación física y, por tanto, garantizando una disponibilidad máxima en el inventario del hotel. “Las patentes representan un claro indicador de la inversión en la innovación y el desarrollo tecnológico. Amadeus demuestra su posición como uno de los líderes tecnológicos globales en el sector del turismo y los viajes también gracias a las patentes, demostrando su participación activa en el desarrollo tecnológico del ecosistema de esa área, protegiendo nuestra ventaja competitiva y la de nuestros clientes”, indica el director de Propiedad Intelectual de Amadeus, Juan-François Cases.

Esteve Pharmaceuticals

En un 2020 marcado por la pandemia, el sector farmacéutico, el campo tecnológico más importante de España, aumentó un 23% la solicitud de patentes. Esteve Pharmaceuticals solicitó 17 nuevas licencias en el 2020 si bien el laboratorio catalán rehusa precisar si algunas de ellas están relacionadas con la cura o prevención del covid. “Las 17 solicitudes de patentes en 2020 son para proyectos diversos y varias enfermedades”, responde Carlos Ramón Plata, Chief Scientific & Medical Officer de Esteve.

PharmaMar

Alguna de las 14 patentes solicitadas por PharmaMar en 2020 tuvo que ver con un nuevo uso de la Aplidina, contra el covid. PharmaMar informó de sus avances a la CNMV el 3 de marzo de 2020 y el valor de sus acciones llegó a triplicarse en los meses siguientes. La cartera de patentes de PharmaMar incluye 1.320 expedientes, de los cuales 1.181 corresponden a patentes concedidas y 139 a solicitudes en tramitación. Un buen número de sus derechos gira en torno a su medicamento estrella, Yondelis, de uso oncológico. De sus 270 millones de ingresos en 2020, unos 15,6 millones llegaron por el cobro de derechos derivados de la cesión de sus patentes. Otros 135 millones, por el acuerdo de licencia con la estadounidense Jazz Pharmaceuticals para la comercialización de lurbinectedina. Así, más de la mitad de los ingresos tuvieron que ver con la cesión de sus derechos a otras empresas.

Telefónica

La ciberseguridad es el departamento que más patentes solicita dentro del Grupo Telefónica. “Hay mucho movimiento de licencias en ciberseguridad. Se patenta tanto la metodología de prevención y detección de amenazas, como la de recuperación de los desastres”, explica Sergio de los Santos, director de Innovación y Laboratorio de Telefónica Tech. Una de las licencias más recientes de este departamento consiste en un sistema de intercambio, cifrado y certificación de documentos a través de mensajería instantánea, que permite, por ejemplo, poder firmar un contrato a través de whatsapp de forma absolutamente segura, según De los Santos. Para explotar esta patente, Telefónica ha creado una startup (deeder.io), siguiendo así una de las fórmulas que tienen al alcance las empresas para sacar rendimiento de sus inventos, distinta de la de ceder licencias a cambio de royalties. Grupo Telefónica tiene actualmente una cartera de 353 patentes activas. En 2020 registró en la EPO 17 solicitudes en distintas áreas de innovación, que van desde tecnologías de redes de telecomunicaciones, ciberseguridad, internet de las cosas (IoT) o los servicios de entretenimiento como el video en streaming, entre otros.

Repsol

“De entre las 14 solicitudes de patente presentadas en 2020 por Repsol, destacan las que protegen las innovaciones realizadas en tecnologías de descarbonización en nuestros procesos industriales, la producción de hidrógeno renovable a partir de tecnologías de fotoelectrocatálisis, el almacenamiento energético, nuevas composiciones de combustibles, materiales avanzados y métodos matemáticos de simulación avanzada para la mejora de la eficiencia en las operaciones”, explican fuentes de la petrolera . Repsol Technology Lab es su centro de I+D, en el que trabajan 250 científicos e investigadores. Durante los últimos cinco años, Repsol ha invertido más de 380 millones de euros en I+D+i, 70 de ellos en 2020. La petrolera acumula 108 patentes europeas. Una de las que más rendimiento ha dado a la compañía es la tecnología de producción de óxido de propileno, con multitud de usos, como, por ejemplo, en la fabricación de espumas para colchones y materiales aislantes y en pinturas.

En total, en el 2020 España presentó 1.791 solicitudes de patentes, el 5% menos que el récord de 2019, en un ejercicio marcado por la pandemia. Las solicitudes procedentes de España apenas representan el 1% de las registradas en Europa, en un escalón compartido con Dinamarca, Bélgica, Austria y Finlandia, pero muy alejado del 25% de las licencias presentadas por Estados Unidos en suelo europeo, del 14% de Alemania o el 6% de Francia. Por comunidades autónomas, Catalunya, Madrid, País Vasco y Comunidad Valenciana lideran el ranking.